El trío de cuerda interpretó una pieza de escándalo.
Ménage à trois
14.11.10
El trío de cuerda interpretó una pieza de escándalo.
Etiquetas: cuentos diminutos
Ofuscados
13.11.10
«Si te enfadas, piensa en las consecuencias», sentenció Confucio. Lo que ocurre es que el enfado no piensas.
Mecano
12.11.10
Antonio es un viejo mecánico jubilado que enviudó hace unos años. Desde entonces vive solo pero no lejos de la atención de sus hijos emancipados. Tras su retirada de la vida laboral adaptó un espacio de su vivienda, a modo de taller, para no perder la que durante tantos años había sido su rutina cotidiana y, por supuesto, la esencia de su utilidad. A la vez, socorría a los vecinos cada vez que sus coches renqueaban por una avería sin cobrarles apenas nada por la reparación.
Una mañana pasé por su improvisado taller y pude ver, sin que me viera, como manipulaba unas piezas de mecánica. Con el sosiego de quien todo lo tiene hecho, parecía un niño que arma y desarma un mecano, alguien que manipula un mecanismo para deconstruir el tiempo que le queda de existencia y tratar de entender su articulación, ya que su función se sobreentiende.
Delete
11.11.10
Si la memoria es un derecho para que no se diluyan las injusticias y las atrocidades, y se recuerde a quienes fueron víctimas de ellas, llegada la era de Internet nos debe amparar otro derecho: el de borrar todas las insensateces y estulticias que circulan por la red albergadas en máquinas sin conciencia ni humanidad, y a las que deberíamos suministrar la capacidad de olvidar.
Apuntan los expertos que debe preocupar menos la fugacidad de nuestros registros digitales que el peligro de una memoria virtual sempiterna e imborrable. Más cuando el ciberespacio recoge contenidos humillantes en redes sociales, como Facebook, de personas que no tendrán una segunda oportunidad de lograr un trabajo por lo que informan sobre ellas. O como en Google donde la huella digital de todo lo que hemos buscado permanece indeleble.
Castigados
9.11.10
—Veo en la estadística del fin de semana que a quienes más castiga la policía es a los que beben, conducen mal o no respetan la propiedad intelectual.
—Las leyes castigan a quienes les ponen el deseo por delante como al burro la zanahoria. Y allí van ellos a beber el alcohol que les venden, a correr con los coches que compran.
—Es hipócrita estigmatizar el consumo de drogas porque mientras unas son legales, otras son ilegales.
—Sabes que la policía dedica la mayor parte de sus recursos a perseguir las sustancias ilegales y a capturar y expulsar a los inmigrantes del país.
—Imagínate, ahora con la crisis, lo que podrían ahorrar con la eliminación de esos costes.
—No te hagas ilusión, no caerá esa breva. Hay demasiados intereses en el aire.
—Y en la economía negra.
Particularidades
6.11.10
Para Jaques Derrida «por fiel que uno quiera ser, nunca deja de traicionar la singularidad del otro a quien se dirige.» Lo peculiar del otro no deja de ser un abandono de nosotros mismos.
Gusanos de seda
5.11.10
Tuve en mi infancia una afición fruto de una moda infantil. Era la crianza de los gusanos de seda. Me quedé prendado de los vivos colores de sus capullos y quise dedicarme a su crianza, no sin las objeciones previas de mis progenitores en cuanto a la responsabilidad adquirida.
Tras obtener unos diminutos huevecillos de color negro pegados a una hoja de morera, dispuse un habitáculo que no era otra cosa que una caja de zapatos, a cuya tapadera realicé varias perforaciones que permitieran la entrada de aire. Al principio todo el proceso era lento porque mi ansiedad por ver crecer a los gusanos era apremiante. Después comenzó un ciclo de vida que iba desde el crecimiento del gusano a la encriptación y metamorfosis en el capullo para innovarse en crisálida, salida del mismo y poner los huevos.
Un ciclo de nacimiento, vida y muerte que tras varias etapas me resultó tan iterativo como malogrado. Efecto que acabó con mi afición.
Un nuevo narcicismo
4.11.10
El espejo de las redes sociales, la predisposición de las tecnologías para que podamos con mayor facilidad atrapar y transmitir fragmentos de nuestra experiencia, cada vez más numerosos y más pequeños, tan cercanos como sea posible al momento en el que ocurren, a través de los teléfonos móviles donde quienes los manipulan trasfieren fotos o mensajes, han enaltecido un nuevo narcicismo. Es lo que Nicholas Carr califica en designar «monologistas del yo» y que no es algo muy diferente a lo que hacía Narciso en el estanque, un parloteo continuo con su yo.
Turnos
2.11.10
Cinco pacientes reunidos en la sala de espera refieren, uno a uno, su situación:
—Lo peor del cáncer no es que te mate sino que mientras te mata no te deja vivir —habla el primero.
—Lo malo de vivir no es morir al final sino que no puedas gozarlo [sic] —explicó el siguiente.
—Corremos hacia la muerte sí pero no todos de igual manera. Ahora sé que estoy condenado a una pronta ejecución.
—Al final estás solo frente al hecho de la muerte.
—Cada uno tiene su turno: ese momento vital que todo lo transforma —dijo el último.
