Transparencias

Observaba el filósofo cínico Menipo de Gadara, en su obra 'Testamentos', que «la conducta humana transparenta el interior de las personas». No solo los gestos nos delatan sino hasta nuestras inacciones chivatean lo que somos.

Los ríos de las redes sociales

Me llama poderosamente la atención que Facebook, un mundo para adultos, esté lleno de niños. Digo de sus imágenes. Desprotegidos y publicitados. Cuando crezcan querrán ver su reflejo mediático y su repercusión. Qué mejor enseñanza para hacerlos esclavos de las redes sociales y cuando apenas tengan habilidades informáticas, mentir sobre su edad, y abrir su propia cuenta. Sé que nado a contracorriente pero soy como los salmones, hasta que no llegue al final no me dejaré arrastrar por el agua caudalosa.

Justiprecio

¿Por qué el oro vale tanto y el pan vale tan poco?

En el banco

—Vengo a este parque desde que me jubilé. Aquí me paro a pensar en las preguntas que no tienen solución.

—Cada solución da pie a una nueva pregunta...

—Me disciplino en ello pero no consigo dominar el hacerme preguntas inútiles.

—El autodominio de la mente es limitado, como lo es su dominio del cuerpo.

—No soy razonable con lo que me planteo.

—Las causas y efectos no pueden descubrirse por la razón, sino por la experiencia...

—Mi experiencia me debilita.

—Sólo por experiencia conocemos el influjo de nuestra voluntad.

—Mi voluntad es prisionera de deseo.

—La razón es, y sólo debe ser, esclava de las pasiones.

—No doy mi brazo a torcer.

—La costumbre es, pues, gran guía de la vida humana.

—Y la libertad siempre en entredicho.

—Cualquiera que sea la definición de libertad que demos, debemos tener cuidado en observar dos requisitos: primero, que no contradiga los hechos; segundo, que sea coherente consigo misma.

—Frente a todo aquello que la restringe.

—Nada es más libre que la imaginación humana.

—Ni nada se arruina más.

—El hombre es el mayor enemigo del hombre.

—Su descomposición...

—La corrupción de lo mejor es lo peor.

—¿Nos salva algo?

—Nuestra vida es demasiado corta para sondear abismos tan profundos.

—¿Desde la cumbre se verá todo igual?

—La belleza de las cosas existe en el espíritu de quien las contempla.

—Es difícil entender el mundo.

—Todo el mundo se queja de su mala memoria; nadie de su poco entendimiento.

—Ese es nuestro error.

—Una equivocación es necesariamente progenitora de otra.

—Señor Hume, siempre es un placer echarle de comer a las palomas con usted.

Discernimiento

Miro el mundo para saber qué es y qué soy en él. Eso me está llevando toda una vida.

Amor calado

Bajo la lluvia cohabitaron el hombre permeable y la mujer impermeable.

Razonada emoción

Para Hume nada hay de «irracional en preferir que se hunda el mundo a que nos pinchemos un dedo». Somos unos maleducados emotivos.

Extrañezas

Metroclo, 'el avergonzado', escribió en una de sus máximas: «extraño es el reconocimiento propio en el reflejo ajeno». Será que nos gustamos poco cuando nos vemos en los demás. El espejo del otro más que iluminarnos nos desconcierta.

Borradores

Aprendí a tener clara la letra y el trazo elegante. Mis ejercicios caligráficos me facilitaron regalar a mis amigos y compañeros de estudios los primeros libritos de poemas. Aún quedarán copias avergonzadas en algún cajón de mi torpeza neófita.

La máquina de escribir condicionó mi impulso dactilográfico pero no restó cuerpo a las palabras en el papel escritas. Eso sí, se multiplicaron las copias.

El siguiente paso era la publicación. Llegó con el tiempo.

Hasta ese momento me autocontemplaba, me detenía en mimar y mirar lo nacido, porque las palabras quedaban ahí. Ahora no. Escribir ya no es escribir. Es descuartizarse en la vorágine de los soportes de la tecnología.

La escritura ha perdido la solidez de la palabra escrita para licuarse en lectura virtualizada y volátil. En efímera aparición que emerge para vertiginosa caducar.

No importa lo que escribí ayer porque la necesidad es hoy, ahora, en este instante. No hay más intermediario que el ordenador e Internet. Si censuras, sin editores, sin padrinos. El tiempo es voraz, como decía Ovidio, y antes de ser devorado hay que cambiar escritura por tiempo. Sin pausa, sin apenas tomar aliento. Escribo y reescribo sobre lo escrito.

En el blog, en el Twitter, en el Facebook. La escritura fragmentada que va hacia un lector que, en igual medida, se dispersa en mil instantes y aprende a leer bajo cualquier soporte, en cualquier lugar, en cualquier dirección.

Desinteresado interés

¿Es ético el altruismo?

Cuestionamientos

—Baja calmo el río Meno, como buscando el mar, su dueño.

