La primera inocencia descubierta fue que ir a ver el cine de las sábanas blancas era ir a la cama a dormir. Sin embargo, a pesar del enfado, era ir al cinematógrafo de los sueños.
*Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos.
5 apostillas:
25 sin el barbudo
decubrir la ilusión del movimiento por ejemlo
en la tienda de los enfados
o en la espuma de un sueño.
saludos.
Un cinemascope de ilusión.
Primer candor.... el primero.... el primero... primer candor. Lo recuerdo.
También yo me quedaba esperando ver comenzar la película. Y nada más cerrar los ojos, se abría el telón...
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