Omitidos

11.10.19



Cuenta la premio nobel de Literatura, Alice Munro: «Me educaron para creer que lo peor que podía hacer era llamar la atención sobre mí, o pensar que era inteligente o brillante». Confundirse con el terreno hasta pasar desapercibido es un buen ejercicio para que no destaque la vanidad.



2 apostillas:

Joselu dijo...

La vanidad es como el delirio, malos pero necesarios.

Juan Poz dijo...

A veces, como en el caso de ciertos animales, un mero ejercicio de supervivencia...