Una tarde en el museo

3.12.13



—Señor Rostand, ¿cree en la amplitud de miras? 
—Tener espíritu abierto no significa tenerlo abierto a todas las necesidades. 
—Ni hacerlo cuando se tenga razón.
―Consiente en ceder cuando tengas razón, con tal de que sepas ser intransigente cuando estés equivocado. 
—¿Y eso no es desesperante?
―Más allá de la desesperación hay algo que tal vez no es exactamente resignación.
—La resignación ante las pérdidas.
―No se puede amar con perfección sino lo que se ha perdido para siempre.
―Está en la naturaleza humana.
―Rehúso discutir con los que siento menos sensibles a la verdad que yo. 
—De esos hay grana variedad.
 ―Nuestra psicología se construye sobre pocos seres: elegid bien al que se ama o al que se odia.
—La polarización del sentimiento.
―Cuántos ruidos inútiles deben hacer un hombre para llegar hasta un corazón secreto... 
―...que ama silente.
―Se cree uno feliz cuando cree dirigirse hacia lo que cree amar.
―La felicidad, ese dulce espejismo.
―Después de cada infortunio se efectúa en nosotros como una extraña muda del alma.
—La piel del corazón es la que mudamos,
—Estamos frustrados en nuestra carne de todo lo que ha soñado nuestro espíritu.




Régimen carcelario

2.12.13



El laberinto de la existencia sólo tiene una salida y está encerrada en sí misma.



Espectro

1.12.13



El fantasma sintió un escalofrío cuando se le apareció aquel humano.



De ganancias y pérdidas

30.11.13



«Deporte: yo creo que habría que inventar un juego en el que nadie ganara», señaló Jorge Luis Borges. Admirado maestro, ese juego está ya inventado: es la vida.



El canal

29.11.13



Los baños de los chicos realengos fueron toda una lección de vida. Al llegar al canal muchos estaban desnudos y otros aparecían con unos calzoncillos blancos mojados. Se zambullían en las aguas claras de la conducción trazadas de verdín en las paredes y volvían a salir fuera a tomar el sol. Algunos de nuestra pandilla les imitaron y se despojaron de sus ropajes ante el reto de meterse en el agua. Tras saltar al canal, aguantaban bajo el agua largo rato mientras braceaban un trecho hasta que sacaban la cabeza para respirar, o sin moverse del mismo lugar permanecían inmersos mientras que los de fuera coreaban los segundos contados bajo el agua.
Los admiraba no sin temor infantil. Pensaba en un accidente bajo del agua, más aún cuando se acercaban hasta un estrecho tubo por donde desaguaba el canal hasta atravesar un alto viaducto. 
Los continuados regresos al lugar me proporcionaron la confianza de bañarme siempre que no estuvieran delante aquellos chicos salvajes, sólo rodeado del pequeño grupo de amigos.
Entonces perfeccioné la inmersión reteniendo la respiración y abriendo los ojos. Nunca pensé en esos momentos que esa idea perturbaría a mis padres, ni que estaba en su catálogo de preocupaciones. Era dichoso nadando en aquel canal de riego, tomando el sol desnudo sobre el acueducto entre las risas y las bromas de mis amigos. La vida la decoraban entonces la diafanidad y la simpleza.
Un día a la hora del almuerzo papá nos sermoneó sobre los baños en el canal a mi hermano y, sobre todo, a mí. Era peligroso jugar allí y no volvimos, hasta este momento que el recuerdo me arrastró de nuevo a ese lugar.



Ley epónima

28.11.13



Según la Ley de Linus, «dado un número suficientemente elevado de ojos, todos los errores se convierten en obvios». Siempre cuatro ojos vieron más que dos y en Internet los errores acaban por ser descubiertos.



Auto interrogatorio

27.11.13

¿Cuál es la pregunta más importante que te puedes hacer en tu vida?

