Pezqueñines, no gracias

1.4.05


Una línea de mar azul infinita trazaba el horizonte aquella mañana de agosto. Una muchedumbre de bañistas tomaba el rebalaje con sus juegos de agua y sus chapuzones. La playa estaba invadida por miles de domingueros.
En medido de la normalidad de aquel tumulto, de repente, surgió de entre las aguas una figura hercúlea, medio hombre y medio pez, que paralizó la imagen cálida y vacacional de aquel momento. Los bañistas asombrados quedaron boquiabiertos ante ese ser monstruoso cubierto de escamas que, con su mano izquierda, sostenía un tridente y una red de pescador con la derecha, como si fuera un gladiador del circo romano.
Fue entonces que comenzó a girar la red sobre su cabeza y tras varios giros la arrojó contra los bañistas que, despavoridos, comenzaron a huir en todas direcciones hacia la playa. Tras lanzarla atrapó en al red una veintena de éstos, la cargó sobre sus hombros y comenzó a caminar hacia el interior del mar, mientras a sus espaldas se escuchaban gritos de horror y lamentos.
Una voz, en ese momento, se destacó del resto: “¡Los niños, no! ¡Los niños, no!”. El ser escamado se detuvo y pensó: “es cierto, no se deben pescar inmaduros o esquilmaremos los caladeros”.
Miró dentro de la red y sacó los ejemplares más pequeños. La cerró y continuó con el resto de sus capturas hacia el interior del mar mientras el gentío, estupefacto, miraba desde la orilla recomponerse la línea de mar azul infinita que trazaba el horizonte de aquella mañana de agosto.
En ese instante una avioneta cruzó el cielo de la playa con una pancarta en la que se leía: Este anuncio ha sido patrocinado por el Ministerio de Agricultura y Pesca. ‘Pezqueñines, no gracias, debes dejarlos crecer’.

Decreto

31.3.05


El gobierno del buen gusto retirará el pasaporte a toda aquella persona adulta que viaje a París y visite Disneyland. Quedan absueltos de esta medida los acompañantes de los niños.

Relato hipercorto para ser contado

30.3.05




Diego levantó la vista del minicuento que leía y observó, sorprendido, como una mujer, sentada frente a él en el vagón del metro escribía un microrrelato de un viajero llamado Diego que leía frente a un escritora de cuentos, un relato hipercorto.



Discusión matrimonial

29.3.05


─Mira Pepe tú no sabes lo difícil que lo tengo para llegar a fin de mes con lo que tú me das ─la mujer hizo una pausa─. Por todo, ya te digo, no sólo es por el dinero, es la casa que le hacen falta unos arreglillos ─sollozó sincopadamente. Y luego está lo de la niña que se ha empeñado en trabajar de camarera en un bar de noche, para volver a las tantas. Y tú que nunca me ayudas, te callas y dejas las cosas correr. Pero a mí se me fríe la sangre con cosas como esta, qué quieres que te diga.
La mujer sacó un pañuelo de papel del bolsillo y se apretó las aletas nasales para proseguir con su retahíla de lamentaciones.
─Y de tu hijo mayor qué me dices. Va a dejar los estudios porque primero está lo de estabilizar su relación de pareja. Desde que conoció a esa tiene el juicio en otra parte, no se da cuenta donde se mete.
Un tumultuoso silencio se acercó hasta el lugar donde estaba la mujer que se retiró unos metros. Puso cara de circunstancias, es decir, se apenó mientras pensaba "bueno mi Pepe ya tiene otro más con quien hacer amistad". Cuando el cortejo se marchó pasó el pañuelo de papel por la foto que había en la lápida.
─Tú siempre tan callado y dándome la razón como a las tontas ─y se despidió.

El misterio chino

28.3.05


Primero fue lo del abuelo chino. Nadie le vio morir y menos enterrarle, pero un día dejó de toser en el balcón. ¿Alguien ha visto sepultar a un chino en este país? Después fue lo de los rollitos de primavera ¿cómo podían saber igual en cualquier restaurante chino donde fueras? Luego estaba la cara de la simpática camarera que te ofrecía un chupito de licor de lagarto al terminar la comida y que siempre era la misma, pero que cada vez parecía como si hubiera una nueva. Para terminar no me explicaba cómo podían cocinar tan rápido y quién guisaba porque para tantos platos faltaban manos. El misterio me ha quitado el apetito.

