El tiempo es como una película que nos contiene en toda nuestra existencia, desde el fotograma de nuestra gestación hasta los créditos finales que exponen lo que hemos sido. El presente es ese haz de luz que proyecta el fotograma del momento que vivimos, igual que otros momentos pasados por ese punto lumínico o futuros que se plasmarán sobre la pantalla de la nada. Pensamos en el tiempo como un vector que apunta hacia algún lugar, cuando apenas si se trata de una magnitud que se contiene a sí misma.
Ambición
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No son los dioses los que aprietan y ahogan, sino la ambición y la codicia
del hombre.
Hace 12 horas
3 apostillas:
Seguramente el tiempo es lo que dices.
Un abrazo
Soy incapaz de procesar tu interpretación sobre el tiempo, ese vector misterioso de nuestra vida. Lo único que me ocurre decir es que somos tiempo. ¡Qué extraña ecuación!
El chiste socarrón es el de no tener tiempo para especulaciones sobre el tiempo; en todo caso, el ritmo del tiempo es el ritmo biológico, ¿quién puede dudar de eso?
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