—El señor es un producto del siervo. Si la sumisión llegara a cesar, ello sería el fin de la dominación.

—El gran señor es el estado.

—El poder del estado emplea la fuerza, el individuo no debe hacerlo. En manos del Estado la fuerza se llama derecho, en manos del individuo recibirá el nombre de crimen.

—¿No puede el pueblo con el estado?

—El pueblo ha muerto, yo me abro a la vida.

—Vivir es luchar.

—La voluntad individual y el estado son potencias enemigas entre las que es imposible una paz eterna.

—¿No hay conciliación?

—Mi voluntad individual es destructora del estado.

—Pero el estado garantiza una educación.

—El estado me da una educación y una instrucción adecuada a él y no a mí.

—Una educación en libertad.

—Y el hecho mismo de mantener la libertad de la enseñanza en los límites convenientes, el Estado consigue su objeto en la libertad de pensar, porque las gentes, en lo general, no piensan más allá que lo que sus maestros han pensado.

—No deja de ser un bien alcanzado.

—La libertad no puede ser concedida graciosamente; tiene que ser conquistada gloriosamente.

—Algo en lo que se sustenta.

—Yo he basado mi causa en nada.

—¿Y es suficiente, señor Stirner?

—Yo no soy nada, en el sentido de vacío; pero soy la nada creadora, la nada de la que mi yo creador lo crea todo.

Anónimos comentarios

La expresión anónima es una valentía invertida. Un acto reflejo de admiración.

Muerte cifrada

Fue alcanzado de lleno por un algoritmo en medio de una lluvia de datos.

Lección económica

Susan George advierte: «mi consejo: estudia al rico, el pobre ya sabe qué va mal». De la angustia de los malos momentos saben más quienes los padecen que quienes los observan de lejos. En especial si sobre ellos recae la responsabilidad de los mismos.

Día de difuntos

«El sueño de vivir es el despertar de la muerte», dice el poeta griego Magnes, autor de varias comedias, que nos advirtió de ser muertos vivientes con un despertar profundo.

Ultramundo

¡Que me entierren en Internet! Sepultado por miles de bytes, mis palabras prisioneras en el espacio virtual y expuestas en las pantallas de los ordenadores. Morirá el cuerpo pero quedará un rastro esparcido por el ciberespacio. Dejaremos de ser en lo físico mientras imágenes y palabras mantendrán nuestra presencia de espectros hiperreales y habitantes de la memoria cibernética. Seremos embalsamados por la ingeniería computacional para ser momias del metaverso.

Autosuficiencia

¿La felicidad reside en quienes se bastan a sí mismos?

Desobediencia

—No le hacía yo aquí entre tratan gente que protesta. Eso de ser indócil ¿es una moda o una necesidad?

—¡No os dejéis imponer la libertad de expresión antes que la libertad de pensamiento!

—Por qué le grita a los indignados. También piensan como usted señor Stanisław.

—La libertad de los esclavos se mide por la longitud de las cadenas.

—Buscan un mundo más justo.

—!Abandonemos la vía de la Justicia! Es ciega.

—Más igualitario.

—Todos somos iguales ante la ley, pero no ante los encargados de aplicarla.

—Es la concordia la que los une y los ayuda a seguir-

—¡Libertad, igualdad, fraternidad! ¿cómo se conjugan?

—Se articula con la solidaridad, con activismo. ¿No es lícito luchar por esas ideas?

—En la batalla de las ideas muere la gente.

—Las ideas quieren matarlas a golpes.

—Un estado policial no solo está habitado por policías.

—No, hay fácticos poderes.

— Habla sabiamente, el enemigo escucha.

—Hablo como una persona normal pero lo que está ocurriendo me parece una locura.

—El mundo no está loco en absoluto, aunque no está hecho para la gente normal. Está hecho para los normalizados.

—Que son precisamente quienes más se sumen al poder pensante.

—El poder cambia más a menudo de mano a mano que de cabeza a cabeza.

—¿Y eso da más miedo?

—De las memorias de la eternidad: solo uno vivió del principio al fin del mundo: el miedo.

—Por eso se mueve el ser humano.

—También los animales de cuatro patas se ponen de pie sobre las traseras. ¡Qué no se hará por comida y por miedo!

—Entonces es necio pensar.

—La estupidez no dispensa de pensar.

Diagnosis del yo

El tenerse en alta estima no da salud. Es más diría que es enfermizo.

El cuento de la usura

Al final, el lobo entró en la casa del tercer cerdito. Traía una orden de desahucio.

Claros instantes

«El mundo está lleno de pequeñas alegrías; el arte consiste en saber distinguirlas.» Dicta la cita del poeta chino Li Bai. El arte de la alegría no está al alcance de todos, es necesaria una cierta maestría en el corazón.

