Cavilación

La propuesta de escritura creativa es un acto lúdico de la mente. Y el juego, sabemos, es el último reducto fósil de la infancia.

Humoradas

Me advierte un amigo que, en la jornada de hoy, me ande con cuidado. Apunta que nada me tome en serio. Advertencia vana para quienes piensan que nuestro latido existencial en una broma pesada y el humor la quintaesencia de mundo.

Tarjetas

Recibo, en estos días, mensajes de felicitación con los mejores deseos. En uno de ellos, antítesis de la vorágine colectiva, sólo puedo leer: «calma».

Hijos

Opuestas en sus destinos, dos amigas me cuentan la experiencia de su crianza. Una se enorgullece del talento de su hijo capaz de culminar con éxito su carrera científica pero se queja de su tiranía afectiva. La otra que no puede presumir de una superación similar académica, presume del cariño de su vástago y su don de gentes. En las dos hay un suspiro de frustración y otro de consuelo. Nadie está obligado a ser perfecto.

Vecindario

Coincido en el ascensor con Sócrates como cada mañana que voy a trabajar. Después de saludarme me explica: «Cásate: si por casualidad das con una buena mujer, serás feliz; si no te volverás filósofo, lo que siempre es útil para el hombre.»

Me encamino a la calle en busca del transporte y me pregunto: ¿utilidad o dicha? ¿ante qué debemos claudicar?

Amigos invisibles

El amigo invisible es un juego donde los participantes entregan regalos que son recibidos por otros jugadores sin saber quién es su dador. Mis amigos blogueros también son incorpóreos pero su huella es nítida es esta bitácora. Son como los espíritus que vienen de otro mundo a reglarme su presencia y una parte alícuota de su tiempo. Me entregan sus palabras. Me traen ternura. Son el presente cotidiano, la cosecha de afectos que atesoro y me honra.

Solsticio hiemal

La celebración del Natalis Solis Invictis (nacimiento del sol invencible) llevaba a la sociedad romana a celebrar las saturnales, fiestas donde los dueños cedían su libertad a los esclavos que pasaban a ser amos, niños que ejercían de padres y políticos que dejaban de mandar para ser mandados. Comían y bebían en abundancia durante días. La luz comenzaba a vencer a las tinieblas. Días pletóricos y de invertido mundo.

Redondo

 
A William Rosemberg el negocio le salió redondo cuando comenzó a hacer un donuts y murió dueño de un imperio valorado en miles de millones de euros. Sus ganancias han levado las tasas de colesterol en la humanidad hasta hitos insospechados.

Salida

Cerrado el Paraíso, la gente encontró en los bares un sucedáneo. Las tabernas del mundo desde entonces se llamaron Babilonia.

Apasionados

Hace años que se marchó al monasterio budista de la Atalaya en plena Alpujarra. En su despedida me dijo: «una pasión es como si te cuelgas una piedra de molino al cuello y te tiras al agua. Te lastra y te lastra hasta llevarte al fondo. Sólo puedes sobrevivir si cortas las cuerda y te libras de ella». Aún dudo, hoy día, si subir a la montaña fue o no como cortar su atadura.

Miradas

Hay quien ve en una receta de cocina un algoritmo. Otros observan a dios en una nube. No falta quien imagina que la vida es un sueño del que por fin despertaremos. Los más audaces opinan que es un intento vano toda interpretación. ¿Existe acaso una mirada definitiva sobre el mundo?

Forense

A fuerza de practicar la autopsia a las palabras descubrió, en sus cadáveres, claros síntomas del atrofiado pensamiento humano.

Fingimiento

Ovidio nos ofrece como remedio el fingimiento para sanar de un amor. «El amor entra en el corazón con la costumbre y con la costumbre se olvida: quien pueda fingir que está sano sanará». Hábito y memoria son las compuertas a esa simulación.

Sujeción

Permanecer quieto, callado, casi ausente como un buda impasible a la existencia: ¿es como oponerse a que el mundo gire?

Efecto dominó

Hay para todo un tiempo en la existencia. Momentos para amar y para desamar. Para la confusión y la desdicha; la serenidad y el apogeo. La vida cumple en toda su largura una estación de desapegos.

Ejercicio

Dicen que el roce hace el cariño. Es como si una persona imantara a otra con su humanismo hasta hacerse querer. A fuerza de ejercer una forma de ser acabamos por convertirnos en esa práctica.

Vagabundos

Al salir de casa se topó, sin quererlo, con un rhinovirus que deambulaba por la acera. Tenía un aspecto lamentable. En un acto de humanidad le dijo se cuidara que tenía mala cara. “Márchese a casa, métase en la cama y descanse”. Enfadado, el rhinovirus se revolvió contra él y lo colonizó.

Para la fiebre alta y los estornudos el médico le ha mandado paracetamol y tomar mucho líquido. Un alma caritativa le prepara infusiones calentitas de miel con limón. Contra la ingratitud, nada. Curarse, si acaso, y caminar de nuevo.

Desmaterialización

La cita no es borgiana pero podría serla: «El tiempo nos va desmaterializando hasta convertirnos en translúcidos fantasmas». No reconozco al autor pero debe ser porque tras ese proceso de construir un Yo, los días deshilachan todo aquello que fue idolatría de juventud como si se borrara la información de la materia.

No comment

Esta es una entrada que no debería ser comentada para nada.

El pensamiento estéril

Las hormigas, igual que otros insectos sociales, forman en el seno de sus colonias a individuos altruistas y estériles que trabajan, con orden y disciplina, para la supervivencia de un sistema esclavista. Nuestra sociedad modela personas ingratas forzadas a contribuir con el pensamiento estéril imperante.