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Interregnos
23.10.12
—¿Me pinta un otoño, señor Blake? Siempre me ha parecido una estación excesiva.
—El camino del exceso lleva al palacio del saber.
—Que es algo así como alcanzar la eternidad inexistente.
—La eternidad está enamorada de los frutos del tiempo.
—Que desgranan el conocimiento.
—Las horas de la locura las mide el reloj, pero ningún reloj puede medir las horas de la sabiduría.
—Como ninguna existencia puede llenar el vacío.
—Un pensamiento llena la inmensidad.
—¿Lo inmenso es verosímil?
—Todo lo que es creíble, es una imagen de la verdad.
—Esa imagen que todos no ver por igual.
—El necio no ve el mismo árbol que ve el sabio.
—¿Y cómo saber si es asaz nuestra mirada?
—Nunca sabrás lo que es suficiente a menos que sepas lo que es más que suficiente.
—Eso es conocer y conocerse, reconocerse en otros.
—Tu acto más sublime es poner a otro delante de ti.
—Puedo decir, entonces, cosas que no gustan.
—Si estás siempre pronto a expresar tu opinión, el vil te evitará.
—¿Y quién no me soslaye?
—Quien ha soportado que abuses de él, te conoce.
—Hay que tener arrojo.
—El débil en denuedo es fuerte en astucia.
—Y en paciencia.
—Crear una pequeña flor es trabajo de siglos.
Etiquetas: aforismo dialógico, William Blake
En el anticuario
13.9.11
—Venía a que me comprara una frase.
—No compro palabras, solo objetos de valor.
—Mire a ver qué le parece esta: «El camino del exceso lleva al palacio de la sabiduría.»
—No sabría cómo tasar una expresión así.
—Oiga esta otra: «Sin contrarios no hay progreso.»
—Aunque le comprara una de sus oraciones ¿quién iba a querer adquirirla?
—Hay citas ilustrativas que pueden ayudar en la vida. Por ejemplo: «Aquél que ha permitido que abuses de él, te conoce.»
—No creo que nadie pagara por un enunciado así.
—Tal vez esta otra: «El reloj cuenta las horas de la necesidad, pero ningún reloj puede contar las horas de la sabiduría.»
—No me convence.
—Tengo más: «Un necio no ve el mismo árbol que un sabio.»
—Sin ofender, por favor.
―Lo siento, no era mi intención: «Es más fácil perdonar a un enemigo que a un amigo.»
―No estoy de acuerdo.
―«Aquel que desea pero no obra, engendra la peste.»
―Por esa no le doy ni cinco euros. Supérese.
―«Crear una sola flor es trabajo de siglos.»
―Algo ha mejorado.
―«El acto más sublime consiste en colocar otro delante de ti.»
―Otra.
―«La Eternidad está enamorada de las obras del tiempo.»
―Bien.
―«Un pensamiento llena la inmensidad.»
―Cómo ha dicho que se llama.
—No lo he dicho. Soy William Blake, poeta. Y les regalo mis palabras: «La prudencia es una vieja solterona rica y fea cortejada por la incapacidad.»
15-M:« Basta de tanta competitividad, debemos unirnos, otro mundo es posible »
«Somos más de los que dicen que somos», Eduardo Galeano, escritor.
Etiquetas: aforismo dialógico, William Blake
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