Un bosque de papel

28.10.19



Escribo abedul sobre el alma blanca del abedul. Reposo mi mano y dejo fluir el alma negra de la tinta para que escriba abedul en cursivos grafismos. Y el abedul me agradece que anote su nombre sobre la sábana blanca que ahora es. Y escribo chopo, cuando pongo una palabra en este espacio en blanco para que brote el recuerdo de sus hojas y amarillee su corteza. Y me da sombra roja la picea, el pino verdes punzadas, el abeto y el alerce su blandura, el eucalipto manchado y lechoso el abedul. Y escribo un bosque de palabras que repueblan esta desforestación para el ecosistema lector y poblamiento de letras.



Cambiando la hora

27.10.19



Adelantó cada uno del centenar de relojes que guardaba en la casa un minuto sobre el anterior, desde la planta baja hasta la buhardilla, de forma que cuando hizo el recorrido inverso los relojes marcaban siempre la misma hora, experimentando la sensación paradójica de que el tiempo se había detenido o que volvía a vivir una temporalidad similar a la ya sentida. Un presente inmutable mientras se desplazaba por cada espacio diferente. Era un ensayo para determinar la percepción de su existencia, en la cual tenía la impresión de estar atrapado eternamente.



Textuales

26.10.19



El deseo de cualquier persona que escribe debería ser el de confundirse con su escritura, ser texto en vez de autor.



Vislumbrando

25.10.19



No aspiro a que me comprendan, pero ambiciono comprender.



Masticar ideas

24.10.19



Theodor Ludwig Adorno pregonó que «pensar hoy es estar a cada momento pendiente de si se puede pensar». Igual que una resonancia que va y vuelve, el magnetismo de las ideas a veces depende de su polarización. En medio de un vacío como un buda iluminándose a sí mismo.




Lecturas esenciales

23.10.19



¿Por qué siempre abrimos el libro de la vida por la página desconocida?



Cuántica

22.10.19



La mayoría del tiempo nos pasa como al gato de Schrödinger que estamos sin estar.



Tomografía

21.10.19



En ocasiones me pregunto, te pregunto: ¿valió la pena vivir? Esa es la interrogación clave que debemos hacernos. Igual que un contraste yodado facilita la visualización de distintos órganos o fluidos de nuestro cuerpo para lograr un diagnóstico, esa interrogación nos analiza ante el mundo y ante nosotros mismos. Y ese contraste ¿valió la pena?, es donde nos observamos con agrado o desencanto, con dicha o infelicidad, vacuos o llenos de sentimiento, expresiones de nuestra ipseidad.



Riesgos laborales

20.10.19



Se dedicaba a la venta de bebés. El último mes había sido especialmente estresante dado el considerable aumento de volumen. Cuando hay mucho género, los cuerpecitos desprenden un aceitillo sudoroso que impregna las manos y atraviesa la piel. Había olvidado usar guantes y ahora se había infectado con aquel líquido cuyas propiedades afectaban a la sinapsis neuronal, cambiando radicalmente la manera de pensar. Lo sabía desde el principio, cuando aceptó el trabajo, por cuestión de dinero y no por vocación. Ahora tendría que soportar las consecuencias porque no existía ningún antídoto para el contagio. Comenzó a sudar y sentirse mal cuando aparecieron los primeros síntomas de autonepiofilia.



Taxonomía lírica

19.10.19



Hay dos clases de poetas. Los que admiten cualquier creación, aunque no compartan su estética. Y los que desprecian cualquier tipo de poesía que no esté alienada a su idea lírica. Los primeros se acercan al mundo desde lo igualitario, los segundos desde lo altanero. Cada lector destile sus versos.



Complexiones

18.10.19



«A todos pertenece lo que piensas. Sólo es tuyo lo que sientes. Si quieres que sea tuyo lo que piensas, has de sentirlo», escribió Friedrich von Schiller. La fisiología del sentimiento es lo que nos hace originales y únicos.




Artes

17.10.19



Al pasar por un estudio de pintura el cuadro que exponía su interior me detuvo. Obras a medio acabar, manchas de color, esbozos a carboncillo, modelos en escayola de la mutilada Venus de Milo, y un niño con su bata blanca vivificando un paisaje sobre el lienzo. 

De repente me invadió una emoción semejante a la que con doce años se apoderó de mí al lograr mis primeras creaciones en barro o en papel, tras ingresar en la Escuela de Artes. Fueron años donde compatibilicé el gusto por el arte con los estudios de Bachillerato, alimentando la observación del color y las formas del mundo, cultivando la imaginación, delineando ideas sobre las mesas de dibujo, modelando mi mente. 

En ese proceso hubo una renuncia a la que me forzaron mis padres, la de apuntarme a un equipo de fútbol como la mayoría de mis amigos. Tras la Universidad volví a jugar con ellos al balón y a disfrutar de muchas tardes de sábado en amistad, en plenitud física y en gozo lúdico. 

Ahora, en esta sociedad vigoréxica e híper competitiva, lo normal es federar a los niños desde pequeños en algún deporte de competición, abandonando cualquier cultivo de la sensibilidad y gusto por disciplinas artísticas, lo cual pinta un cuadro demoledor.



Materialidades

16.10.19


El lector es la carne del poema.



Juegos fatuos

15.10.19



La grandilocuencia aboca al patetismo.



Exponencial

14.10.19



Dudo de mi duda y eso me enriquece.




La bibliotecaria

13.10.19



Perdida dentro del archivo, ella se había convertido en otro de aquellos palimpsestos allí almacenados, pero no uno cualquiera. Igual que los manuscritos que los amanuenses escribían en caja alta gótica, en su delicado rostro de papel de cebolla se habían marcado las grafías de un poema antiquísimo, que contaba los cortejos que tuvo su corazón. Cada verso relataba la historia de un hombre que la amó. Y así los filólogos entusiasmados acudían a estudiar en su mirada la métrica del amor.



Astrofísica

12.10.19



Toda estrella es inalcanzable, pero se puede amar su luz.



Omitidos

11.10.19



Cuenta la premio nobel de Literatura, Alice Munro: «Me educaron para creer que lo peor que podía hacer era llamar la atención sobre mí, o pensar que era inteligente o brillante». Confundirse con el terreno hasta pasar desapercibido es un buen ejercicio para que no destaque la vanidad.



Anticipados

10.10.19



Tantas veces nos ocurre lo mismo en tantos ámbitos de la vida cuando levantamos la mirada y nos descubrimos solos. O como escribió Matteo Renzi: «A veces miramos hacia atrás y nos sorprende descubrir que nadie nos sigue. Todos nos han rebasado».



Testarudez

9.10.19



Todo mi empeño ha sido perseverar en aquello que no se me daba hacer bien. Las consecuencias de ese desastre dan como resultado lo que soy.