Cadena perpetua

6.10.19



Desde el primer día de trabajo como psicóloga de la cárcel se sentía prisionera de su labor.



Encomienda

5.10.19



La amabilidad es una buena tarea cotidiana.



Pillastres

4.10.19



Recuerdo un chiste donde dos amigos se enfrentan al dilema de elegir entre dos gambas de diferente tamaño servidas en la tapa de un bar. Antonio se lanza decidido a coger la más grande por lo que es recriminado por su compañero, al entender Manuel que se trata de un gesto desconsiderado. Antonio le pregunta cuál hubiera elegido él, a lo que Manuel responde que la de menor talla. Entonces Antonio le explica que por eso cogió la mayor, ya que de todas formas su amigo nunca la hubiera elegido. 

El chiste desprende una moralina que viene a decir que quien es el más desconsiderado y listillo es quien se sale con la suya, actitud premiada socialmente por muchas personas. 

Pero existen otras soluciones que no plantea la historieta, como haber partido los mariscos por la mitad, desde la solidaridad, y hacer un reparto justo de la comida. Esta anécdota es el reflejo de muchos personajes a los que ampara la picaresca.



Invenciones cotidianas

3.10.19


Una persona habla sola en voz alta y piensa que está practicando un monólogo interior. Otra persona supone que ha abierto una puerta porque tiene la llave en sus manos (pero estaba abierta ya). Incluso yo mismo trato de evitar un bache que permaneció durante varios meses en la carretera, pero ya no existe. Gran parte de nuestro mundo trata de una realidad inventada que consideramos verídica, solo por el hecho de ser pensada, y que queda como tal si no es confrontada desde otro punto de vista.



Lucidez

2.10.19



A veces hay que tener la suficiente inteligencia como para desconocer aquello que nos duela. 



Meritorios

1.10.19



¿Cuántas veces no es rechazada una idea propuesta y, tiempo después, quien la rechaza la lleva a la práctica como un mérito propio?



Tiempo

30.9.19



El tiempo es como una película que nos contiene en toda nuestra existencia, desde el fotograma de nuestra gestación hasta los créditos finales que exponen lo que hemos sido. El presente es ese haz de luz que proyecta el fotograma del momento que vivimos, igual que otros momentos pasados por ese punto lumínico o futuros que se plasmarán sobre la pantalla de la nada. Pensamos en el tiempo como un vector que apunta hacia algún lugar, cuando apenas si se trata de una magnitud que se contiene a sí misma.



Beligerancias

29.9.19




Comenzaron la batalla muy temprano, a la hora del desayuno. Juntos se plantearon derrotarse durante la jornada que parecía larga. No cejaron en su lid mientras pasaban las horas, aunque hicieron un alto para el almuerzo. Tras comer amistosamente, mirándose a los ojos se contaron anécdotas y emprendieron su pelea cada vez más cruenta. En el camino fueron traicionándose, desangrándose, mutilando sus miembros cuando el día suspiraba con su última luz. Extenuados por su disputa mortal parecían abocados, cuando estaban a punto de desplomarse, a una extinción segura. Los salvó de la muerte una voz femenina: «¡Ya está bien de Play todo el día!¡A la cama!»



Ocultos

28.9.19



Me gustan los héroes cotidianos, los que trabajan día a día por hacer el mundo un algo mejor, tan alejados de todo reconocimiento y de la indolencia de la fama.



Maneras

27.9.19



A veces quien hace escribir es la urgencia; otras, la calma. Aunque quien mueve con más fuerza su noria es el agua enamorada.



Zalamerías

26.9.19




Un adulador es una persona que quiere obtener un beneficio ante su déficit de talento para conseguirlo.




Encuentros

25.9.19



Hoy he saludado a un viejo amigo al que no veía desde hace diez o quince años. Ha sido un encuentro breve y grato, donde en unos minutos hemos actualizado nuestra información vital. Tras un abrazo cariñoso y una despedida de buenos deseos, me he alejado de él pensando que cuando transcurra un lapsus de tiempo similar, igual alguno de los dos o los dos, podríamos haber dejado de existir. Es lo que tienen el paso de tiempo, todo lo convierte en anecdótico, incluido este juego deleitoso por disfrutar del resto de los días.



Iterativos

24.9.19



Entre los personajes que pueblan la urbanidad hay uno cuya principal característica es la invariabilidad. Siempre repite la misma frase (graciosa para él) sobre un mismo hecho. Por ejemplo, cuando hay una variación en la imagen corporal o la vestimenta de alguna persona que conoce, siempre repite: «¿Qué, ya vamos de fiesta?» Ante tanta repetición me pregunto si es la falta de memoria o de imaginación donde tiene fijados sus límites retóricos.



