Las cinco mil palabras del Tao Te King describen que el universo es indolente ante el azar al que estamos sujetos los humanos que somos comparados a perros de paja dispuestos a ser sacrificados.
Si la vida es una inmolación cada uno debería quemarla en aquello que más le remedie. Más aún porque como señala el mismo Tao no hay mayor mal que el no saber quedarse satisfecho.