Escenarios

18.9.19



Me recuerdo caminando por la gran ciudad sin ser nadie, bajo el paraguas de mis pensamientos, para no mojarme de la lluvia ácida de la soledad. Pasos alegres sobre el asfalto triste, la mirada en el horizonte de toda observación. Detalles de la vida urbana extendida sobre el paisanaje: un hombre fuma distraído mientras por dentro le golpean las ideas, arroja la colilla al suelo y la restriega con la suela de sus zapatos como queriendo aplastar lo que le atormenta; una colegiala con cara de ángel camina en su uniforme, ensimismada, con los calcetines caídos; una madre engancha las ruedas de su carrito en una grieta de la acera y ante la desesperación su bebé sonríe con el traqueteo; un albañil tira al suelo una bola de papel cuando empieza a hacer la digestión de su bocadillo; una persona digna dice que han complicado el mundo para que sigamos siendo ignorantes de lo que ocurre; una chica desde un cartel me invita a tomar una copa de coñac y me recuerda ‘que es cosa de hombres’; el chófer del autobús le escupe una mirada a último viajero que sube con torpeza; me suda la mano izquierda por el plástico con que he forrado el libro ‘Principios de psicología’ de José Luis Pinillos; una bocanada de olor a pan caliente me envuelve al pasar delante de un panadería perdida en el barrio; unos jóvenes me intentan robar el reloj y un estanquero me defiende espantándolos con un palo; mis pasos me deslizan más allá de lo que soy y de lo que seré ahora que han pasado tantos años de aquello, me llevan hasta una vivienda de estudiantes universitarios de la calle Arabial; subo los escalones a horcajadas y en la cuarta planta entro a un desvencijado piso desde donde veo la ciudad igual que un cosmonauta divisa el planeta en su nave espacial; escucho los lamentos de una vecina, incluso golpes; llaman al timbre de la puerta y es el casero para cobrar el alquiler; el invierno oscurece el día pronto o es la ciudad que se ennegrece de repente; soy barbilampiño, flaco, estoy asustado ante el porvenir que tendré y que ignoro; los otros inquilinos llegan de uno en uno vestidos de sus personajes, también desconocedores de su predestinación; por ejemplo, digamos que el estudiante de Medicina acabará como funcionario de prisiones, que el alumno de Derecho terminará en un triste despacho de recaudación tributaria, que el estudiante de Magisterio morirá joven de esclerosis múltiple, después de que esa novia a la que quiso tanto lo abandonara siendo ya su mujer, que el aprendiz de Psicología dejará sin terminar la carrera, aunque aventajara a todos en el amor hecho carne, que yo mismo con un trastorno poético me creyera Rimbaud algunas tardes como la que escriben estas letras ahora, visionario de un futuro pasado.



Merced

17.9.19



Todos exageramos a nuestro favor.



Agitados

16.9.19



Entre el cuento y el descuento, de la vida y del tiempo, nos movemos.




Novela negra

15.9.19



Estaba pensando en lo conmovedor que era escribir sobre cómo cometer un asesinato cuando llamaron a la puerta de la casa. Era su amada asesina.



Abatidos

14.9.19



Los errores que más nos apesadumbran son aquellos que cometemos contra nosotros mismos. 



Peregrinos siderales

13.9.19



Como el viajero que da la espalda a todo lo descubierto, y se aleja de aquello que ha sentido, errante en su aventura. Así camina el ser humano en su existencia, en abandono de cuanto fue y nunca imaginó.



Fogatas

12.9.19



Un buen autor es quien arde junto a sus personajes.



Dormidos

11.9.19



Una persona sonámbula es quien lee sus sueños en voz alta.



Hipérboles

10.9.19



Quien se ríe de los demás es porque escasamente ve su propia ridiculez.



Disensiones

9.9.19



La belleza no es inane, quienes crean deberían adquirir una gran carga de conciencia crítica ante lo que ocurre.



Isométrica

8.9.19



Solitaria cada tarde abría la puerta de su casa y se sentaba a esperar la muerte. La muerte esperaba sentada en la puerta de la casa cada tarde para hacerle compañía.



Facturas

7.9.19



La prepotencia de los necios la pagan los sensatos.



Susurros

6.9.19



Solo cuando las palabras te hablan puedes escribir con hondura.



Simplicidades

5.9.19



Desprenderse de toda carga banal y aligerar los trámites cotidianos, es algo que apetece con el paso de los años. O como decía Zenobia Camprubí Aymar: Mientras más vivo, más creo en la sencillez.



Pronunciación

4.9.19



La voz del silencio es la evocación de la palabra.



Dioses de silicio

3.9.19



De existir una deidad suprema debería ser un banco de memoria que almacenara los recuerdos de las vidas que han sido en este planeta. Una caja infinita que guardara los pensamientos, los sentimientos y todos actos de la existencia humana.



Secuestros

2.9.19


El enfado es un áspero ser que roba la ternura.



Áspid

1.9.19



Le dijo: «el amor es un veneno». Y se lo inoculó con un beso.



Vacaciones en el mar de China

31.8.19

Día 31

El teatro de las sombras chinescas baja el telón del día. Antes, todos los personajes han interpretado el papel que los encaja en su destino.

La duda se mezcla con la nostalgia a la hora de partir y el pensamiento queda fijo en la orquídea del porvenir. No hay lugar para las lágrimas ni los adioses largos.

Es todo un pasar página sobre las tardes vividas desde el planeamiento del ocaso.

Luego, olas de luna invaden en pleamar las últimas palabras que se duermen en el eco de los días calurosos y las noches consteladas. Planetario de dichas acabadas.

Termina la interpretación del estío en este mar de China.

Vacaciones en el mar de China

30.8.19

Día 30

¿Y si por un día volvemos a ser jóvenes, sentimos sin saber, reímos sin que nos duela nada y hablamos sin ausencias?

Hoy me han invitado al ‘Baile de la Medusa’, una fiesta interior que despide el veraneo y que sugiere encarnar a seres simples que nadan en un palíndromo temporal de sensaciones olvidadas, girándula de imágenes bebibles.

Me ha sentado bien mirar el reflejo de las aguas de la delicadeza y la vitalidad.