Efecto dominó

15.12.07



Hay para todo un tiempo en la existencia. Momentos para amar y para desamar. Para la confusión y la desdicha; la serenidad y el apogeo. La vida cumple en toda su largura una estación de desapegos.

6 apostillas:

Symp dijo...

CARTA PARA LEER EN EL TREN.

Cuando se quiere a una persona,
te duele que le duela,
te cansa que se canse,
te agota que se agote,
te entristece que se entristezca,
te engaña que te engañe.


Yo quiero que te quieras,
que te lleves bien conmigo,
que no te consientas,
que no te consientas
volver a decir
- ¡Qué asco de vida!

(Gloria Fuertes)

Víctor Manuel dijo...

Tiempo para bloguear y tiempo para comentar.

Joselu dijo...

Tiempo de amar y tiempo de morir.

38 grados dijo...

pues me temo que es mas larga la estación de apegos....

Anónimo dijo...

Lo que ocurre, amigo, es que los momentos, y nosotros mismos, no nos ponemos de acuerdo.

Y siempre aparecen los apogeos, cuando menos lo necesitamos.

Y después, nos enamoramos, cuando pensábamos que lo habíamos olvidado.


Un abrazo :)

Maria Coca dijo...

Nunca sabemos nada, pero todo pasa. Amor y desamor llegan con ninguna estación. Y nunca se marchan del todo.