Mostrando entradas con la etiqueta Thomas Szasz. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Thomas Szasz. Mostrar todas las entradas

Discernimientos

11.4.15



Según Thomas Szasz «el pensamiento lúcido requiere más valor que inteligencia». Razonar de manera clara, en un mundo de ideas de ideas opacas, más que audacia requiere osadía.



En el centro de salud

7.5.13



—¿Es usted el último? No le había reconocido señor Szasz. Este sistema público cada día es más una locura.
—La locura es la única reacción sana para una sociedad enferma.
—No me dirá que no se siente uno un número.
—Clasificar a los pensamientos, sentimientos y comportamientos como enfermedades es un error lógico y semántico.
—Luego están todas esas personas aburridas que nada tienen que hacer y vienen aquí.
—El aburrimiento es la sensación de que todo es una pérdida de tiempo.
—Es un sistema que requiere calma.
—El aburrimiento es el sentimiento de que todo es un desperdicio de tiempo; la serenidad, de que nada lo es.
—Más que al médico, muchas de estas personas debería ir al psicólogo.
—Aunque quizás no lo sepamos, hemos, en nuestros días, atestiguado el nacimiento del Estado Terapéutico. Esta es tal vez la mayor implicancia de la psiquiatría como una institución de control social.
—¿Psiquiatría o psicología?
—No hay psicología; sólo hay biografía y autobiografía.
—Son los nuevos curas del siglo veintiuno.
—En el pasado los hombres creaban brujas: ahora crean pacientes mentales.
—Un lavado de cerebro.
—La plaga de la humanidad es el miedo y el rechazo de la diversidad: el monoteísmo, la monarquía, la monogamia. La creencia de que sólo hay una manera correcta de vivir, sólo una forma de regular el derecho religioso, político, sexual, es la causa fundamental de la mayor amenaza para el ser humano: los miembros de su propia especie, empeñados en asegurar su salvación, seguridad y cordura.
—La anulación del individuo.
—Desde la revolución Freudiana, y especialmente desde la Segunda Guerra Mundial, la fórmula secreta ha sido esta: si quieres desvalorizar lo que una persona está haciendo, llama psicopatológico a su acto y llámalo a él mentalmente enfermo; si quieres exaltar lo que una persona está haciendo, llama psicoterapéutico a su acto y llámalo a él sanador mental.
—No somos clarividentes.
—Pensar claramente requiere coraje más que inteligencia.
—Y eso se paga.
—Los hombres son premiados y castigados, no por lo que hacen, sino más bien por la manera en que sus actos los definen.
—Son los damnificados del sistema.
—El proverbio advierte que "no deberías morder la mano que te alimenta". Sin embargo, quizás deberías, si te impide que te alimentes por ti mismo.
—Deberíamos reírnos de todo esto.
—Cuando una persona ya no puede reírse de sí mismo, es hora de que otros se ríen de él.
—Y de volver a ser niños.
—Los adultos atribuyen la felicidad a los niños, y los niños, a los adultos.
—¿Una doble equivocación?
—Dos errores no hacen un acierto, pero hacen una buena excusa.
—Andamos siempre tan equivocados.
—Un niño se vuelve adulto cuando se da cuenta de que tiene derecho no solo a tener razón sino también a equivocarse.
—Es usted un maestro.
—Un maestro debe tener la máxima autoridad y el mínimo poder.



