Antidisturbios

16.2.24


Existe gente dotada de una gran capacidad para perturbar la vida ajena.



Proyección

15.2.24


Date la vuelta y verás que solo eres una sombra.



Descodificaciones

14.2.24


El amor siempre nos desentraña ante los demás.



Retroalimentación

13.2.24


Resulta controvertido y circular: amar y enfadarse contra lo amado y luego arrepentirse.



Hablas

12.2.24


La mirada es el lenguaje más sublime del amor.



Viejos oficios

11.2.24


Cada vez que escuchaba la flauta de amolador bajaba a toda prisa para afilar los instrumentos cortantes de la casa. Después se embobaba con las chispas que desprendía el roce del acero contra el esmeril. Contaba que en ese fulgor era capaz de adivinar quién sería su próxima víctima.



Catadióptricos

10.2.24


No sería yo si digo que veo el mundo como lo ven los demás.



Arrimes

9.2.24


Nunca te acuestes con una idea fija, puede que te levantes con un mal pensamiento.



Solucionario

8.2.24


Si toda solución nos parece mal es porque nos gusta lo que hay.



Mejunjes

7.2.24


Al existencialismo siempre le ha venido bien una buena dosis de vitalidad.



Compiladores

6.2.24


Existen coleccionistas de todo menos de nada.



Contextos

5.2.24


Sólo somos la ficción de una realidad.



Imposibles

4.2.24


 —No podemos amarnos, no podemos —le dijo mientras se arrebujaba contra su pecho y les resbalaban las lágrimas.

—Entonces —le preguntó—, ¿esto es el amor?



Vindicantes

3.2.24


Escribir es reivindicar ante el papel lo que la mente idea.



Ilaciones

2.2.24


Es la admiración ausencia de envidia.



Codificación predictiva

1.2.24


Nuestro cerebro nos engaña con tanta facilidad que terminamos por asumir que todo lo que nos indica es cierto.



Voladuras

31.1.24


En la demolición de los segundos es donde más se advierte el vértigo de la existencia.



Partículas

30.1.24


Somos ese electrón tan importante para el átomo, aunque tan insignificante para el Universo.



Arrobamientos

29.1.24


Desde que nace al ser humano lo mecen en una cuna de desvaríos.



Confesiones

28.1.24


«Tengo por costumbre no mirarme al espejo. Una vez miré y me encontré con un desconocido. Pasado mucho tiempo volví a mirar y ya no había nadie».