Enterezas

«A golpes de dolor se forja la vida, también la entereza», parece desprenderse de la traducción de uno de los fragmentos de 'Sobre la riqueza', escrito de Metrodoro de Lámpsaco que se halló en la Villa de los Papiros de Herculano. Pensamiento que se me entrelaza con Ángela, una mujer mayor que tras ser golpeada en una manifestación, comentó: «cuando una se hace mayor, los temores se apaciguan.» No sé si será el dolor o las capas del tiempo aquello que hace a algunas personas ser resistentes ante el miedo y no sucumbir, lo que sí veo es que las distingue.

Vicios y virtudes de las redes sociales

El cristianismo, a fin de aleccionar a sus seguidores sobre moral, clasificó los vicios en siete grandes faltas y los llamó capitales porque era el origen de otros muchos yerros.

La moral digital podría tener un reflejo en las redes sociales y hay quien propone su clasificación en concordancia con los viejos pecados capitales.

Así Google+ sería la ira, Twitter la soberbia, la vanidad estaría adjudicada a Facebook, a Zynga la pereza, para Tuenti sería la envidia, a Funcook le tocaría la gula y a Badoo, la lujuria. Claro que a cada vicio se le puede aplicar una virtud.

Cada cual se aplique el pecado que más practique y que Tomás de Aquino, Steve Jobs o el mismísimo Bill Gate nos cojan confesados.

Sumandos

¿Qué suman la vanidad y la envidia?

Interregnos

—¿Me pinta un otoño, señor Blake? Siempre me ha parecido una estación excesiva.

—El camino del exceso lleva al palacio del saber.

—Que es algo así como alcanzar la eternidad inexistente.

—La eternidad está enamorada de los frutos del tiempo.

—Que desgranan el conocimiento.

—Las horas de la locura las mide el reloj, pero ningún reloj puede medir las horas de la sabiduría.

—Como ninguna existencia puede llenar el vacío.

—Un pensamiento llena la inmensidad.

—¿Lo inmenso es verosímil?

—Todo lo que es creíble, es una imagen de la verdad.

—Esa imagen que todos no ver por igual.

—El necio no ve el mismo árbol que ve el sabio.

—¿Y cómo saber si es asaz nuestra mirada?

—Nunca sabrás lo que es suficiente a menos que sepas lo que es más que suficiente.

—Eso es conocer y conocerse, reconocerse en otros.

—Tu acto más sublime es poner a otro delante de ti.

—Puedo decir, entonces, cosas que no gustan.

—Si estás siempre pronto a expresar tu opinión, el vil te evitará.

—¿Y quién no me soslaye?

—Quien ha soportado que abuses de él, te conoce.

—Hay que tener arrojo.

—El débil en denuedo es fuerte en astucia.

—Y en paciencia.

—Crear una pequeña flor es trabajo de siglos.

Antisistema

El verso de Rimbaud «la mano que maneja la pluma vale tanto como la que conduce el arado», rondó en mi cabeza durante mi juventud. El mismo Rubén Darío decía: «se nos considera a los hombres de pluma como consumidores que nada producimos.» Y es cierto que desde un punto de vista donde sólo interesa lo eficaz y lo útil, lo aprovechado frente a lo improductivo, se es un antisistema cuando en la vida prima la poesía, el amor, lo creativo o la rebeldía, más allá de esos otros aspectos rentables y fiduciarios a los que se enfrenta los 'productores de nada' como quizás siendo joven fui. Ahora estoy integrado en este sistema de producción masiva que acabará con nosotros.

El fabulador

Esopo escribió una fábula sobre sí mismo y la terminó sin moraleja.

Esenciales

Según Albert Camus «lo que sé, lo que es seguro, lo que no puedo negar, lo que no puedo rechazar, eso es lo que importa.» También tiene significación lo que me evidencia, lo que me descubre, lo que me expone.

Morir de vida

El poeta épico Paniasis de Halicarnaso, que murió luchando contra el tirano Lígdamis, defendía: «es la vida quien te estrecha en sus brazos hasta matarte, no la muerte que es ausencia de vida.» La existencia misma lleva su sello de efímera presencia, su secuencia de caducidad, lo exánime no es más que un apéndice.

Álbum familiar

Cualquiera tiene un álbum de fotos familiar en casa. Ese que se rescata, cada tiempo, para recordar y contar a las generaciones más jóvenes quiénes eran sus ancestros o cómo era de pequeño papá y mamá o algún momento ridículo de la existencia captado por una instantánea. El álbum se guarda con celo. 

Hoy en cambio, sin ningún pudor, se muestra al mundo a través de Internet las instantáneas de la vida cotidiana, incluidas las de los más pequeños, esos a los que tantas veces se les quiere proteger en su intimidad. Quién sabe si cuando crezcan y sean conscientes de su imagen publicitada, no reprocharán a quienes con tanta ligereza les exhibieron en este escaparate de vanidades.

Perjudicial

¿Es mala la envidia?

El sueño de la vida

―¿Aún llora la muerte de su madre, señor Grillparzer? 