Ser público

27.3.05


Mi único sueño, mi única ilusión es participar, como público, en un programa de televisión. Ser un obediente espectador que aplaude y se ríe cuando da la orden el regidor. Eso sería el súmmum de mi existencia colmado con el éxtasis de ver a los presentadores y famosos invitados. Yo para ser feliz quiero ser público de televisión.

Amores

26.3.05




Un amigo me comenta que se debería cambiar de amor como se cambia de camisa. Mi joven amigo piensa de esa manera porque ve el vestidor repleto de trajes.



Primavera en el Corte Inglés

25.3.05


Por qué es primavera en el Corte Inglés
si para el resto de los humanos
todavía es invierno.
Si hace frío en la calle,
si el relente moja los cartones
de los que duermen sin techo.
Qué primavera extraña esta que vende
trajes, cosméticos, complementos
y cuentos modernos.

Y qué hace allí la primavera
metida entre vendedores clonados
y cajas cobradoras.
Qué hombre del tiempo
dio el pronóstico para que comenzara,
por edicto publicitario,
el equinoccio de la primavera:
y el gorrión amara a su gorriona
y la flor abriera su pétalo
y los adolescentes se besaran en los parques
y las chimeneas de las azucareras
perfumaran el aire a melaza.

Nada nuevo

24.3.05

Un día me confesó que había perdido su capacidad de sorpresa y que esa era la señal inequívoca de que se hacía viejo.
−Quizás −dijo− sólo me pueda desconcentrar que los sentimientos hagan, otra vez, un nudo conmigo y me enreden en otro amor.

Despilfarro

23.3.05

Basta con mirar hacia los contendores de basura cada noche para ver la cantidad de objetos que nos son inservibles. Algo que para los habitantes de otros lugares del planeta serían artículos de lujo. Maldita plusvalía.

Viaje interior

22.3.05

En el tiempo que recorre las venas de la ciudad hay un líquido acuoso para los supervivientes, aquellos que pululan por los márgenes difusos.

Ex psicólogo

21.3.05




Fuimos compañeros en un piso de estudiantes y llevaba años sin verle.
―¿Cómo te va de psicólogo? ―le pregunté.
―Bien —me dijo―, pero dejé la Psicología porque antes que dedicarme a los desórdenes de la mente ajena preferí centrarme en los míos. Ahora soy escritor de libros de autoayuda.



Evolución de las especies

20.3.05


Los sábados noche los especimenes urbanos suelen ser jóvenes, guapos, bien vestidos y acicalados, cercanos al Mundo Feliz y perfecto de la publicidad. No hay niños no hay viejos y los adultos parecen juveniles. Es la evolución que marcan las horas del día. Al rayar el alba hay un relevo generacional y la realidad vuelve a tener la apariencia de un producto menos demandado.

Reencarnación

19.3.05




Vivir una segunda vida. Sólo por saber si sentiría de otra forma la existencia.



Tendencias sexuales

18.3.05



Un estudio llevado a cabo por investigadores estadounidenses ha conseguido desarrollar moscas genéticamente modificadas en las que los cambios de temperatura pueden alterar sus tendencias sexuales.

Woody Allen

17.3.05


«Sólo existen dos cosas importantes en la vida. La primera es el sexo y la segunda no me acuerdo», dijo en cierta ocasión el cineasta norteamericano. La segunda, Woody, son las moscas, «las familiares,/inevitables golosas,/vosotras, moscas vulgares,/me evocáis todas las cosas», que escribió Machado.

Oleaje

16.3.05


Observo la violencia con que rompen las olas sobre los espigones. Así en las noches de alcohol y sexo chocan los cuerpos.

Ausencias

15.3.05




Como el que pierde en el metro su paraguas y ya siempre se moja con la lluvia. Es difícil reponerse de las pérdidas.



Cuento para Blancanieves

14.3.05


BLANCANIEVES bonita,
su madrastra, perversa,
y los siete enanitos
con Play Boy se consuelan.

Cuánta fiebre de niño
derramé en los lavabos,
inventor de finales
con sexo desbordado.

Blancanieves la cursi,
los enanos, los memos,
la madrastra (dios mío!
tenía aquellos pechos.

Por qué no hubiera sido
como yo imaginaba,
una niña cachonda
de estrecha minifalda
que, con pícaro estilo,
-las nalgas apretadas-,
descubría a la vista
sus encarnadas bragas.

