El cristianismo, a fin de aleccionar a sus seguidores sobre moral, clasificó los vicios en siete grandes faltas y los llamó capitales porque era el origen de otros muchos yerros.
La moral digital podría tener un reflejo en las redes sociales y hay quien propone su clasificación en concordancia con los viejos pecados capitales.
Así Google+ sería la ira, Twitter la soberbia, la vanidad estaría adjudicada a Facebook, a Zynga la pereza, para Tuenti sería la envidia, a Funcook le tocaría la gula y a Badoo, la lujuria. Claro que a cada vicio se le puede aplicar una virtud.
Cada cual se aplique el pecado que más practique y que Tomás de Aquino, Steve Jobs o el mismísimo Bill Gate nos cojan confesados.
3 apostillas:
Amén... muy bueno.
Si a cada pecado capital se asignáramos un valor del 1 al 10 y simplemente los sumáramos, no creo que me quedara por debajo de 50.
Además de ser Ud. mi más y mejor valedor, a tenor de sus propias letras... deduzco que también es el pecador mejor cualificado para opinar de las redes sociales; esas que últimamente tanto denosta y en las que, incongruentemente, está Ud. registrado en prácticamente todas ellas. Como se puede comprobar en su perfil de google + (por ejemplo) : https://plus.google.com/117021600765528160056/about
Por cierto, se le olvidó mencionar a BLOGGER, que vendría a ser el pecado universal de la DEMAGOGIA, ¿no?.
Tal vez, y solo digo tal vez, debería bajar de su pedestal y explicar(nos) a sus lectores de qué coño va, D. Paco.
Te faltó Pinterest.
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