―Las lágrimas son el sagrado derecho del dolor. 

―¿Derecho o justicia? Un difícil equilibrio. 

―De todas las virtudes, la más difícil y rara es la justicia. Por cada justo se encuentran diez generosos. 

―¿Qué hacer frente a la incumplimiento de no ser justo? 

―Hay un remedio para las culpas, reconocerlas. 

―Una cosa es lo que se piensa, otra muy diferente lo que se siente. 

― Sentir y pensar, considerándolo bien, son como el ciego que guía al cojo. 

―Entonces dónde queda la conciencia. 

―La avaricia y la vanidad son los oficiales de alistamiento de la maldad: una vez pagado el dinero, la conciencia escapa corriendo. 

―¿Qué se puede esperar de la vida? 

―Aspira a ser lo que no fuiste hasta ahora; mantente siendo lo que ya eres; en este mantenerse y ese llegar a ser se encierra todo lo bello que en el mundo existe.

Derivada

La felicidad se legitima cuando la miseria y el dolor humano tienden a cero.

Frases hechas

Alguien le gritó mientras se hundía en las arenas movedizas: «de todo se sale».

Incrédulos

La poetisa Wisława Szymborska dice: «prefiero la bondad astuta que la demasiado crédula». Los confiados, aunque sean buenos, siempre levantan sospechas.

Mímicas

El poeta Panfo, en amena charla con otros colegas atenienses, reflexionaban sobre la importancia de la palabra, cuando el autor de los himnos a Eleusis manifestó: «leer en cada gesto es tan importante como entender las palabras porque los gestos nos delatan.»

Avatares personales

La dimensión propia de estos tiempos hace que, cada vez más, la personalidad se modele ya no solo en el espacio público sino en las redes sociales.

Los expertos determinan un modelo teórico con cinco perfiles. Apertura: relacionado con la imaginación, sensibilidad y curiosidad. Conciencia: ser organizado y orientado a los logros. Extraversión: ser social, asertivo y hablador. Afabilidad: ser útil, cooperativo y simpático. Y neuroticismo: ser ansioso; sentir envidia, culpa o depresión.

Después de entender esto, me paro a mirar dónde tengo mi avatar virtual para acudir esta noche al baile de disfraces.

Pacíficos

¿Hay alguna violencia que sea legítima?

Bienes de consumo

—Es un placer verle por aquí, señor Fromm.

—Puede llamarme Erich.

—Tenía que comprar unos víveres y he tenido la suerte de toparme con usted.

—¿Por qué a los seres humanos contemporáneos les fascina comprar y consumir, y sin embargo sienten muy poco apego por lo que compran?

—No sé, será por la ansiedad que nos empuja a poseer cosas y cuando las poseemos no les damos valor.

—Toda nuestra cultura está basada en el deseo de comprar, en la idea de un intercambio mutuamente favorable.

—¿Incluido el sentimiento de amar?

—En una cultura en la que prevalece la orientación mercantil y en la que el éxito material constituye el valor predominante, no hay en realidad motivos para sorprenderse de que las relaciones amorosas humanas sigan el mismo esquema que gobierna el mercado de bienes y de trabajo.

―Y eso es una contrariedad.

—Para la mayoría de la gente, el problema del amor consiste fundamentalmente en ser amado, y no en amar, no en la propia capacidad de amar.

―Entonces debería ser un sentimiento universal no restringido a un sujeto.

—Si una persona ama sólo a otra y es indiferente al resto de sus semejantes, su amor no es amor, sino una relación simbiótica o un egotismo ampliado.

―Otro producto más de consumo.

―En realidad, sólo existe el acto de amar, que es una actividad productiva. Implica cuidar, conocer, responder, afirmar, gozar de una persona, de un árbol, de una pintura, de una idea. Significa dar vida, aumentar su vitalidad. Es un proceso que se desarrolla y se intensifica a sí mismo.

―¿Ese proceso da cierta esperanza?

―La esperanza es paradójica. Tener esperanza significa estar listo en todo momento para lo que todavía no nace, pero sin llegar a desesperarse si el nacimiento no ocurre en el lapso de nuestra vida.

―Más que esperar hay que conocer.

―Conocer significa 'ver' la realidad desnuda, y no significa poseer la verdad, sino penetrar bajo la superficie y esforzarse crítica y activamente por acercarse más a la verdad.

―La verdad es lo que ignora la mayoría de la gente.

―Para alguien que sabe, la ignorancia es tan buena como el conocimiento, ya que ambos forman parte del proceso de saber, aunque la ignorancia de este tipo es distinta de la ignorancia del que no reflexiona. En el modo de ser, consiste en poseer más conocimientos.

―Que es como se puede avanzar.

—No progresas mejorando lo que ya está hecho, sino esforzándote por lograr lo que aún queda por hacer.

―Ese esfuerzo no reparte de manera justa las cargas.

―Otra explicación es que el egoísmo que genera el sistema hace que los gobernantes antepongan su éxito personal a su responsabilidad social.