Charla con un polímata

26.11.13



—Francia no paga traidores.
—Pareciera, en efecto, que las masas se equivocan y los individuos siempre tienen razón.
—Para ser Boris Vian, debería compensarle por lo que le hicieron.
—Yo no busco la felicidad de todos los hombres, sino la de cada uno de ellos.
—Eso parece excitante y rutinario. 
—La costumbre debilita las impresiones.
—Y la imaginación las refuerza.
—Toda la fuerza de las páginas de demostración que siguen procede del hecho de que la historia es enteramente verdadera, ya que me la he inventado yo de cabo a rabo.
—Por eso desconfiaron de usted.
—El terreno de lo posible es muy amplio cuando no hay temor a que la luz se encienda.
—Y si lo hace se verá qué es importante.
—En la vida, lo esencial es formular juicios a priori sobre todas las cosas. En efecto, parece ser que las masas están equivocadas y que los individuos tienen siempre razón. Es menester guardarse de deducir de esto normas de conducta: no tienen por qué ser formuladas para ser observadas. En realidad, sólo existen dos cosas importantes: el amor, en todas sus formas, con mujeres hermosas, y la música de Nueva Orleans o de Duke Ellington. Todo lo demás debería desaparecer porque lo demás es feo, y toda la fuerza de las páginas de demostración que siguen procede del hecho de que la historia es enteramente verdadera, ya que me la he inventado yo de cabo a rabo. Su realización material propiamente dicha consiste, en esencia, en una proyección de la realidad, en una atmósfera oblicua y recalentada, sobre un plano de referencia irregularmente ondulado y que presenta una distorsión. Como puede verse, es un procedimiento confesable donde los haya.
—Y por supuesto proyectable.
—Evidentemente, cuanto más obstáculos ha vencido uno, más tentado se siente de creer que ha llegado más lejos. Eso es falso: Luchar no es avanzar.
—Ni ser libre. 
—Sólo se es libre cuando no se desea nada, y un ser perfectamente libre no debería desear nada. Y como yo no deseo nada, llego a la conclusión de que soy libre.
—Como en el querer.
—No se queda uno porque quiera a alguien: dejamos de irnos si no detestamos a nadie, y nos vamos cuando odiamos. Sólo lo desagradable nos mueve a obrar. Somos cobardes.




Cálculo

25.11.13



La división del poder multiplicó sus malignidades.



Relación pronominal

24.11.13



De tanto tutearse se les gastó el tú y sólo les quedó el egoísmo.



Ilustrados

23.11.13



Para Epícteto «acusar a los otros por nuestros fracasos es de ignorantes; no acusar más que a sí mismo es de hombres que comienzan a instruirse; y no acusar ni a sí mismo ni a los otros, es de un hombre ya instruido». Y Marguerite Yourcenar proclama que «en todos los casos, se trata de informarse acerca del mundo tal cual es y de instruirse también ante los vestigios de lo que ha sido».



Marcelo

22.11.13



Lo encontré por casualidad barriendo en la calle. Su silueta me era familiar a pesar del traje de operario de la limpieza que llevaba puesto. Me pareció un personaje sin luz, apagado de alegría. Al cruzarme con él me reconoció y me saludó amablemente.
Mientras me alejaba intenté medir la distancia entre ese hombre y aquel chaval que nos torturaba cuando éramos niños. Ahora, renqueante de una pierna con la que zanjó un accidente siendo joven, parecía inofensivo.
Sin embargo, en el paisaje de la infancia aparecía como una figura aciaga que nos enredaba en sus artimañas, se mofaba de la chiquillería, inventaba inciertas historias terribles de nuestros familiares y nos enemistaba hasta enfrentarnos.
Observándolo ahora mientras limpia las calles, me parece entender ese sentimiento que atraviesa la vida de lado a lado, el del latido humano.




