Cuando la policía lo encontró no pudo decir nada porque le habían robado las palabras.
Robo
21.3.07
Cuando la policía lo encontró no pudo decir nada porque le habían robado las palabras.
Etiquetas: cuentos diminutos
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7 apostillas:
Y segurísima estoy que se las robaron los propios policías...
menos mal que tú no fuiste la víctima ;)
un abrazo
Brutal...!!!
Hay quienes se autosecuestran las palabras y las ideas.
Si era un bloguero conspicuo sin duda es el peor robo que puede haber. ¿Qué tenemos sino las palabras? Sólo tenemos las palabras, y si nos las quitan...
Lo cierto es que cada vez escuchamos palabras más vacías. Hay quienes, hartos de decir siempre lo mismo, necesitan robar frases a otras personas, quizás más normales. Los torrentes de los libros pueden ayudar a recuperar las palabras robadas, secuestradas, asesinadas y prostituídas.
Una vez más, te superas. Buenísima.
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