Postreras palabras
1.11.10
Apócrifas o auténticas estas fueron las últimas palabras atribuidas a geniales escritores:
Antón Chéjov: me muero.
Honoré de Balzac: Quíteme esta almohada. Ya no la necesito.
Lord Byron: Ahora yo me iré a dormir. Buenas noches.
Vicente Huidobro: Tengo miedo.
Serguei Esenin: morir en esta vida no es nuevo,/ pero tampoco es nuevo el vivir.
Henry James: Al fin, esa cosa distinguida.
Ramón María del Valle-Inclán: España no está aquí, está en América, En México está la esencia más pura de España.
James Joyce: ¿En serio nadie la entiende? (en referencia a su obra 'Finnegans Wake').
Franz Kafka: Máteme, sino usted es un asesino (dijo a su médico).
François Rabelais: ¡Que baje el telón, la farsa terminó!
Camilo José Cela: ¡Viva Iria Flavia!
Dylan Thomas: Me he bebido dieciocho vasos bien llenos de whisky. Eso es un record. Eso es todo lo que yo he conseguido en 39 años.
Edgar Allan Poe: Que Dios ayude a mi pobre alma.
Walt Whitman: “¡Mierda!”.
Gertrude Stein: ¿Cuál es la respuesta? Después de meditarlo un momento, dijo: Y, en ese caso, ¿cuál es la pregunta?
Finalmente, añadiré una más: morir es un sinvivir.
Clarividencias
31.10.10
Sentado a la puerta de la catedral de Notre Dame un hombre ciego se anuncia como vidente. ¿Logras ver el futuro? , le preguntan. Sí, puedo ver un porvenir invidente.
Etiquetas: cuentos diminutos
Miguel
29.10.10
Mientras ordenaba unas cajas con papelorios antiguos, una nota manuscrita cayó en mis manos. En ella se podía leer lo siguiente:
Paco:
Me voy y no pude despedirme de ti. Lo siento.
Te dejo en mi casa 100 pesetas
(cuatro pegatinas que vendí)
y 21 pegatinas que no vendí
y un bono de 500 pesetas (pídeselos a mi hermano).
A el de la emisora le di:
en metálico 1.300 pesetas
un bono de 200 pesetas
total 1.500 pesetas
Hasta octubre Paco
un abrazo
Miguel
Miguel no volvió ningún octubre. Cuatro jóvenes lo recogieron en la cuneta de una carretera mientras hacía 'autostop'. Varios kilómetros más tarde un choque frontal segó las cinco vidas.
Miguel era Miguel Pérez Choin, con ese segundo apellido de madre francesa por el que tantas bromas hubo de aguantar en el instituto. Y uno de esos personajes que suelen ser mal interpretados por la mayor parte de su entorno social y atraídos por mí, pienso porque simplemente me paro a escucharlos un instante más que el resto.
Miguel era el extraño pez en la pecera de peces de colores. Quien se implicaba en hacer aquello que los demás no querían ni mirar. Tan introvertido como incomprendido, tan excéntrico como batallador. Su recuerdo es ahora el ajado perfume de octubre que se marcha. La cita con el paso del tiempo.Y un hilo en la maraña de afectos que la vida tejedora entrelazó.
Etiquetas: Miguel, Miguel Pérez Choin, personajes
Nuevas mentes
28.10.10
Internet está rediseñando la forma de actuar de nuestro cerebro. Algunos expertos opinan que la mente de los cibernautas es más «rápida y automática» pero, a la vez, tiene un pensamiento menos profundo y riguroso. El escritor Nicholas Carr afirma que «estamos adoptando los mismos hábitos de pensamiento: distraídos, apurados y superficiales». Por otro lado, lo que ganamos en el adiestramiento espacio-visual lo perdemos en la capacidad de procesar un pensamiento más profundo y una mayor reflexión e imaginación.
Todo cambio conlleva sus contrapartidas. Baste recordar lo que significó la aparición de la imprenta para los copistas o la tradición oral, la fotografía para la pintura, el vídeo para el cine o la misma televisión para la radio.
Eliot, tuvo miedo a escribir poesía en la máquina de escribir, decía que aunque ayudaba a la lucidez dudaba que suscitara la sutileza. Vencido su miedo escribió en ese artilugio el poema 'La tierra baldía' que lo haría famoso.
Monologando ante el espejo
26.10.10
—Siempre me ha encantado esa frase «por amor al arte». Es decir, se hace arte porque se ama lo creativo sin esperar otra recompensa que no sea el gusto de quien percibe la obra. Ahora que se cuestiona tanto eso de los derechos de autor, alguien defiende que los escritores tienen derecho a vivir de lo que escriben y eso de la cultura gratis es un esnobismo interesado. Me pregunto si los escritores tienen derecho a vivir o a vivir bien o a vivir muy bien. Es decir a ganar mucho dinero porque son escritores. Recuerdo que al inicio de los noventa, Antonio Gala, cobró 300.000 pesetas por una dar una conferencia sobre el andalucismo, la misma perorata que repitió por toda Andalucía dos decenas de veces. Si Gala vivía tan bien porque no podría regalar ahora sus libros. O todos puros o todas putas y la que sea puta que suene.
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