―Nos han dicho que es una cuestión económica.

—La economía como esencia de la vida es una enfermedad mortal, porque un crecimiento infinito no armoniza con un mundo finito.

―Y eso es malo.

—El bien y el mal no existen si no hay libertad para desobedecer...

―La transgresión no es muy bien vista.

—El acto de desobediencia como acto de libertad es el comienzo de la razón.

―¿Lo razonable nos enseña a vivir?

—Vivir correctamente ya no es una demanda ética o religiosa. Por primera vez en la historia, la supervivencia física de la especie humana depende de un cambio radical del corazón humano.

―¿Seremos capaces de llevar a cabo esa radicalidad?

―En el arte de vivir, el hombre es al mismo tiempo el artista y el objeto de su arte, es el escultor y es el mármol, el médico y el paciente.

―Pero no nacemos, nos nacen.

—El nacimiento no es un acto, es un proceso.

―O un discurso de desaparición.

—Naces solo y mueres solo, y en el paréntesis la soledad es tan grande que necesitas compartir la vida para olvidarlo.

—Vivir es morir cada momento.

—Vivir es nacer a cada instante.

Clase obrera

Entre ‘Los lunes al sol’ y ‘Todos los viernes sale el sol’ hay más que un juego de palabras. La distancia entre las dos frases no solo es temporal. Encierra la esquizofrenia del tejido productivo del sistema. Una persona desempleada tiene el estigma social del vago, otra que alcanza la riqueza levanta envidia y admiración.

Desempleado

A Sísifo, con tanto rodamiento, se le gastó la piedra.

Ejercicio de evocación

Vladimir Jankélévitch precisa: «El pasado necesita que se le ayude, necesita ser recordado a los olvidadizos, a los frívolos, a los indiferentes». La rueda del tiempo gasta pronto la memoria.

Paradoja humana

Mnesistrato, pensador griego, miraba hacia la naturaleza humana para reflexionar sobre los males que aquejaban su existencia. «La miseria del mundo proviene de la injusticia que el hombre alimenta contra sí mismo.», razonaba. Algo que explica cómo gran parte del sufrimiento que los seres humanos padecen está en manos de sus semejantes, en una especie de cuento de terror.

Novedades

Hoy no es igual que ayer. El lenguaje amoroso se ha impregnado con el pulso del tiempo presente: «Olvídame y bórrame del Facebook». Más que un mapa mental y afectivo, la personalidad se agranda en la dimensión virtual.

Imantación

¿El poder se seduce a sí mismo?

Encuentro causal

—No le hacía por aquí, visitando bares.
—La verdadera felicidad cuesta poco; si es cara, no es de buena clase.
—O acaso se refugia de la muchedumbre.
 —Una multitud es como un vasto desierto de hombres.
—Pues el desierto está agitado estos días y con demandas.
—La justicia es el pan del pueblo; siempre está hambriento de ella.
—Bueno aquí dentro siempre habrá algo que beber y comer y charla para no aburrirse.
—El aburrimiento no puede existir donde quiera que haya una reunión de buenos amigos.
—Cierto. Además estos de aquí de la barra quieren cambiar el mundo.
—Nuestras ilusiones no tienen límites; probamos mil veces la amargura del cáliz y, sin embargo, volvemos a arrimar nuestros labios a su borde.
—Ningunear los sueños es despreciable.
 —No se debe usar el desprecio sino con gran economía, debido al gran número de necesitados.
—La necesidad aprieta cuanto más crecen los despreciables.
—Casi todos los crímenes que castiga la humanidad se deben al hambre.
—Y algunos con contundencia palmaria.
—La pena de muerte sólo se ha perpetuado por una especie de crimen legal.
—Por una palabra mala pronunciada.
—Hay palabras que solo deberían servir una vez.
—Brindemos pues con alegría, señor Chateaubriand, por este encuentro.
—La alegría de los hombres es una llama de leños de tristeza. Brota la llama, pero los leños están allí, y cuando se apaga la llama, quedan los leños, o el carbón o la ceniza, que es resto de los leños y no de la llama.

Corredor

No es el desaliento lo que me desfonda, es la rudeza humana.

Oficio de escritor

Dadme un punto de apoyo y escribiré micro relato.

Crónica literaria

No sé si Ezra Pound era un apasionado o un optimista, pero su reflexión lleva muy lejos: «La literatura es una noticia que siempre es noticia.» De ser así las portadas de todas las publicaciones deberían estar llenas de sus titulares.

Brindis

El antiguo poeta Olen refiere en uno de sus versos: «De nada habrá servido vivir si nada queda en la copa vacía del recuerdo.» Llenemos pues la copa para saciar la sed de la memoria y sentirnos, como después de haber bebido un buen vino, aturdidos y ebrios.