En el supermercado

12.6.12




―Ve usted, señor Ovidio, los precios cada día más caros y los salarios más cortos.
―Compra lo necesario, no lo conveniente.
―Es difícil con tanto donde elegir.
―La abundancia me hizo pobre.
―La opulencia es la madre del deseo.
―No se desea lo que no se conoce.
―A pesar de ello, el consumo fatiga.
―Se hace ligera la carga que se sabe llevar bien.
―Pero cómo hemos podido llegar a esta locura.
―Las causas están ocultas. Los efectos son visibles para todos.
―Sí, se nota y no sé cómo vamos a salir de este agujero.
―La gota horada la roca, no por su fuerza sino por su constancia.
―No bastará con ser tenaz.
―Nada hay más fuerte que el hábito.
―Sí, la miseria.
―Sé paciente y duro; algún día este dolor te será útil.
―Para qué quiero el sufrimiento si con él no se hace justicia.
―El objeto de la leyes es impedir que los fuertes se salgan siempre con la suya.
―Entonces, hay esperanza aún.
―La esperanza hace que agite el naufrago sus brazos en medio de las aguas, aún cuando no vea tierra por ningún lado.
―Habrá que esperar a ver un faro al menos.
―Apresúrate; no te fíes de las horas venideras. El que hoy no está dispuesto, menos lo estará mañana.
―Estamos a disposición de lo que se avecina pero no parece un plato de buen gusto.
―El placer más seguro es el menos placentero.
―Más que placer, es una situación de inutilidad.
―Nada es más útil al hombre que aquellas artes que no tienen ninguna utilidad.
―Entonces igual que sus poemas, aunque los lectores piensen de otra manera.
―Los grandes poetas no necesitan un lector indulgente: agradan a cualquiera por difícil que sea de complacer.
―Siempre hubo quien le envidió.
―Aprender es lo correcto, aunque sea del enemigo.
―¿Hacia dónde va?
―Huyo de lo que me sigue; voy detrás de lo que huye de mí.





«Cuando una persona ya no puede reírse de sí mismo, es hora de que otros se ríen de él.» Thomas Szasz

Llamamiento

23.4.12




Si escribo no es por escribir, es por estar vivo.






15-M Lo imposible tarda un poco más»

«Entre los animales es 'comer o ser comido', entre los seres humanos, 'definir o ser definido'.» Thomas Szasz

Educación

21.2.12




—Mucho meneo en la Educación, señor Frato.
―En la institución escolar no ha cambiado nada porque se ha dejado completamente al margen de este proceso de transformación a los profesores.
―Y las consecuencias posteriores.
―La escuela no cambia, continúa siendo de complemento, permanece la selección aunque desplazada hacia los niveles superiores, los institutos, las universidades y el trabajo; sube el porcentaje de analfabetismo funcional, es decir, el número de los que nunca utilizan los instrumentos culturales más elementales propuestos por la escuela: la lectura y la escritura.
—¿Puede que ahí radique parte de su fracaso?
—Paradójicamente, podríamos afirmar que tienen éxito en la escuela los que no la necesitan. La escuela, que debería contribuir a introducir la igualdad entre los ciudadanos, por el contrario alimenta las diferencias.
―Siempre ha dado lugar a la controversia.
—Nuestra escuela hoy vive prácticamente en la 'ilegalidad', en la incapacidad de aplicar sus propias normativas y con el temor de que aparezcan otras nuevas, aún más avanzadas.
—Vienen más cambios.
―Una reforma real de la escuela debería nacer de los que trabajan en ella, como exigencia de nuevos niveles profesionales, para la construcción de los cuales deberían utilizarse todas las energías actualmente disponibles.
—Me parece que cuentan poco.
—El profesor no es el saber sino el mediador del saber.
―Que no encuentra respaldo.
—La escuela asume el papel de entidad educativa por antonomasia, amplía su duración y multiplica objetivos y actuaciones. Las familias piden a la escuela que dé más y que compense las deficiencias familiares y sociales. La escuela se convierte es un lugar de sociabilización, de recuperación, de terapia...
—Debe ser por eso tanto control.
—La escuela disfruta de la diversidad. Los puntos de vista distintos constituyen el motor indispensable de la acción educativa: ponen de manifiesto contrastes o contradicciones, solicitan comparaciones progresivas y profundizaciones posteriores.
—Y ser un indicador.
―La escuela debe ser capaz de leer la realidad concreta que rodea al niño. La geografía es la de su barrio; la historia, la de su familia.





15-MNo quiero ir en la chepa de mi padre hasta los 30»

«La plaga de la humanidad es el miedo y el rechazo de la diversidad: el monoteísmo, la monarquía, la monogamia. La creencia de que sólo hay una manera correcta de vivir, sólo una forma de regular el derecho religioso, político, sexual, es la causa fundamental de la mayor amenaza para el ser humano: los miembros de su propia especie, empeñados en asegurar su salvación, seguridad y cordura.» Thomas Szasz

Precio

19.2.11



El antisiquiatra Thomas Szasz defiende que «cada acto de aprendizaje consciente requiere la voluntad de sufrir una lesión en la propia autoestima. Es por ello que los niños pequeños, antes de ser conscientes de su autoestima, aprenden más fácilmente.» La pérdida de inocencia tiene un alto precio aunque nunca igual al coste de no alcanzar la ilustración.