Desconcertados

23.9.19



Solo cuando eres capaz de sorprenderte puedes seguir creando.



Natalidad

22.9.19



Al principio el número era simple. Observado fríamente era solo un dígito. A la mañana siguiente se duplicó, pero siguió siendo una cifra inofensiva sin más, una pareja ordinaria. Para la noche había formado un trío y aquello le hizo gracia, siendo la hora que era. De madrugada le pareció escuchar un murmullo y, al levantarse, se apresuró para ver que el asunto creció hasta ser una familia numérica. Incluso se alegró de no estar tan solo. Los guarismos continuaron engordando con el paso de los días y en poco tiempo echaron raíces cuadradas y eclosionó la numerología, aumentando exponencialmente y con tan buen cálculo, que comenzó la crianza de números fraccionarios, trascendentales, complejos, hiperreales, superreales y surreales. Lo peor fue cuando le nacieron los irracionales y, especialmente, los negativos, y llegaron los primos con su alegría. El álgebra de los días se transformó en una multiplicación de elementos y su vida en una ecuación irresoluta, derivada de una abstracción logarítmica tan irrefrenable que el espacio euclídeo de su casa se transformó en módulo de un número hipercomplejo, donde permanece internado.



Poemas

21.9.19



Hay momentos de extrema levedad, de sutil presencia y un agudo lirismo de la existencia. Es entonces cuando comienza el poema.



Sorpresivos

20.9.19



El pensador pitagórico Ocelo de Lucania se preguntaba a menudo: «¿En qué me habré equivocado para estar acertado?» Las torpezas nos conducen a topar con otras certezas diferentes a las que esperábamos lograr.



Audiencias

19.9.19



Escribo para decir lo que callo ante quien no me escucha, y así expresar lo que otros sí quieren leer con generosidad.



Escenarios

18.9.19



Me recuerdo caminando por la gran ciudad sin ser nadie, bajo el paraguas de mis pensamientos, para no mojarme de la lluvia ácida de la soledad. Pasos alegres sobre el asfalto triste, la mirada en el horizonte de toda observación. Detalles de la vida urbana extendida sobre el paisanaje: un hombre fuma distraído mientras por dentro le golpean las ideas, arroja la colilla al suelo y la restriega con la suela de sus zapatos como queriendo aplastar lo que le atormenta; una colegiala con cara de ángel camina en su uniforme, ensimismada, con los calcetines caídos; una madre engancha las ruedas de su carrito en una grieta de la acera y ante la desesperación su bebé sonríe con el traqueteo; un albañil tira al suelo una bola de papel cuando empieza a hacer la digestión de su bocadillo; una persona digna dice que han complicado el mundo para que sigamos siendo ignorantes de lo que ocurre; una chica desde un cartel me invita a tomar una copa de coñac y me recuerda ‘que es cosa de hombres’; el chófer del autobús le escupe una mirada a último viajero que sube con torpeza; me suda la mano izquierda por el plástico con que he forrado el libro ‘Principios de psicología’ de José Luis Pinillos; una bocanada de olor a pan caliente me envuelve al pasar delante de un panadería perdida en el barrio; unos jóvenes me intentan robar el reloj y un estanquero me defiende espantándolos con un palo; mis pasos me deslizan más allá de lo que soy y de lo que seré ahora que han pasado tantos años de aquello, me llevan hasta una vivienda de estudiantes universitarios de la calle Arabial; subo los escalones a horcajadas y en la cuarta planta entro a un desvencijado piso desde donde veo la ciudad igual que un cosmonauta divisa el planeta en su nave espacial; escucho los lamentos de una vecina, incluso golpes; llaman al timbre de la puerta y es el casero para cobrar el alquiler; el invierno oscurece el día pronto o es la ciudad que se ennegrece de repente; soy barbilampiño, flaco, estoy asustado ante el porvenir que tendré y que ignoro; los otros inquilinos llegan de uno en uno vestidos de sus personajes, también desconocedores de su predestinación; por ejemplo, digamos que el estudiante de Medicina acabará como funcionario de prisiones, que el alumno de Derecho terminará en un triste despacho de recaudación tributaria, que el estudiante de Magisterio morirá joven de esclerosis múltiple, después de que esa novia a la que quiso tanto lo abandonara siendo ya su mujer, que el aprendiz de Psicología dejará sin terminar la carrera, aunque aventajara a todos en el amor hecho carne, que yo mismo con un trastorno poético me creyera Rimbaud algunas tardes como la que escriben estas letras ahora, visionario de un futuro pasado.



Merced

17.9.19



Todos exageramos a nuestro favor.