Penitencia

5.4.07




Como propósito de enmienda trato de expatriar los términos totalitarios en mi escritura. Por ello me gustaría apartar los nunca, los siempre y los jamases. Los menos y los más; los ningunos, los nada y los todo; los poco y los mucho. Aunque como con cualquier otra aspiración será difícil que lo consiga.



2 apostillas:

Anónimo dijo...

Siempre tienes que recordar eso: el nunca hacer esas cosas ni usar esas palabras. Jamás es bien visto y siempre es excesivo. Ningun exceso es suficiente. Lo menos que puedes hacer es cuidar todo eso siempre. Sin la menor duda.

Jonás dijo...

Son términos que nos comprometen totalmente: te querré siempre, no te perdonaré nunca o jamás, no tengo nada, nadie... Sin duda reflejan una concepción absoluta (y sin matices) de la existencia. Un amigo escritor me hizo partícipe hace años de esta misma reflexión. Son términos palabras que mejor evitar.