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Exposiciones

14.10.22



Contemplo las fotografías de las grandes genialidades literarias. Mi mirada se detiene un momento reflexivo en sus rostros y pienso que si no supiera quiénes son, no serían más que unos anónimos y desconocidos sujetos, habitantes de este mundo, a las cuales no he conocido personalmente ni me ata vínculo afectivo alguno. Jamás me crucé con ellas en la calle, ni tropecé al entrar en el transporte urbano, ni coincidí en el despacho del pan o haciendo cola para resolver un trámite administrativo. No tuve ni una discusión vecinal o una mirada sospechosa al cruzarme en un pasadizo, o un prejuicio por su mala pinta, ni tan siquiera jamás nos dimos unos buenos días. Es así, mientras los miro percibo que son seres humanos ajenos a mi vida, daguerrotipos de personas excepcionales en su oficio con las que nunca compartí alguna latencia cotidiana. ¡Ah! pero sus textos sí, su hermosa y profusa producción literaria.



'Trans'

25.6.22



Las nuevas identidades de género constituyen un gradiente más en la evolución humana y determinarán un mundo muy distinto al que conocemos. Evolución, decadencia, destrucción del ser humano tal como lo conocemos: el futuro impensado.


Colisiones

21.6.22



Me sorprende la satisfacción con que recibo la aprobación de algo escrito por mí. Después siento la desazón por no haber provocado otro tipo de reacción como perplejidad o asombro, contrariedad o desconcierto y, sobre todo, desacuerdo. Nada nuevo nace sin que muera lo anterior. 



Añada

1.1.22



«Tiene doce años metido en los trece». Intenté comprender aquello que escuché a una madre. Es decir, que doce años más un día son parte ya del décimo tercer aniversario que se completa 365 días después.

Si los romanos no contaban con el cero, anotaron a partir de uno, y así el año dos comenzó al completar el primer año, no como al contar uno desde cero que es cuando se completa la unidad. 

La discusión sobre cuando entraba el siglo XXI fue prolija y a mí casi me cuesta una amistad,

Las maneras de medir el tiempo son diferentes, desde las más precisas a las más subjetivas.

Y solo por eso, quizá, no haya un reloj más convincente que aquel que marca nuestro tiempo interior.



Dies Veneris

3.12.21



Es viernes. No como esos otros viernes donde la tensión y el acumulo de problemas que lastran la semana hace que el ambiente parezca a punto de estallar como si fuera nitroglicerina. No, este es un viernes simpático. Se respira una atmósfera optimista y relajada, donde todo parece apuntar a la hora de salida para recuperar la ¿libertad? Bueno, lo que la gente entiende por libertad que no es otra cosa que encadenarse al ocio findesemanero, ese que nos obliga a desplazarnos de un lugar a otro, a consumir en los en los bares y hacer compras compulsivas. Para eso se es libre para amarrarnos al consumo, para gastar el crédito fiduciario que obtuvimos a cambio del tiempo de existencia que le dimos al trabajo.



Vista cansada

12.10.21



Esta sociedad ha hecho de la vista el sentido hegemónico hasta la extenuación atrofiando el resto. En esa evolución hemos dejado de apreciar el olor de las cosas, los sonidos en silencio, el toque de lo inmediato y el gusto del mero hecho de vivir.



Admoniciones

21.9.21



Mi padre nos advertía con insistencia cuando éramos niños y mientras fumaba un cigarrillo: «no caigáis en el tabaco». Algo similar a esos padres que nunca han leído un libro y se empeñan en que sus hijos lean porque les han hablado de lo importante que es la lectura.



Condescendientes

8.9.21



La literatura hoy es consumo y su producto es algo agradable para que sea vendible. De ahí que quienes escriben se muestren dóciles a los criterios editoriales, los cánones académicos y los lectores acríticos. Es una escritura complaciente.



No hay que perder la fe

4.8.21



Daniel L. Everett, un misionero y lingüista que viajó hasta la Amazonia con la intención de estudiar la lengua de la tribu piraha y traducirles el Evangelio, descubrió que sus pobladores no tenían pasado ni futuro ni números y eran felices. Everett terminó por ser ateo.



Volatineros

3.6.21



A Tarzán lo recuerdo saltando de liana en liana para atravesar la selva y sin una red de seguridad debajo. Esa prodigiosa destreza se sustentaba en no dejar una cuerda hasta coger la siguiente. Pocas personas son capaces de soltarse sin tener algo agarrado. Es la aventura del vacío y la caída libre: el triunfo o el fracaso.