La soledad del bloguero de fondo

Hubo una buena época donde surgieron multitud de blogs pero, poco a poco, han ido menguando. Un tiempo animado y divertido de relaciones. Y ahora cuando veo como quedan menos blogueros y crecen las bitácoras detenidas, no sé si se trata de una carrera de resistencia donde cuanto más avanzas más solo te quedas. Principio y final se resumen en soledad.

Dinámica de poder

¿Las revoluciones lo que cambian son a los sujetos que mandan?

Entre viñedos

—Se ve bien el viñedo de Yonne este año. 

—Tendremos buena cosecha y buen caldo que dará algunas ganancias, señor Joubert. 

—El dinero es un estiércol estupendo como abono, lo malo es que muchos lo toman por la cosecha.
—También la recompensa al justo trabajo. 

—La justicia es la verdad en acción. 

—Entonces habrá que poner a trabajar a los parados. 

—Toda nuestra vida la empleamos en ocuparnos de los demás; una mitad para amarlos y la otra mitad para hablar mal de ellos.

—Algún defecto tendremos que tener. 

—Un hombre sin defectos es un tonto o un hipócrita del que debemos desconfiar.

—Esa es una forma de mirar el problema. 

—Cuando mis amigos son tuertos, los miro de perfil. 

—A veces hasta así cuesta mirar. 

—Aquellos que nunca se retractan de sus opiniones se aman a ellos mismos más que a la verdad. —Así empiezan las peleas. 

—El fin de las disputas y polémicas no debe ser la victoria, sino el perfeccionamiento. —No sé, algunas personas son muy negativas. 

—Todo se aprende, hasta la virtud. 

—¿Incluso a quien se niega? 

—Enseñar es aprender dos veces. 

—Ese es un ejercicio admirable. 

—Lo que sorprende, sorprende una vez, pero lo que es admirable lo es más cuanto más se admira. —Pero hay que ser sensatos. 

—La prudencia es la fuerza de los débiles. La ternura es el reposo de la pasión. 

—Es una cuestión de urbanidad. 

—La cortesía es la flor de la humanidad. El que no es bastante cortés, no es suficientemente humano. 

—No le hace falta vino para soltar su lengua.

—Unos gustan decir lo que saben; otros lo que piensan. 

—Bueno, hablando se entiende la gente. 

—Es mejor debatir una cuestión sin llegar a concluirla, que llegar a una conclusión sin debatirla.

Incognoscible

He buscado sin saber y busco sin entender. Y no sabré mucho más de quien todo lo ignora.

Urbanidad

Para faltarle el respeto le llamó 'bosón'.

Persiguiendo quimeras

Okakura Kakuzō, filósofo y escritor, dice que «el arte de ser feliz consiste en reajustar permanentemente nuestro entorno». Algo así como lo contrario de adaptarse al hábitat. Me parece sugerente el pensamiento al indicar un reajuste de las circunstancias y no un amoldamiento a ellas, aunque imagino que no debe ser tan fácil, al menos en una constante permanencia.

Vacunas

Cada vez que charlaba con él terminaba repitiéndome lo mismo. «Igual que de pequeños tratan de inmunizarnos, inoculándonos agentes patógenos para que nuestro sistema inmunológico aprenda a tener una respuesta, deberían bakuniarnos contra los virus de la ignorancia y el pensamiento corrupto.» A Daniel le gustaba jugar con el nombre de su admirado Bakunin y recordar así su experiencia juvenil de anarco.

Exhibicionistas

Facebook hace a la gente protagonista de sus propias vidas que, como narcotizada por ese protagonismo, borra los límites de su intimidad para seguir llamando la atención sin reparar en nadas más que en su rutilante afectación. La tecnología ha popularizado el agua donde se miraba Narciso y el eco social que tal efecto provoca puede terminar por ahogar a más de uno en su propio reflejo.

Retórica

¿Hay arte en el insulto?

Blasfemias

—No sé por qué la gente es blasfema, hay que respetar la libertad de las consciencias.

—Robert Ingersoll dijo que solo hay una blasfemia y esa es la injusticia.

―Atacando a los sentimientos religiosos se incita al odio.

—Todas las grandes verdades comienzan por ser blasfemias, dijo Bernard Shaw.

—Desatar una ola de protestas por ofender a alguien que solo reza a su fe.

—Según Cioran, en tiempos desesperados, las blasfemias son oraciones negativas.

Mediciones del yo

Mi desasosiego lo mide el abismo que media entre la palabra y la acción.

Hoguera

Lloró a lágrima viva mientras moría.

La llave de los sueños

Julio Villanueva Chang señala: «Cada noche, después de contarles historias a sus nietas, Somerset Maugham iba hasta la puerta y las miraba una vez más, rendidas al sueño: ''Sentía allí que un narrador, en el fondo, no es más que eso: el que apaga la luz''. Un cronista, por el contrario, vendría a ser el que la enciende.» Apagar o encender, lo importante es darle al interruptor.

