–Prefiero una persona que recicle sus residuos a otra que vaya a misa –dijo convencido.
–¿No exageras? –le pregunté.
–No. Hoy día se es mejor persona si respeta el medio ambiente, se hace un consumo racional de los recursos y no se despilfarra energía porque sí, que si te pasas todo el día rezando.
–Me dices que la moral estará en mantener una actitud ecológica más que espiritual.
–Por supuesto. Si seguimos a este ritmo esto no va a haber dios quien lo arregle.