Ultramundo

1.11.12


¡Que me entierren en Internet! Sepultado por miles de bytes, mis palabras prisioneras en el espacio virtual y expuestas en las pantallas de los ordenadores. Morirá el cuerpo pero quedará un rastro esparcido por el ciberespacio. Dejaremos de ser en lo físico mientras imágenes y palabras mantendrán nuestra presencia de espectros hiperreales y habitantes de la memoria cibernética. Seremos embalsamados por la ingeniería computacional para ser momias del metaverso.



1 apostillas:

EL VACIO EXISTENCIAL dijo...

¡Impresionante chorrada!, sí señor.
Pero no tema, Ud. jamás quedará en la memoria de nada ni de nadie; ya solo faltaba eso.

No se tenga en TAN ALTA ESTIMA, puesto que carece de la mínima entidad para derrochar en su momificación, incluso en la gratuidad del ciberespacio.

Anda que...