Blogs subversivos

27.6.07


Machado se preguntaba por boca de Juan de Mairena: «¿De qué nos serviría la libre emisión de un pensamiento esclavo?». O lo que es lo mismo, para qué queremos tantos medios de comunicación si el poder es capaz esclavizar todos sus mensajes.

Desde los grafitos pompeyanos hasta las pintadas en un muro desvencijado, ciertos individuos se han empeñado en contradecir los mensajes ritualizados desde el poder a lo largo de la historia de la humanidad.

Lo que nadie alcanzó a predecir es que habría una herramienta tan potente como Internet, capaz de dar cobijo a millares de individuos dispuestos a corregir los errores y las mentiras del poder. Hoy esto es posible porque una legión de blogueros se empeña, a diario, en cuestionar la voz de los poderosos, y con sus diminutas bitácoras forman un corpus que escupe a las falsedades fabricadas en los cenáculos del poder.

En estos momentos los poderosos son estos blogs que descarnan las mentiras del poder y las hacen circular por el blogomundo, a pesar de las censuras y los ataques a la libertad de expresión tantas veces repetidos.

El camión de la basura

26.6.07


Los sueños que fabricamos mientras dormimos van a parar a los contendores de la basura. Por eso la recogida de residuos se hace de noche. Por eso y porque quienes vacían los contendores son seres de otro mundo que los llevan a reciclar hasta obtener una sustancia neutra e inofensiva.

El peligro de esa empresa está en los lixiviados que, después de percolar, contaminan la tierra con sustancias de superación, voluntad, empatía y ternura.

Metafísica de la limpieza

25.6.07


Mientras friego el poyo de la cocina me acuerdo de Platón. Él nunca tuvo que decidir entre el amoniaco o el oxígeno activo para obtener una limpieza más eficaz.

Maquinilla desechable

24.6.07




La inocencia de un niño se la lleva la primera rasurada de la cuchilla de afeitar. Se la lleva sujeta en un hilo de sangre esa hoja de acero que es el tiempo. Un tiempo desechable. Y en la niña la flor de la fecundidad o alrededores. Y no hay marcha atrás.



Probidad

23.6.07




Entre el deber y el desear hay un largo pasillo de remordimiento.



Intervención quirúrgica

22.6.07




Entró en el quirófano con toda la ilusión del mundo. Lo iban a operar de los malos pensamientos. Pero el cirujano se equivocó y le extrajeron las ideas más peregrinas. Desde entonces su única lectura es el Boletín Oficial del Estado.



Testamento

21.6.07


Nombro herederos universales de esta bitácora a sus verdaderos dueños: los lectores.

Sigilo

20.6.07


Si el silencio de los ascensores es inquietante, qué decir del mutismo en la consulta del médico.

Pensadores

19.6.07




La función del filósofo es como la de aquella boya que, en mitad de la mar y entre la niebla espesa insiste, solitaria, en tañer su campana para que los barcos no encallen en la arena o se rompan contra los acantilados.



Castillo de naipes




Lu-Chi Ai-ti acudió al gran maestro para que le aconsejara sobre las adversidades que el destino, a veces, depara.
–Sabio anciano –interpeló–. Si después de colocar con trabajo y esmero cada pieza importante de mi vida, el infortunio se empeña en derribarlo todo como si fuera un castillo de naipes, ¿debo abandonar toda empresa y rendirme a la indolencia?
El anciano lo miró, extendió sus manos y cerró sus párpados. Permaneció callado durante un tiempo que a Lu-Chi le pareció eterno. Luego dijo:
–No eres tú quien contiene a la existencia dada sino ella quien te contiene a ti. Tú eres ese destino que se derrumba en un instante y quien al acto debe levantarse. No te abandones a la suerte porque tú eres el azar mismo de esa carta caída y levantada hasta la eternidad.



Resistir o morir

17.6.07


A la capacidad para superar las tragedias o el dolor emocional y a la aptitud para continuar con un proyecto de futuro, aun durante la época adversa, se le denomina resiliencia. Por ello una buena ducha de estoicismo no nos vendría mal cada mañana.

