Fantoches

17.2.08



Embobado desde su corta edad los contemplaba subir al cielo con preocupación porque ardieran. Aquellos monigotes montados sobre una varilla de alambre y forrados con papel crepe de distintos colores, abrían el apetito de la imaginación por saber hasta qué mundos lejanos serían capaz de viajar y quién los habitaría. En algunos seres humanos la nostalgia por desanclarse de un lugar parece innata.

Ruinas

16.2.08



La decadencia exige cierto estilo. Es semejante a un viejo bar de oficiales, privado y exclusivo, donde trasnochados militares con castrense parsimonia se reúnen en torno a sus ruinas. Beben y fuman y, a veces, hasta charlan para contar historias repetidas.

Asertos

15.2.08



El escritor Ambrose Bierce define el amor, en su obra El diccionario del diablo, como «la insania temporaria curable mediante el matrimonio, o alejando al paciente de las influencias bajo las cuales ha contraído el mal. Esta enfermedad, como las caries y muchas otras, sólo se expande entre las razas civilizadas que viven en condiciones artificiales; las naciones bárbaras, que respiran el aire puro y comen alimentos sencillos, son inmunes a su devastación. A veces es fatal, aunque más frecuentemente para el médico que para el enfermo». Me parece que alguien deberá dedicarse a recoger los despojos del día de ayer.


Efecto lupa

14.2.08



Atrofiada, a veces, nuestra agudeza visual como si sufriéramos la enfermedad de los ojos de gato, una mirada desproporcionada nos facilita la comprensión del mundo. Mirar con exageración aquello que nos rodea es una metáfora del latido cotidiano.






Historia

Silogismo de la duda

13.2.08



Las certezas de hoy, ayer sospechas; mañana incertidumbres. La realidad mutable nos moldea como a figuras de plastilina.


Resquicio

12.2.08



Wilde, a quien Borges definía como homo ludens, escribe que «la coherencia es el último refugio de los carentes de imaginación”. Juego de contrarios con el que uno se puede mirar al espejo con cierta decencia cada mañana.

Neotenia

11.2.08



La infancia de los humanos es, en comparación con la de otros simios, excesivamente larga. El periodo de juventud crece por momentos y se acerca a la cuarentena. Los viejos son mayores y para ganar la ancianidad o se logra ser nonagenario o centenario, o no tienes el honor de llegar a ser viejo. Al estiramiento de piel hemos añadido este otro del alma. La humanidad se acerca a la edad de oro soñada de la eterna juventud o hacia su extinción.


Actores

10.2.08



Acabamos, pasado del tiempo, por interpretarnos a nosotros mismos. Eso sí, tratamos de ser fieles a la mejor función representada, a ese papel que nos hizo protagonistas de nuestra vida. Y en los peores momentos sobreactuamos.

Alegato contra la tristeza

9.2.08



¿Un chispazo de alegría o un lingotazo de serotonina? ¿Repensar el mundo o contemplarlo con otra mirada? ¿Hay vacuna?

Medidas

8.2.08



A menudo escucho discutir sobre el tamaño de las cosas. Si importa o no. Hay para todos los gustos. Dependiendo de qué, sí es trascendente. A mí me interesa el tamaño de la paciencia, de la esperanza y de la empatía. El de la resistencia, el del respeto y el de la responsabilidad. Sin olvidar la generosidad, la humildad, la solidaridad y la justicia. Hasta el grosor de la tristeza me afecta. Y, principalmente, el del apego.

Isla Decepción

7.2.08



Un lugar de retiro para todos los que escriben y son incapaces de hacerse entender. En el círculo polar antártico donde el pensamiento siente frío y se congelan las palabras.

Declives

6.2.08



Decía un viejo filósofo que con la edad todo se agota, incluso el cinismo. Pienso que todo no, la estupidez persiste intacta. El necio subsiste inalterable hasta el final.

Desarreglo hormonal

5.2.08



Transforma el sexo en erotismo. Ríe sin necesidad de beber. Ama más allá del amor convencional. Todo lo que fue idolatría y paroxismo ahora es impasible ademán.

