El discurrir del viaje a veces se antoja llevadero. Anotas los sucesos con suma facilidad como dejándose rodar en el tiempo. Pero hay días que abres la bitácora y ves ese cuaderno que se transforma en maldito, donde debes anotar el suceso de un día que no ha sucedido. Porque existen en la vida días inexistentes o improbables que se han borrado de la memoria y no están. Quién puede rememorar lo que le ocurría, pongamos al azar, un 19 de febrero de 1991 a las 9 de la noche.
La bitácora maldita
10.6.07
El discurrir del viaje a veces se antoja llevadero. Anotas los sucesos con suma facilidad como dejándose rodar en el tiempo. Pero hay días que abres la bitácora y ves ese cuaderno que se transforma en maldito, donde debes anotar el suceso de un día que no ha sucedido. Porque existen en la vida días inexistentes o improbables que se han borrado de la memoria y no están. Quién puede rememorar lo que le ocurría, pongamos al azar, un 19 de febrero de 1991 a las 9 de la noche.
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10 apostillas:
Yo hoy domingo sí puse mi bitácora del día. te la dedico.
Cuando era niño, e incluso alguna vez siendo ya adulto me he sorprendido pensando en lo contrario. Por ejemplo, un 19 de febrero de 1991 a las 9 de la noche pensé si me acordaría un 11 de junio de 2007 en que había pensado en esta última fecha.
Una de las aficiones más enigmáticas que conozco es la de llevar un diario. Lo he hecho durante largas temporadas. O sea que podría decirte (muy probablemente) qué hacía ese 19 de febrero de 1991 a las nueve de la noche. Sin embargo, cuando lo releo tengo la impresión de que no soy yo, que eso pasó pero que es como una piel desaparecida (como la de las serpientes)que ya no existe y no sé si existió. Además, la ordenación "real" de los acontecimientos que tuvieron lugar no tiene nada que ver con el recuerdo que tienes de ellos. Es como si vivieras dos vidas. Los diarios permiten ese doble juego, pero es a menudo un juego doloroso.
Pues si no lo sabes te lo inventas. Algo así como: "Querido diario, hoy hemos ido de excursión con la familia y... y... y... y ha venido un ovni y nos ha abducido a todos menos a la yaya" :-P
Es la pereza que me da a mi abrir un blog...No todos los días merecen una reseña; incluso algunos mejor relegarlos al último rincón; no digo olvidarlos porque eso es imposible. Saludos, buen día.
Javi creo que eres el nuevo escritor de Albanta, me encantó tu relato. Saludos y ánimo, sigue escribiendo...
El traje que vestí mañana
no lo ha lavado mi lavandera.
C.V.
Claro esa es la paradoja de la vida y del que escribe por supuesto. En pintura se dice que hay que saber mentir muy bien para engañar al que mira y que asi vea lo que el pintor quiere mostrar.
Y lo peor de todo es que eso lo que te preguntan si eres sospechoso/a de algún crimen. Mejor recordar selectivamente. ¿Quién podría soportar el peso y el recuerdo de tantos y tantos días vacíos? Besos, querido amigo.
Respirar casi con total seguridad.
Pero ahora, visto en el tiempo, habría buscado un 1 para para acabar la frase y que la sesión numérica hubiera sido capicúa.
Hacía frío.
De nada
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