Barbaries

17.11.17



Existe algo peor que la ignorancia: el desprecio por saber.



Tesoros

16.11.17



Hay personas que son muy afortunadas, no porque sean ricas, tengan buena estrella o posean cualidades rutilantes. Lo son porque tienen la suerte de vivir rodeadas de otras personas que son capaces de darles lo que ellas no dan y aguantarles lo que ni ellas mismas se soportan.



Sandeces

15.11.17



Hay personas que si les argumentas dos frases tratan de descalificarte llamándote filósofo.



Escribir la vida

14.11.17



Si escribo tanto en Internet es porque vivo mucho fuera de él: ahí es donde río, amo, me preocupo, camino por las calles, me siento débil, tengo momentos efímeros de euforia y otros de enojo, tengo gotas de alegría como rocío, templo la amistad y contemplo el calmo amanecer en los ocasos.



Tiempo gastado

13.11.17



Esencialidad de la existencia: resolver las mañanas a golpe de trabajo y compromiso. Las tardes con ocasos de sol y paseos largos. Y las noches con remedios oníricos. Calculo que la resolución de mi vida pasa por una ecuación muy simple: despejar la incógnita del tiempo gastado.



Resistencia vital

12.11.17



Arrojarse contra el mundo es un suicidio. Esperar que cambie es abonarse a una muerte lenta. Resistir hasta que el cuerpo aguante es la hoja de ruta.



Obsequios

11.11.17



Más del noventa por ciento de la población cree que un libro es un objeto especialmente bueno para regalar a los demás. Si la gente leyera en la misma proporción el mundo estaría salvado.


#DiaDeLasLiberias

Malos tratos

10.11.17



Hay que maltratar la escritura hasta violentarla, extremarla hasta casi su extinción, porque del forzamiento surge la creatividad.



Incandescencias

9.11.17



Basta con encender la pequeña luz del recuerdo, en la oscura nada de la inmensidad, para que sigan vivos quienes ya no están.



Quijotina

8.11.17



Luchar, siempre hay que luchar, sean gigantes o molinos de viento, da igual.



Camino equivocado

7.11.17



De los extravíos nacen, la más de las veces, los hallazgos más inesperados.






Detención

6.11.17



Los canallas albergan esperanzas de detener el mundo. Sus miserias las arrastran en forma de censura.

Momentáneo amor

5.11.17



Solo lo besó una única vez con una ternura inmensa. Y en ese beso supo que ella nunca sería su amante porque solo lo quiso aquel instante. Y cuando quiere saber qué es la eternidad piensa en aquel beso y vuelve al mismo lugar donde ella sonreía.



Cómputos

4.11.17



No midas a tu contrincante por su tamaño, calcúlalo por su tenacidad.



Contestatarios

3.11.17



Los inconformistas caminan dos pasos más adelante que el pelotón de los consentidos.



Laureles

2.11.17



Los premios se deben recibir cuando aún se es joven; los aplausos cuando se fracasa; y el reconocimiento cuando se representa una opción minoritaria. El paso de los años hace innecesarias las alharacas y resta importancia a lo anecdótico.



Incontables

1.11.17



Curioso, pero no habrá un narrador del último humano vivo.



Enigmas irresolutos

31.10.17



El único esoterismo verdadero es el de los mercados económicos porque es un misterio saber cómo tan pocos engañan a tantos.



Sempiternos

30.10.17



No morimos, definitivamente, porque quedamos en todas aquellas cosas que hemos amado.



Cambiar la hora

29.10.17



Siempre recordaré aquella familia, peculiar familia del barrio de mi infancia: los Briones. Su presencia era llamativa porque vivían hacia adentro, hacia esas reglas de intimidad secretas que tanto nos llamaban la atención. 



El clan familiar gobernado por la madre, una mujer alta y corpulenta que lucía una gran cabellera plateada, casi blanca; cuya figura a raíz de la muerte de su hija mayor durante un parto primerizo, se agrandó por su presencia enlutada. Los demás integrantes del núcleo familiar aparecían a la sombra de de la voluntad de aquella mujer. 



Sin ser malos vecinos, entre la chiquillería corrían mil historias fabuladas sobre las cosas que ocurrían en aquella casa. La más famosa de las anécdotas era que, cada noche, se reunía con todos los parientes difuntos en animada charla, y durante horas hablaban de todos los asuntos cotidianos como si aún pertenecieran al mundo de los vivos.



Cuando se produjo en primer cambio de horario de verano, los Briones se negaron a aceptar aquella imposición, porque dada su manera de ser iba contra su naturaleza. Y si alguien les preguntaba qué hora era le respondía lo que su reloj marcaba, explicando que se trataba de la hora antigua y no de la nueva. Algo que nos parecía ridículo y poco apropiado para entrar en esa modernización de los usos urbanos.



Pasados los años no solo los entiendo en su rebeldía y, es más, sino fuera porque ahora son solo trazos de recuerdos, me solidarizaría con ellos y me podría en su lugar, para dar la hora antigua al que pasara por mi puerta.