Primera lección

8.6.19



Pronto aprendí la lección. Tenía diecisiete años cuando me presenté a mi primer concurso literario y la experiencia me haría entender con el paso del tiempo que, cuando escribes, tienes dos caminos. Ser libre a toda costa y expresar lo que piensas y sientes, o ser domesticado. De manera intuitiva elegí la primera dirección porque lo que deseaba con todo mi corazón era escribir. Lo otro, plegarme a lo correcto, alabar al maestro, hacer una genuflexión literaria ante las figuras consagradas, no me salía porque pensaba que lo que me había llevado hasta allí no era eso. 

Una mujer inteligente y valiente me ayudó. Mi profesora de Bachillerato, María Sánchez Arana, me hizo sentir cuál era el camino a seguir. Miembro del jurado de aquel concurso literario, conoció de la existencia de mi trabajo por azar. Su compañera de piso, otra excelente profesora de la que tuve la fortuna de aprender, Mari Ángeles Díaz, me pidió que le entregara el cuento tras leerlo en clase y no tener referencias del mismo. 

A los pocos días fui citado por María quien me explicó que mi cuento había sido descalificado sin que llegara a ella. Después me expuso cuál había sido en motivo para tan decisión. 

El relato incomodaba porque en el mismo se caricaturizaba a los jurados literarios. Y entonces fue cuando mi profesora, con sutil estrategia, les planteó un dilema: «Tienen dos opciones. O descalifican el cuento y ustedes son como los personajes que aparecen en él. O lo dejan participar en igual de condiciones que al resto de concursantes». 

Para mi sorpresa, decidieron otorgarme el primer premio del certamen, aunque me escamotearon parte del dinero con el que estaba dotado. 

En mi memoria siempre estará el agradecimiento a estas dos mujeres por todo lo que enseñaron, por su atrevimiento y su clarividencia. Y porque a veces hago cábalas sobre si mi recorrido en la escritura no se hubiera frustrado para siempre sin la fortuna de su implicación y ayuda.



Refranero popular

7.6.19



Dice un refrán que cuando se acaba el camino el tonto sigue. No es de tontos seguir más allá de lo imposible, sino de personas aventureras, locas o soñadoras, capaces de inventar realidades que no existen. Los tontos son los que se detienen por falta de imaginación.



Esclavitudes

6.6.19



Pensar en libertad no significa pensar de manera libre. Machado por boca de Juan de Mairena se preguntaba: «¿De qué nos serviría la libre emisión de un pensamiento esclavo?», mientras que Marie von Ebner-Eschenbach afirmaba que «Los esclavos felices son los peores enemigos de la libertad». Algo que parece caracterizar a esta sociedad es la falta de pensamiento crítico de muchos de sus individuos, orientando sus ideas contra sus propios intereses. Hacer pensar a la gente que es feliz, aunque no lo sea, es un sofisticado logro de este sistema.



𝘈𝘱𝘳𝘦𝘯𝘥𝘦𝘳𝘦𝘴

5.6.19



¿Pasa algo si te vas a la cama sin saber una cosa más?



Clisé

4.6.19



El desasosiego por lo inmediato es la radiografía de esta modernidad.



Apeadero

3.6.19



La existencia del ser humano viaja cada vez a mayor velocidad y urgencia. El vértigo causado le impide bajar, detenerse.



Seguridad

2.6.19



Entra un ladrón al establecimiento con el rostro tapado y empuñando un arma blanca. Los ojos de la dependienta expresan el miedo atenazador del instante que parece transcurrir a cámara lenta. El caco le pide que le entregue lo más valioso que haya en el comercio. Ella accede y le entrega un espejo sin fondo donde cae y desaparece.



Cavilaciones emocionales

1.6.19



La poetisa griega Erinna de Telos escribió: «El tiempo me ha hecho practicar un sincero cariño meditado». La aguja de cronos teje desiguales ropajes y algunos de ellos pueden vestir bien a quien los lleva.



Visibilizar

31.5.19



Lo invisible lo puede ver todo, pero lo visible no porque se expone a la mirada oculta que no ve.




Asexuados

30.5.19



Defender lo que somos por encima de estereotipos sexistas parece una tarea fundamental en esta sociedad, o como afirmaba Marguerite Yourcenar: «Una persona que lee, o que piensa o que calcula, pertenece a la especie y no al sexo; en sus mejores momentos, escapa incluso a lo humano».



