Inobedientes

19.12.24

 

No hay que hacerle caso a nadie, en todo caso extraer de las equivocaciones el conocimiento justo para avanzar.



Rendidos

18.12.24

 

Ante una persona amable solo cabe ser amable también.



Amontonados

17.12.24

 

Llega un momento donde las impresiones solapadas sobre otras previas nos otorgan un profundo latido existencial.



Tal cual

16.12.24


A las personas se las ama como son, sin correcciones.



Chupasangres

15.12.24

 

Dorotea arrastraba a diario su carrito de la compra por un itinerario invariable. Nadie la vio nunca comprar nada en ninguna tienda o comercio del barrio. Su vecina Adriana recelaba de ella y sospechaba que algo se traía entre manos. Bajo aquella apariencia de mujer distraída y solitaria, latía algún asunto turbio. Un día se plantó delante de Dorotea interrumpiendo su camino y la interrogó sobre el contenido del carrito. Ella, con una tierna sonrisa, le contestó: «cabezas». La palabra le rebotó dentro como si fuera un eco, mientras veía como se alejaba la mujer. ¿Cabezas?, sería una asesina en serie que mutilaba los cuerpos y los transportaba hasta un vertedero, pensó. Y de inmediato corrió tras de Dorotea para pedirle más explicaciones. «¿Cómo que cabezas?», la interpeló. «Sí, hija, cabezas de ajo, porque no sé si te has enterado de que, con la llegada del buen tiempo, ha comenzado la temporada de vampiros y están por todos lados».



Saciables

14.12.24


El vaso de agua nunca tiene sed.



Fatum

13.12.24

 

El amor no es una elección.



Hilaridad

12.12.24

 

Cuando la verdad parece un puro chiste, la gente ríe sin pararse a pensar.



Catábasis

11.12.24

 

Si has estado alguna vez en el infierno lo que menos esperas es poder salir de allí.



Por los jardines de la serenidad

10.12.24

 

—Hace una tarde estupenda y aun así siento que somos prisioneros en una botella de cristal cuyas paredes transparentes nos hacen creer en la ilusión de la libertad.

—El sentido de la vida es que termina, y en su final encontramos su mayor verdad. No es la felicidad lo que buscamos, sino la intensidad; algo que ilumina la monotonía y el gris de los días. La vida es un resplandor fugaz entre dos oscuridades.

—Y tanto que lo es, pero en ese intermedio entre una nada y otra nada, cuál es el relleno. 

—No vivimos para nosotros solos. Vivimos en compañía, en la memoria, en el amor de los otros. Cada uno tiene su propio tiempo, su propio ritmo, y la vida se despliega en estos latidos. Lo importante no es lo que hacemos, sino lo que sentimos mientras lo hacemos.

—Lo que sentimos en toda su extensión.

—La vida no es una cadena de episodios, sino una corriente de conciencia en la que lo más trivial y lo más profundo coexisten. Los pequeños actos y las percepciones fugaces son lo que realmente constituye la vida que es, a la vez, aterradora y maravillosa. Solo necesitamos aprender a sostener ambas emociones sin caer.

—Un diccionario es una cárcel de palabras?

—Desde luego, es posible atrapar las palabras y disponerlas por orden alfabético en los diccionarios. Pero las palabras no viven en los diccionarios, viven en la mente. La prueba es que, en los momentos de emoción, cuando más necesidad tenemos de ellas, no encontramos ninguna. Y, sin embargo, allí está el diccionario a nuestro servicio, con medio millón de palabras en orden alfabético.

—Nadie debería decirnos si la escritura es mala o buena porque no hay otro valor que el placer de su creación.

—Escribir lo que uno quiere escribir, es lo único que importa; y que eso importe por siglos o por horas, es lo de menos. La tarea del escritor no es sólo registrar lo visible, sino captar lo invisible, las corrientes subterráneas de pensamiento y emoción.

—Y algunas cosas más.

—El escritor se dirige no solo al lector presente, sino al lector del futuro, a quien le entrega la antorcha. Escribir es ese interminable intento de capturar lo imposible. No hay nada más apasionante que sentarse ante una página en blanco y crear algo que nunca ha existido. Escribo para comprenderme a mí misma y al mundo que me rodea.

—En su ensayo ‘Una habitación propia’, sostiene que una mujer necesita tener ingresos y un lugar para escribir.

—Una mujer debe tener dinero y una habitación propia si va a escribir ficción. Imagina lo que hubiera escrito Shakespeare si hubiera tenido una hermana igual de talentosa que él, pero sin educación ni independencia.

—¿Y el amor es una ilusión?