Controversia

21.11.13



Afirma el autor de ciencia ficción Gregory Benford en la novela 'Cronopaisaje' que «la pasión asociada a una discusión es inversamente proporcional a la cantidad de información real disponible», frase que viene a alumbrar  de Benford, un código sociológico que se ajusta bastante bien a las disputas de los foros de internetnautas, pero que es extensible a cualquier otro tipo de polémicas. Esta ley se combate con reflexión y calma.



Afanes

20.11.13



¿El deseo es amigo o enemigo nuestro?



La vida comparada

19.11.13



―¿Lo de Babel fue una fortuna o un castigo señor Steiner?
―Babel es tal vez una bendición misteriosa e inmensa. Las ventanas que abre una lengua dan a un paisaje único. Aprender nuevas lenguas es entrar en otros tantos mundos nuevos. 
―Aunque eso no lo arregle todo.
―La inhumanidad es perenne. 
―Algo habrá que salvar.
―Hay tres búsquedas intelectuales, en el que los seres humanos han realizado grandes hazañas antes de la edad de la pubertad. Ellas son la música, las matemáticas, y el ajedrez.
―También grandes personalidades. 
―El hombre proyecta una sombra. En una forma poco clara, el hombre de genio arroja luz. Instintivamente, nos segamos con su luz. Ese genio pagará un precio terrible. A menudo, la historia demuestra que el creador, el artista supremo, el maestro de la política lleva las cicatrices de su grandeza. 
―¿Y el resto?
―La inmensa mayoría de las biografías humanas son un grisáceo relato que se desarrolla entre espasmos domésticos y el olvido.
―Ni que las hubiera escrito un crítico literario.
―Al mirar hacia atrás, el crítico ve la sombra de un eunuco. ¿Quién sería crítico si pudiera ser escritor?
―Cualquiera con entendimientos en la materia.
―La crítica literaria suele proceder de déficit de amor. 
—Y el amor es un acto de rebeldía.
―Todas las grandes artes, la música, la literatura, son un acto crítico. 
—Habría que comenzar de nuevo.
—Desde la verdad.
―Los estereotipos son verdades cansadas. 
—Renombrando las cosas.
―Lo que no se nombra no existe.
—Haciéndonos eternos. 
―Un libro no tiene edad. 
 —Y no gastar más palabras.
―Palabras que son saturadas con mentiras o atrocidades no se recuperan fácilmente. 
—Reivindicándonos.
―El homenaje más importante que cualquier ser humano puede hacer a una poesía o trozo de prosa que ama es aprenderlo de memoria. No con la cabeza, sino con el corazón, la expresión es de vital importancia.




Desfondados

18.11.13



Parece que la vida no tuviera fondo y si acaso lo tiene, está en todo aquello que nos falta.



Amistar

17.11.13



Se fundieron en un abrazo y de esa aleación de afecto nació una amistad de hierro.



Iletrados

16.11.13



Para el escritor Alvin Toffler «los analfabetos del siglo XXI no serán aquellos que no sepan leer y escribir, sino aquellos que no sepan aprender, desaprender y reaprender». Conocimiento y desprendimiento serán llaves en este bombardeo de datos.



Invidentes

15.11.13



El filósofo Fanton advirtió que «la ceguera del mundo es abrir los ojos a la nada». Nuestra visión es tan corta que equivale al palpar de un ciego en las tinieblas.



El disco duro de nuestras vidas

14.11.13



La avería ocasional hace unos días de un disco duro externo me sobresaltó al pensar en la pérdida de los contenidos en él almacenados. Datos, imágenes, escritos, recuerdos, se van acumulando en estos dispositivos con el paso del tiempo. Perder su material de manera irreparable es como borrar parte de nosotros.
Los rápidos avances tecnológicos ofrecerán dispositivos más fiables y duraderos, casi indestructibles, y con capacidad para contener la información de toda una vida.
Y así, quizás en un futuro entierren nuestra memoria en uno de esos mecanismos con los contenidos de nuestra existencia.