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Entre viñedos

25.9.12



—Se ve bien el viñedo de Yonne este año. 
—Tendremos buena cosecha y buen caldo que dará algunas ganancias, señor Joubert. 
—El dinero es un estiércol estupendo como abono, lo malo es que muchos lo toman por la cosecha.
—También la recompensa al justo trabajo. 
—La justicia es la verdad en acción. 
—Entonces habrá que poner a trabajar a los parados. 
—Toda nuestra vida la empleamos en ocuparnos de los demás; una mitad para amarlos y la otra mitad para hablar mal de ellos.
—Algún defecto tendremos que tener. 
—Un hombre sin defectos es un tonto o un hipócrita del que debemos desconfiar.
—Esa es una forma de mirar el problema. 
—Cuando mis amigos son tuertos, los miro de perfil. 
—A veces hasta así cuesta mirar. 
—Aquellos que nunca se retractan de sus opiniones se aman a ellos mismos más que a la verdad. —Así empiezan las peleas. 
—El fin de las disputas y polémicas no debe ser la victoria, sino el perfeccionamiento. —No sé, algunas personas son muy negativas. 
—Todo se aprende, hasta la virtud. 
—¿Incluso a quien se niega? 
—Enseñar es aprender dos veces. 
—Ese es un ejercicio admirable. 
—Lo que sorprende, sorprende una vez, pero lo que es admirable lo es más cuanto más se admira. —Pero hay que ser sensatos. 
—La prudencia es la fuerza de los débiles. La ternura es el reposo de la pasión. 
—Es una cuestión de urbanidad. 
—La cortesía es la flor de la humanidad. El que no es bastante cortés, no es suficientemente humano. 
—No le hace falta vino para soltar su lengua.
—Unos gustan decir lo que saben; otros lo que piensan. 
—Bueno, hablando se entiende la gente. 
—Es mejor debatir una cuestión sin llegar a concluirla, que llegar a una conclusión sin debatirla.



La letra autárquica

27.11.10



Joubert, moralista francés, dejó dicho que «cuando se escribe con facilidad siempre se cree contar con más talento del que se tiene». Un acto de autosuficiencia que se termina pagando al precio de una traición hacia uno mismo y hacia su escritura.