Recorridos

3.5.21



Al comienzo del viaje extrañamos el vagón donde vamos hasta que nos aclimatamos a su espacio. Lo que más nos cuesta es mudar de tren en cada estación. Después no faltan los que se apean en marcha o saltan de un tren a otro con toda facilidad.



Manantial

1.5.21



Siendo niño la lluvia me hacía sentir vulnerable. Luego, alguien bienintencionado, me decía para restar importancia: «son cuatro gotas; eso no mata a nadie». Creo que de esa incomprensión, de ese anular la sensibilidad es de donde nace la poesía.



Punta de lanza

30.4.21


Me cruzo con unas mujeres que llevan al colegio a varios niños pequeños, algunos subidos en un carrito. Son mujeres de origen marroquí o eso creo porque cubren sus cabezas con un pañuelo. Siempre suelen ser mujeres quienes acarrean con los niños y pocas o ninguna veo a hombres en esta función. Me recuerda que en mi infancia en este país ocurría igual, las madres o las abuelas o las hermanas mayores, estaban encargadas de cuidar a la prole. Eso me hace pensar que nuestra sociedad, en ese aspecto, está a unas décadas de distancia. ¿Y a nosotros qué nos pasa subido ese escalón? Pues que ya no solamente son las mujeres quienes se responsabilizan de los hijos y que, como punta de lanza, avanzamos hacia una sociedad muy distinta a la que fuimos con modelos impensables hace años, donde la orientación sexual, la identidad o expresión de género, desconciertan a tantos, igual que a mi abuela le pudo ocurrir cuando vio por primera vez una bombilla eléctrica o a su madre el primer automóvil. Los habitantes de Occidente, del mundo rico y de las sociedades más avanzadas pagan un precio por ir por delante.



Daguerrotipias

17.4.21



Cuando miro viejas fotos en blanco y negro donde aparecen personas desconocidas que las supongo ya inexistentes, tengo la sensación de estar rodeado de fantasmas y el sentimiento de ser, en una foto fija del futuro, uno más entre ellos.



Ganas

10.4.21



He gozado tanto leyendo algunos textos espléndidos que, cuando escribo, solo aspiro a que mis letras sean disfrutables, aunque solo sea igual a una exigua parte de lo leído.



Competencia insana

20.3.21



Señala Pablo Lipnizky: «Todo el mundo habla de paz, pero nadie educa para la paz. La gente educa para la competencia, y la competencia es el principio de cualquier guerra», o de cualquier disputa que nos enfrenta. Por eso prefiero participar sin competir a competir contra el otro y evitar las consecuencias frustrantes de la derrota. La única competición sana es la superación propia.



Abrir los ojos

17.3.21



El mundo actual no es ni peor ni mejor para las nuevas generaciones que el que les precedió, simplemente es el mundo que les ha tocado vivir. Su visión y su entendimiento solo es propio de ellas que lo afrontan como un hecho nuevo e inexperto.



La escritura polimórfica

11.2.21



Una de las grandes ventajas de escribir en la era digital —al menos para mí— es poder hacerlo bajo el paraguas de la imaginación y la variabilidad de los textos, es decir publicar versiones de una misma idea o anotación bajo formas distintas, con perfiles distintos y en espacios diferentes para lectores con diferentes sensibilidades. Por ejemplo, en 2014 publiqué en uno de mis perfiles de twitter el microcuento ‘Risas’ con el siguiente texto: «Al reír el último río solo, no mejor». La idea me sedujo y la transformé en «Quien ríe el último no ríe mejor, solo ríe solo», y la publiqué en otro perfil. La historia no paró ahí y en una nueva publicación apareció como «Quien ríe el último no ríe mejor, ríe en solitario». Me temo que la cosa no parará y evolucionará hacia «Reír el último es reírse de uno mismo porque ya no queda nadie de quien hacerlo».




Papelería

10.2.21



He comprado una libreta con un precio marcado a un euro cincuenta y nueve. He pensado: «qué barata», tras imaginar que sus páginas en blanco podré mancharlas con innúmeras palabras, con miles de letras y espacios en blanco, y frases escritas con urgencia y desencanto para que no desentonen con estos tiempos espantosos y sugerentes.



Días borrosos

5.2.21



El silencio toma el mando sobre el ruido y emergen sonidos inaudibles que antes no se percibían. El mayor recogimiento hace que la intimidad sea imprecisa. Los relojes biológicos marcan horas distintas para cada ser humano según la percepción del paso de los meses. La pandemia es un distorsionador del alma humana, esa que un día sentimos en concordancia con lo que nos rodeaba y con lo que nos sucedía. Ahora solo somos consecuencia de una vida difusa e indefinida respecto a lo que tuvimos.