Ensimismados

Veo a dos jovenzuelos abstraídos en su flirteo y recuerdo a Eliano de Orebancio, poeta beodo y melancólico, quien advirtió que el único deber en el amor era amar ya que ante otras cargas éste languidece. Será que toda intromisión en tal estado produce un desvarío de su naturaleza y su desvirtuación.

La faltriquera

Los pobres nunca han tenido dinero para guardar y el poco de que disponían o lo escondían bajo un ladrillo o lo llevaban encima en una especie de bolsillo atado a la cintura y que colgaba bajo del vestido.

La mayor aberración de los pobres convertidos en clase media ocurrió cuando los banqueros les persuadieron para que depositaran sus ahorros en los bancos, poder especular con ellos y retribuirles beneficios o mantenerlos a buen recaudo.

La confianza en un usurero es una traición a uno mismo, más después de que la connivencia entre políticos y banqueros nos esté matando.

No sé, estoy por buscar entre las pocas pertenencias que me legó mi abuela por si encontrara su faltriquera y aprovecharla en su memoria.

Inversión

¿Gastar la vida en qué?

El escritor que se escapó de su novela

—Hay personajes de su novela que se parecen a usted y que no le retratan como a alguien humilde.

—La humildad la encuentro aceptable, siempre que no se manifieste abiertamente.

—¿No es saludable?

—Los que reflexionan sobre su salud se exponen a un peligro de muerte. Los artículos que se dedican a este tema tienen efectos patológicos.

—¿Eso lo aprendió tarde o pronto?

—Lo que uno necesita a toda costa lo puede aprender solo y en seis semanas: leer y escribir, la tabla de multiplicar y poco más.

—Parece muy autosuficiente.

—El narcisismo es la deformación profesional de los aburridos.

—Usted lo parece, señor Enzensberger.

—La pereza es un talento valioso.

—¿En tiempos como estos donde nos mandan producir más?

—Si por mí fuera, el uso del despertador quedaría prohibido.

—Suena a contradictorio según el sistema.

—Para contradecirme me basto yo.

—Y lo que dice la mayoría social.

—No tengo nada contra la democracia. Ofrece una gran ventaja: es aburrida. Una cualidad que aprecio.

—¿Y al coro europeo no lo aprecia?

—Europa es un gran logro, pero lo están echando a perder. Le dan vueltas a temas sin que haya motivos. Es superfluo.

—No es eso lo que muchos piensan.

—Cualquier botarate cree tener ideas.

—No todas las ideas son iguales.

—De todos modos, sin la estupidez no se va a ninguna parte. Es una de las armas más hermosas de las que dispone el ser humano.

—Bueno también está la política exterior como arma.

—El parvulario es el modelo ideal de toda la política exterior. Tengo derecho a poseer armas nucleares, pero el que tú pretendas otro tanto es algo intolerable a lo que me opondré por todos los medios.

—Ya sabe eso de los intereses económicos.

—El odio al dinero es una gran estupidez.

—Estupidez por estupidez, eso no es nada original.

—¿Acaso le gustaría ser original? Permítame que le prevenga contra ese peligro.

—El peligro está en la desmemoria.

—Reivindico el olvido.

—O en la creencia.

—El ateísmo me parece pueril.

—No entender el progreso.

— Hay que desconfiar de todo cocinero que se entusiasme con el progreso.

—Le veo muy desprejuiciado.

—Detrás de todo prejuicio se esconde un miedo.

—Y detrás de todo miedo un sentimiento.

— Nuestros sentimientos no son inagotables.

—Aunque, a veces, sean terroríficos.

—El ser humano es el único primate que se dedica a matar a sus congéneres de forma sistemática, a gran escala y con entusiasmo.

—Pero también de enternecerse hasta el infinito.

—Todo matrimonio por amor representa un riesgo demencial, un riesgo que ningún jugador de ruleta asumiría.

—Pero usted se ha casado, eso es una concesión aunque no una renuncia.

—No valgo para camarada. No soy capaz de alinearme.

—Tanto distanciamiento habrá que calmarlo con algo.

— Es más sano contemplar las nubes que tomar psicofármacos.

Perturbación

No es la abundancia de unos pocos, es la escasez de tantos lo que incomoda a la conciencia.

Vacío interior

Tras la resonancia magnética el eco dijo que dentro de aquel cuerpo no había nada.

Equilibristas

«El exceso de severidad produce odio, como el exceso de indulgencia debilita la autoridad». No deberían muchos padres tener la mirada atenta y meditar lo sentenciado aquí por el poeta Muslih-Ud-Din Saadi. Hasta donde recuerdo solía escuchar a los mayores decir: a los niños no hay que consentirles tanto.

Inexistencias

Hecateo de Abdera anticipó la máxima descartiana 'cogito ergo sum' desde la negación ontológica cuando, ante sus discípulos, expresó «si me vuelvo a pensar no nazco».