Pensamiento volátil

29.5.19



Ni la Teoría de la Modernidad Líquida de Zygmunt Bauman, ni la filosofía de las esferas Peter Sloterdijk, lo que impregna al ser humano actual es la volatilidad en sus actuaciones, en su relaciones y en su manera de pensar.



Auge

28.5.19



La simpleza es lo único que nunca pasa de moda.



Ignaros

27.5.19



Somos ignorantes de todo, menos de aquello poco que conocemos.



Divagaciones de un candidato

26.5.19

Llegué a la política por esas cosas que tiene la vida. Mi amigo Felipe tan entusiasta siempre me cogió de la mano y me afilió una noche que andábamos de francachela. Había fundado un partido político para dar voz a “las personas humanas”, decía, expulsar a los políticos de la institución local y devolver el poder a la ciudadanía. 

Mi amigo Felipe murió de repente la misma noche que iba a comenzaba la campaña electoral, por lo que no pudimos colocar ninguno de los carteles con los que pensábamos inundar la ciudad. 

Sin tiempo para reaccionar decidieron que fuera yo, su mano derecha, el candidato que lo sustituyera y no me dieron margen para negarme. De la noche a la mañana, vi mi imagen multiplicada por calles y avenidas, apoderándose de mí un extraño sentimiento de importancia y temor al fracaso. 

No pude dejar de mirarme cada vez que me cruzaba con un cartel y aparecía mi imagen observándome. Al principio, fue curiosidad, después casi obsesión. Hasta que una noche que caminaba solo me pareció ver guiñar un ojo a uno de esos carteles. Pensé que habría sido una alucinación fruto del cansancio, pero al caminar un tramo de la calle alguien me llamó la atención. Era ese hombre que tanto se parecía a mí y que estaba copiado en miles de imágenes repartidas en toda la ciudad. 

Me dijo que quería hablar conmigo, de hombre a hombre, porque el verdadero candidato era él y no yo. Efectivamente, el día de las elecciones salió elegido él como alcalde y yo, bueno yo nunca he servido para la política.



Desquiciados

25.5.19



En cierta ocasión vi a un hombre quemar una colmena de abejas. Intrigado le pregunté el porqué de aquella acción. Me dijo que quería acabar con todos los zánganos del enjambre. Me pareció un método horrible y pensé que para algunas personas la mejor solución es ninguna.



Inspecciones

24.5.19



La pensadora helena Marmerion, señaló: «Yo estoy y estando soy y siendo agoto mi esencia». ¿A qué entonces auto especular con nuestro sentido ontológico?



Sinceridades

23.5.19




El tiempo nos sincera con lo que somos para mostrarnos sin complejos.



Ponerse al día

22.5.19



Anoche vi el último capítulo de ‘Juego de tronos’, una serie televisiva que comencé a seguir hace más de nueve años de manera casi clandestina y con la complicidad del silencio publicitario. Mi interés comenzó por evasión y no fue más allá del último minuto de proyección de cada capítulo, con rigurosa desconexión entre una y otra temporada. 

La serie ha transcurrido paralela a mis experiencias vitales de una década y a cambios sustanciales. He tenido la paciencia y la calma para esperar los acontecimientos del hilo conductor de esta historia de fantasía heroica con decorado medieval. 

Su fama, inversamente proporcional a mi interés, ha hecho que millones de televidentes de todo el mundo se hagas fanáticos de la misma, y a que se den un atracón de capítulos para ponerse al día, en la medida que han sabido de su existencia. 

Es un signo del ser humano actual, condesar en el mínimo tiempo posible un máximo de sensaciones, correr para alcanzar el presente en el que ya se está, ingerir con urgencia llama la atención, y pasar página y saltar a otro asunto. Sin pausa y sin espera. Igual que un niño que tras romper el papel que oculta un regalo pierde el interés por su sorpresa y busca desenvolver el siguiente.

Débitos

21.5.19



¿Cuándo pagará el francés el vino que se bebió?



La buena fortuna

20.5.19



Los seres más afortunados nos son los más inteligentes, ni los más destacados ni los más adinerados. Los venturosos son quienes más afecto y cariño reciben.