Añada

1.1.22



«Tiene doce años metido en los trece». Intenté comprender aquello que escuché a una madre. Es decir, que doce años más un día son parte ya del décimo tercer aniversario que se completa 365 días después.

Si los romanos no contaban con el cero, anotaron a partir de uno, y así el año dos comenzó al completar el primer año, no como al contar uno desde cero que es cuando se completa la unidad. 

La discusión sobre cuando entraba el siglo XXI fue prolija y a mí casi me cuesta una amistad,

Las maneras de medir el tiempo son diferentes, desde las más precisas a las más subjetivas.

Y solo por eso, quizá, no haya un reloj más convincente que aquel que marca nuestro tiempo interior.



2 apostillas:

Albada Dos dijo...

Buena apreciación. Pena que no haya un reloj interior, porque el exterior, en el eespejo, me hace trampas :-)

Un abrazo y feliz 2022

Juan Poz dijo...

El mejor sistema de medida del tiempo es abolirlo y dejarte vivir al albur de los biorritmos...