Inadaptados

Un día un viejo amigo, del que no sabía nada desde hace lustros, me comentaba en Facebook su torpeza en el manejo de las redes sociales y de las nuevas tecnologías en general. Parecía que la revolución digital le hubiera cogido por sorpresa. Fuimos juntos al instituto y a la universidad, compartimos charlas y aventuras. El azar divergió nuestras vidas que se tornaron distintas en obligaciones y responsabilidades. A pesar de mantener una latente amistad sostenida en encuentros casuales y distantes, supuse que algo con tanta influencia no habría pasado desapercibido para él. En cambio no ha sido así. En algún momento dado debí mirar hacia otro lado y me extravié.

Ley de las conjeturas

¿Por qué dos cuerpos imperfectos, entregados al placer, alcanzan menos plácet que dos cuerpos hermosos en la misma situación?

Valoraciones

—Vermont, en septiembre, huele a bosque.

—La vida primaria de la memoria es emotiva más bien que intelectual y práctica.

—La evocación no le remueve algo por dentro.

—La memoria es una experiencia sustituta, en la cual se da todo el valor emocional de la experiencia actual sin su tensión, sus vicisitudes y sus perturbaciones.

—Entonces hay que esperar acontecimientos.

—El hombre vive en un mundo en el que cada ocurrencia está cargada con ecos y reminiscencias de lo que ha ocurrido antes. Cada acontecimiento es un recordatorio.

—Fuera del reconocimiento del pasado, las sensaciones del momento no son muy buenas.

—Las sensaciones no son parte de ningún conocimiento, bueno o malo, superior o inferior. Son, más bien, provocaciones incitantes, ocasiones para un acto de indagación que ha de terminar en conocimiento.

—Conocer es también inspeccionar lo ocurrido.

—El conocimiento no es algo separado y que se baste a sí mismo, sino que está envuelto en el proceso por el cual la vida se sostiene y se desenvuelve.

—Siempre abogó por una opinión pública bien informada.

—La función intelectual de las dificultades es la de conducir a hombres y mujeres a pensar.

—¿Pensar o desear?

—Si los deseos fueran caballos, los mendigos serían jinetes.

—Entonces señor Dewey, a qué acogernos.

—Las metas e ideales que nos mueven se generan a partir de la imaginación. Pero no están hechos de sustancias imaginarias. Se forman con la dura sustancia del mundo de la experiencia física.

Chinescas

Pequeñas contenturas, aciagos momentos. Ese juego de sombras y luces que es la vida ante la nada como vasto imperio.

Literalidad

Se mordió la lengua por no decir qué pensaba y luego escupió el trozo donde estaba escrita la frase.

Revelación marina

Naufragó en el Mar de los Sargazos y se dedicó a la alguicultura.

Final de verano

Lo besó con los ojos cerrados y cuando los abrió él continuaba allí.

Refracción

El calor le hizo descubrir que el espejismo era la realidad.

Los invitados

La cucaracha alquiló una suite de lujo y de repente, una noche, aparecieron unos repugnantes marqueses.

Manifiesto acuático

Alguien gritó: ¡hombre al agua! Y se levantó una oleada de protestas de género entre las sirenas.

Noctambulario

Los niños decidieron ofrecer una serenata nocturna y ahuyentaron a los grillos.

Hidráulica

Tras separar las aguas, enloqueció.

Desiertos

Mojó la magdalena en la taza y absorbió todo el mar.

Alucinamiento

Cuando Colón descubrió la calma chicha la confundió con una digestión lenta.

Inspiración

Bajo la sombrilla, frente al mar sereno, el escritor tomaba apuntes para su última novela cuando una gaviota defecó su mejor idea.

Nadador

Nadó veinte millas náuticas pero tuvo que volver sobre sus brazadas porque solo sabía contar en kilómetros.

Viajera

En la maleta llevaba bien planchaditos, para que no se le arrugaran, a todos sus amantes.

Instinto maternal

Quiso evitar los cortes de digestión y ocultó todos los cuchillos de la casa.

Gastronomía

La cocina era un infierno. El camarero pidió una ración de diablos.

Autopsia

El forense no supo explicar cómo el fallecido se había ahogado en un vaso de agua.

Moreno de playa

La playa desierta se pobló de pálidos fantasmas que tomaban el sol.

El probador

Después de haber ensayado ante el espejo con un centenar de bikinis asumió que el nudismo era lo mejor para una foca.

Escuela de verano

Le enseñaron a sudar la gota gorda.

Gajes del oficio

Dio un salto mortal y falleció a continuación.

Mudez

Actuó sin escrúpulos, tenía afónica la voz de la conciencia.

Condena

Esclavo de sus palabras fue enviado a remar a una galerada.

Expendedora

La máquina de refrescos apretó un botón y salió un bañista.

El espeto

La sardina protestó mientras se asaba porque no habían acudido los bomberos a su llamada.

La cata

El niño probó los helados uno a uno mientras el heladero suplicaba por una concordancia en el gusto infantil.