Sumiso hubiera ido
hasta los brazos de ella
a que me acurrucara
entre sus blandas tetas.
Y encendido de amores
tocarle el violín,
pensando en Blancanieves
tal como en Marilyn.

Mas como en la vida hay
tantos censores púdicos
y cuentistas morales
y juglares estúpidos,
me tiraron por tierra
la más tierna historieta
que evocó mi bragueta.

Claro, encima, al final,
tanto ponerlo a huevo,
llega el príncipe regio
y se carga el mochuelo.

Mucho rimel

13.3.05


Sintió como su mirada le entraba dentro hasta herirlo, como sus ojos lo desnudaban hasta exponerlo indefenso. Parecía como si un millón de agujas le hubieran penetrado cada poro de su piel. Apenas podía balbucir una palabra porque aquella que hace temblar de claridad el aire lo había desarmado y sentía como se hundía hasta naufragar. El parpadeo de sus pestañas, como el batir de alas de una mariposa, le hizo salir del mal trago. Había mucho rimel. «Me pones un cubata».

Colgados de la portería

12.3.05


Todos los accidentes mortales son inquietantes. Y algunos de ellos nos apesadumbran por la falta de previsión con que suceden. Es un hecho, casi instintivo, que los chavales cuando juegan al fútbol se cuelguen de las porterías, todo el mundo lo sabe. Entonces ¿por qué cada cierto tiempo aparece la noticia de la muerte de un niño a causa de la caída de una portería?

***

NO ESTABA FIJADA
Muere un niño de 13 años al caerle encima una portería
05 de julio 2005

Un niño de 13 años murió tras caerle encima una portería mientras jugaba en el polideportivo municipal de Chiva (Valencia). Fuentes del centro deportivo admitieron que la portería no estaba fijada.

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En el parque de una urbanización
Muere un niño al caerle encima una portería de fútbol en Sanlúcar
23 de marzo 2004

Un niño de diez años falleció anoche a causa de las heridas que sufrió al caerle encima una portería de fútbol en un parque de Sanlucar de Barrameda (Cádiz), informaron hoy a Efe fuentes del Centro de Coordinación de Emergencias 112.

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Muere el niño herido al caerle una portería de fútbol en Palafrugell
23 de octubre 2003

El niño de 12 años que resultó herido el pasado viernes al caerle encima una portería de fútbol en Palafrugell (Girona) murió sobre las 18 horas de ayer en el Hospital de Sant Pau de Barcelona, según informaron a Europa Press fuentes del centro. El niño estaba en la en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) desde el mismo día del accidente.

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NO TENÍA ANCLAJES
Muere un niño de siete años en Buñuel al caerle una portería encima
6 de Abril 2001

Christian Yubero Lorza, de siete años de edad, ha fallecido como consecuencia de las heridas sufridas al caerle encima una portería de balonmano instalada sin anclajes en el campo de fútbol municipal de Buñuel (Navarra). Según han informado fuentes de la Delegación del Gobierno en Navarra, el suceso ha ocurrido el jueves alrededor de las 20:15 cuando el menor estaba entrenando.

Christian Yubero Loza es la tercera víctima mortal por accidentes de este tipo en Navarra desde 1993.

***

Y lo mejor de todo:

Granada - TS reduce en 9.000 euros la indemnización por la muerte de un niño al caer una portería porque tuvo parte de culpa

El Tribunal Supremo (TS) ha reducido en 9.015 euros la indemnización inicial de 90.151 euros a cobrar por los padres de un chico de 12 años que murió en 1994 en Alfacar (Granada) al caerle encima una portería de fútbol sala mientras disputaba un encuentro con sus amigos, a la que se había agarrado para balancearse. El alto tribunal estima los recursos del Ayuntamiento y la aseguradora por entender que el menor tuvo parte de culpa en lo sucedido.

Los hechos ocurrieron el 24 de octubre de 1994 en el club "Las Encinas", propiedad de Ayuntamiento de Alfacar, que tenía arrendado un vecino para su explotación. En un momento dado, el niño se agarró al larguero de una de las porterías, balanceándose sobre el mismo -según constató en su atestado la Guardia Civil-. Como este elemento no estaba debidamente sujeto al suelo terminó cayendo sobre el menor, provocándole la muerte.

El Juzgado de Primera Instancia número 4 de Granada condenó al Ayuntamiento de Alfácar a indemnizar a los padres del menor fallecido con 90.151 euros, y posteriormente la Audiencia Provincial de dicha capital ordenó que el pago fuera también afrontado por el arrendador del campo y su aseguradora.

