Carga

21.2.09



Prefirió quedar como mentiroso antes que cargar con su mala conciencia. Ser honesto con uno mismo calma mucho más que defraudar a los demás.





*Y así es como los que nos iluminan son los ciegos. Así es como alguien, sin saberlo, llega a mostrarte irrefutablemente un camino que por su parte sería incapaz de seguir.

2 apostillas:

Marta Domínguez Senra dijo...

Algo del post, de su primera parte, me ha recordado la novela Tuareg, de Vázquez Figueroa, cuando el conflicto del protagonista está en seguir un principio para él elemental, el de la hospitalidad, por encima de todos los otros que se le presentan. Y es que irremediablemente acabamos por tener que seguir una "jerarquía" de nuestras creencias y actos.

Yo quedé una vez como mentirosa y sé lo que me digo.

Tus posts están siendo últimamente tan concentrados que me limitaré en adelante sólo a una de sus propuestas y eso sin agotarla, que para eso ya estás tú.

Déjame que te diga ahora que no nos ve nadie que hoy me encantaría disfrazarme de lagarta (lagarto hembra, eh).

Carmen Erruza dijo...

En el pecado se lleva la penitencia.