Flor de Antínoo

16.6.07


A Páncrates de Alejandría se le atribuye la máxima de que «en el amor todo aquello que no se realiza termina agrandándose y se convierte en algo fantasmal y frustrante que el paso tiempo no logra menguar».

Despedidas

15.6.07


En un almuerzo de despedida, los comensales reunidos parecen compadecer a la persona que se marcha del espacio público compartido con ellos los últimos veinte años. El adiós les lleva a emitir discursos afectuosos nunca antes pronunciados. Parece que se apenaran por su marcha. Pero lo que no perciben, en el fondo, es que esa persona se lleva, en su retirada, parte de ellos en el tiempo que fue compartido.

Adagio

14.6.07


Esquilo confiaba en la justicia de los dioses pero reconocía que tan sólo por la vía del sufrimiento se logra conocer la realidad del mundo: «Por el dolor a la sabiduría», solía referir y, por tanto, más necesario que rezar es tomar un calmante.

Corazones ciegos

13.6.07


A menudo he escuchado en una conversación entre hombres: «no me explico cómo esa mujer puede tener como pareja a ese mentecato». La respuesta puede ser más simple que la pregunta: es porque, en el fondo, son muy parecidos. Si no cómo explicar que una jueza se enamore de un camello que la surte de drogas y hasta la ‘castiga’. Será por aquello de que el amor es ciego o, al menos, nubla la vista.

Retrasos

12.6.07


Tengo un grave problema con los lugares de espera. Se me demora todo. Me para la mujer de la limpieza, el niño y el anciano; me detienen los amigos y los conocidos; me pausan quienes quieren saber y quienes lo saben todo.

Quieren que les escuche y yo, que me nutro de palabras, me detengo y les miro a la cara y no puedo seguir adelante, aunque nunca llegue puntual al destino. Y entonces recuerdo aquello que escribió Cioran que «la puntualidad es una variedad de la ‘locura del escrúpulo’».

Avenencias

11.6.07


–Después de tantos años casado cómo es que no te has divorciado todavía.
–Mi mujer y yo mantenemos fuertes discrepancias sobre el prelavado. Pero por lo demás bastante bien.

La bitácora maldita

10.6.07


El discurrir del viaje a veces se antoja llevadero. Anotas los sucesos con suma facilidad como dejándose rodar en el tiempo. Pero hay días que abres la bitácora y ves ese cuaderno que se transforma en maldito, donde debes anotar el suceso de un día que no ha sucedido. Porque existen en la vida días inexistentes o improbables que se han borrado de la memoria y no están. Quién puede rememorar lo que le ocurría, pongamos al azar, un 19 de febrero de 1991 a las 9 de la noche.

Escurrir el bulto

9.6.07


Me lo encuentro sentado en el parque sin echarle de comer a las palomas en actitud serena, como quien medita algo intrascendente. Me acerco y le pregunto: «qué haces».
Levanta una de sus cejas y cierra el ojo contrario antes de responderme.
–Trato de sortear el destino aciago.
–Eso qué es.
–Algo así como escurrir el bulto.
–No sabes que la inacción nos despersonaliza.
Entonces fue cuando se incorporó bruscamente y me dijo medio enojado:
–Siempre he procurado que en la escuela no me preguntaran la lección; que en la mili no me cayera algún castigo; que en el trabajo no toque atender los asuntos más engorrosos; y que en la sociedad no me señalen con el dedo. Porque como dice un proverbio chino: «el clavo que sobresale siempre recibe un martillazo».
Y se marchó sin despedirse.

Hospital

8.6.07


Lo malo de acudir a un centro hospitalario es la sensación de fragilidad que sientes cuando comienzas a encontrarte gente conocida gravemente enferma.

Mientras pensaba en esto vi que salía con un volante médico en las manos. Se acercó hasta mí y sin mediar palabra me dijo: «Me van a ingresar en la morgue. Me han diagnosticado que estoy muerto».