—El amor no es solamente lo que das, sino lo que permite que otros descubran en ti. El verdadero amor es el que se mantiene en equilibrio entre dar libertad y sostener el corazón. El amor es más que físico; es el lazo de la comprensión, de la imaginación compartida.



Imantaciones

9.12.24

 

Lo asombroso de los lunes es que todos saben dónde tiene que ir.



Humor negro

8.12.24

 

Estaba muerto de risa cuando el forense contó el chiste de su fallecimiento.



Abjurados

7.12.24

 

Es difícil reconocer a ese otro yo que nos abandonó.



Vaciados

6.12.24

 

Llorar nos vacía de tristeza.



Fantasmagoria

5.12.24

 

No sé si existo o no pero me late el corazón.



Pérdidas temporales

4.12.24

 

Ahorramos tiempo para perderlo inmediatamente después.



Una salida por Djurgården

3.12.24

 

—Me alegra encontrarla esta tarde en el parque tan propicio para las parejas y el amor.

—Debes casarte por amor o arruinarás tu vida. [...] Estoy segura de que vas a hacer lo que todo el mundo considerará extremadamente imprudente, pero conociéndote como te conozco, creo que se te debe permitir hacer lo que creas mejor. Después de todo, el amor es un gran pacto.

—Isabel, usted escribió que el desamor puede ser devastador.

—El desamor provoca una sensación de estar muerta en vida. Es un estado en el que se anhela vivir plenamente, pero se siente como cenizas. Aunque ese amor puede causar dolor, también es lo que nos hace sentir vivas. A veces, desearía maldecirlo, pero reconozco su importancia en mi existencia.

—Suena como una lucha interna porque el tiempo pasa factura.

—Al llegar a una cierta edad, el atractivo de un hombre se vuelve insignificante en comparación con la alegría de la infancia. La inocencia y la pureza de un niño pueden ser más valiosas que las complicaciones del amor adulto.

—¿Maduró el mundo con el sufragio femenino?

—El derecho al sufragio es, sin duda, la reivindicación más elemental para las mujeres. Sin él, carecemos de independencia y personalidad jurídica. La igualdad política es la llave de la verdadera igualdad. Sin este derecho, las mujeres seguirán siendo ciudadanas de segunda clase.

—Y la Educación debe ser parte de este proceso de igualdad.

—Absolutamente. Las mujeres y los hombres no podrán ser verdaderamente iguales hasta que ambos sean educados con los mismos derechos y responsabilidades desde la infancia. La educación es fundamental para empoderar a las mujeres y permitirles participar plenamente en la sociedad.

—Pero no basta con exigir derechos, sino que también hay que asumir obligaciones. ——Hablar de igualdad implica una responsabilidad compartida. No se trata solo de obtener derechos, sino también de cumplir con nuestras obligaciones como ciudadanos. La igualdad no puede ser una carga para unos pocos; debe ser un compromiso colectivo.

—Su obra relaciona la familia y la identidad.

—Nunca olvidaré cómo me agradaba que mi madre dijera que yo era la imagen fea de mi tía. A pesar de ser un cumplido peculiar, me ayudó a aceptar mi identidad. Además, cuando regresé a Málaga y le mostré a mi madre el dinero que había ganado, sentí un inmenso orgullo. No eran solo números; era la prueba de que podía ganarme la vida y asegurar mi futuro.

—¿Y qué siente al pensar en el matrimonio en relación con su deseo de independencia?

—Cuando pienso en el matrimonio, siento lo mismo que cuando estaba en el convento: una sensación de atadura. No quiero estar atada. Valoro mi libertad y la posibilidad de ser dueña de mi propio destino.



Dudas certeras

2.12.24

 

Habremos llegado aquí por pura casualidad, no me cabe duda, pero lo cierto es que es donde estamos.



Genios

1.12.24


Miró el móvil. Le pareció un objeto frío y sin vida. En su pantalla oscurecida se reflejaba el paisaje del horizonte que entraba por la ventana. Ningún mensaje, ninguna llamada, sonido, alerta, requisitoria de su atención. En ese lapso de tiempo que le percibió demasiado extenso, comenzó a inquietarse. Después se sintió calmado y pensó que, como caja de Pandora, de allí salían todos sus males. A continuación, observó unas manchas sobre la superficie azabache y frotó con un paño de fieltro tres veces. Lo que sucedió, seguidamente, tenía muchas similitudes con lo narrado en un cuento oriental. Fue entonces que una voz casi humana le dijo: «despierta Aladino».



Poluciones

30.11.24

 

Las emociones nos contaminan de fabulosas mentiras.