Pensamiento global

4.2.08



Borges imaginó una biblioteca universal contenedora de todas las combinaciones alfabéticas en todos los idiomas. Internet comienza a estrechar el cerco al sueño borgiano. Pero qué pensaría una cabeza que pudiera soportar todos los pensamientos humanos unidos en la totalidad de todas las épocas.


Memento

3.2.08




Mañana es lunes, que nadie se olvide de ello. A excepción de quienes para entonces estén muertos y no tengan que levantarse. Para el resto sí vale este recordatorio. Me refiero a los angustiados porque tienen cita médica y esperan recoger un diagnóstico; a los deprimidos porque se enfrentan al desamor; a los preocupados por superar el estrés de un examen; a los indiferentes por soportar el tedio del mundo; a los concienciados por calmar su ansiedad; a los inquietos por afrontar la dura tarea laboral; a los desesperados por fichar en la oficina del paro; a los infelices que vivirán el mundo sin fortuna; a los menospreciados por el ninguneo de su integridad; a los fastidiados del domingo al recordar qué día de la semana sigue. A todos los mártires de este lunes.



Enemistades

2.2.08



Antístenes aconsejó: «Consulta el ojo de tu enemigo porque es el primero que ve tus defectos». El inconveniente es cuando el enemigo, en plena ceguera, concibe mentiras e iniquidades.

Conocimiento

1.2.08



Hay personas que se inventan un mundo propio para poder vivir en el ajeno. Hay quien sufre un padecimiento y quien lo goza. Quien aprende a enfrentarse a su destino con resistencia y quien se resiste a soportarlo. El ser humano entrecruza sus repuestas para un mismo hecho. Como escribiera Henri Delacroix, «el conocer es el corazón mismo del ser».

Fortunas

31.1.08



Refiere Galbraith en su obra La sociedad opulenta que «la riqueza constituye un implacable enemigo de la inteligencia. El hombre pobre siempre tiene una visión precisa de su problema y de su remedio: no tiene suficiente y necesita más. El rico puede suponer o imaginar una variedad mucho mayor de infortunios y, por lo tanto, se encontrará mucho menos seguro de su remedio. Al mismo tiempo, y hasta que no aprenda a vivir con su riqueza, evidenciará una perceptible tendencia a emplearla con fines equivocados o hacer el ridículo».

En cambio el corolario popular repite de aquellos que amasan fortunas que son unos tipos ‘listos’.

Asonancias

30.1.08



Cada día al pasar la veía sentada al sol en el parque. Inmóvil como ausente. Su curiosidad, después de muchos meses, lo llevó a regalarle una pregunta: «me podría decir qué hace usted aquí». La mujer sin sorprenderse ni inmutarse le contestó:
–Escucho el tiempo pasar.
–Y a qué suena– la interrogó.
–Su sonido huele a manzanas podridas y a deseos incumplidos. Resuena a vaciedades y arrogancias. A veces se oyen como chasquidos de tristeza, rumores de infancia. Otras suenan voces olvidadas y ecos que parecen eternos. Es un ruido de fondo indeleble.

Nociones

29.1.08



Boris Vian en ‘La hierba roja’, quizás el libro más autobiográfico que escribió, dice por boca de uno de sus personajes:

Me robaron dieciséis años de noche, señor Brul. Me hicieron creer, en primero de Bachillerato, que mi único progreso debía consistir en pasar a segundo... En sexto, tuve que hacer la reválida... y luego, un título... Sí, pensé que tenía un objetivo en la vida, Brul... y no tenía nada... Avanzaba por un pasillo sin principio ni fin a remolque de unos imbéciles, precediendo a otros imbéciles. Envolvemos la vida con diplomas. Del mismo modo como te envuelven los polvos amargos con cápsulas, para que te los tragues sin darte cuenta... pero ve usted, señor Brul, ahora ya sé que me habría gustado el verdadero sabor de la vida.

Más tarde que pronto aprendemos las grandes enseñanzas.