A veces me gusta pensar que el tiempo no nos matará definitivamente.
Parpadeos
30.7.18
Al mirar el cielo nocturno no diferenciamos entre las estrellas que están y las que fulguran sin existir ya, porque de todas nos llega su luz. Igual que la galaxia de la memoria creada por los seres que brillan en el corazón.
Matrimonios
29.7.18
Le aconsejaron: «no te quedes con la duda» y se fue a vivir con la certeza. Aunque no por eso ha sido más feliz.
Incólumes
25.7.18
Cuando las flechas pasen por tu lado sin dañarte porque ya no van dirigidas a ti, advertirás que has alcanzado un modo apartado de vivir.
Lapso
22.7.18
Tumbados en la arena contaron, una a una, todas las estrellas que con su vista alcanzaban. Y ese fue el tiempo que duró su amor.
Desnortados
21.7.18
La realidad antes era percibida de una manera más nítida. La abundancia de información y estímulos ha hecho que ahora sea más compleja y desorientativa.
Interpelaciones
20.7.18
La pregunta pertinente no es «qué soy». La interrogante es «qué he dejado de ser» después de que se nos hayan borrado los sueños uno a uno.
Charla cotidiana
18.7.18
—Hola.
—Qué tal —se saludaron frente a una antigua casona.
—¿Esta no era la casa da Antonio, el viejo mecánico?
—Sí, vivió aquí hasta que murió su mujer, Ángeles. Después se fue marchó a casa de una de sus hijas y allí falleció, una lástima.
—Veo que están reformando la vivienda.
—Sí, al parecer vendrá a vivir el hijo mayor.
—Es una buena casa.
—Me tengo que ir.
—Y yo.
Se estrecharon las manos antes de marcharse y cada espectro tomó una dirección distinta.
Ellas
17.7.18
Las historias de superación, esas que a menudo nos cuentan los medios de comunicación, son bonitas y conmovedoras. Tienen un efecto como de letrero luminoso que nos llama la atención y nos alela porque somos de corazón templado. Son paradigmas que proyectan una imagen para infundir valor ante los golpes adversos del azar.
Prefiero, en cambio, quedarme con esas otras personas atrapadas en la telaraña de su cartografía vital, esas que están recluidas en un minúsculo espacio de existencia. Me quedo con las que no tienen fuerza para reivindicar una mejora personal y ven ajarse su dicha; con quienes son inhábiles para superar sus limitaciones o, tristemente, tienen que aguantar la determinación que les tocó vivir. Elijo estar con los seres anónimos y con los que no tienen una segunda oportunidad, con los que han perdido todos los trenes y no tienen a nadie que los rescate.
Estoy con ellas porque no son noticia, porque supieron solas de su dolor y se borraron de la existencia sin otro eco que el de su respiración. Esas personas invisibles a las que no alcanza la solidaridad, inmersas en la sordidez, la soledad incomprendida y su desconocida condición humana.
Ellas son la fábula de vivir sin moraleja, la parábola no enseñada, la ejemplaridad velada, el apólogo de quienes no cuentan, las huellas borradas, el semblante oscurecido y que acabarán cubiertas por la gruesa tela de la indiferencia.
Alteración
14.7.18
La belleza de un poema no está en su aspecto formal ni en su técnica. La hermosura poética reside en la emoción.
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