Perdido en tu espacio

11.3.05



Cuántos cuerpos hermosos he seguido en las noches, embebido observando, como quien mira absorto, mariposas bailar.

Tempus edax rerum

10.3.05


Con las necesidades básicas cubiertas -digamos por ejemplo: el amor, la comida y el descanso-, el tiempo que me espera es un tiempo sin pausa que me devora vivo por las tardes, cuando el viento gris se me cuela en la casa y me tiene sujeto al equilibrio de la memoria y del sueño.

Mediciones

9.3.05

Simple como un átomo de hidrógeno,
sencillo como una gota de agua,
leve como el peso de una @.

Re vivir

8.3.05

El niño que nació con espina bífida, el soldado que cayó en el frente, la mujer que asesinó a su amante, el ajusticiado que era inocente, el que se ahogó en el mar, el suicida. Todas las víctimas de la vida ¿no hubieran necesitado vivir de nuevo?

Bloqueado

7.3.05

Un muro de ladrillos se levanta en derredor de mis más fieles compromisos. Los días levantan un castillo de dudas y suplicios.

Inéditos

6.3.05

Siempre pienso en escribir todo lo que mi mente ingenia, pero soy incapaz de materializar mis pensamientos, de ahí que mis mejores libros estén inéditos. Los demás reposan ya sobre el papel arruinándome mi prestigio de escritor.

Hallazgo

5.3.05

El origen de la conciencia debió suceder en aquel instante donde el ser humano despertó, de su nada a la muerte, y comprendió la agonía que le rodeaba. La agonía de todas las cosas corrompibles que van mutando su estructura orgánica hasta descomponerse. Ingrato descubrimiento.

Videncia

4.3.05

El futuro no puede predecirse en bien de nuestra tranquilidad. ¿O acaso hay alguien que, plantado ante un espejo, pueda aguantar su propio ex abrupto? Sería demasiado atrevimiento el comprobarnos distintos a la bondad que de nosotros tenemos y continuar viviendo.

Espejo

3.3.05




A menudo pensamos en otras angustias que no son aquellas que verdaderamente nos atormentan. Nuestra felicidad radica en evadirnos de la verdad que engendramos. Esa es nuestra gran proeza y nuestra gran miseria: escapar de los que somos y nos esclaviza.



Silencio

2.3.05


En un tiempo deseé saber hablar cosas triviales como hacían los demás en las conversaciones y no quedarme al margen de ellas. Ahora que aprendí tantas cuestiones banales prefiero guardar silencio.

Un perro bajo la lluvia

1.3.05

La noche es fría y lluviosa. Mientras conduzco veo como un perro, mojado y solitario, cruza la calle. ¿Por qué esa imagen me recuerda tanto el destino humano?

Certidumbre

28.2.05

La vida es un intermezzo entre una nada y otra nada ¿a qué asustarnos de la muerte?

Didáctica

27.2.05



Cuanto asisto a un entierro observo, no sin asombro, que quienes lo pueblan son gentes de avanzada edad que a la vez se despiden entre ellos como preparándose para el último viaje. La ausencia de niños y de jóvenes también es notoria. Lástima, porque se les priva del único aprendizaje esencial para la vida.

Vacíos

26.2.05

No hay mayor paradigma que la desolación para entender cuál es el camino, ya que es ella la que más rápidamente nos impulsa al abismo.

Hedonismo

25.2.05



A la muerte de una gran artista de inmensa popularidad alguien se compadece de la fallecida, manifestándome su pesar por tan desafortunada pérdida. Yo le digo que no sienta pena alguna sino todo lo contrario, ya que su vida ha sido harta de placeres. En todo caso habría que penar, con escalofríos, por todos aquellos que mueren en opulencia de sufrimientos.


Amor propio

24.2.05

Cada vez que hago resumen de mí existir y me pregunto por las cuestiones llevadas adelante, tengo la impresión de no haber hecho nada. ¿A qué entonces tanto empeño en mentirme constantemente para continuar adelante?

Escritura

23.2.05

Cabe la posibilidad que nadie mueva un dedo por mí. Por eso me reservo el derecho de hacer lo que me vengan en gana por ellos. Uno escribe por convicción y luego se arrepiente de este acto. La castración mental siempre me ha interesado.

Medicina

22.2.05

Morir no es más que defenderse de la vida. Ningún otro bien curativo surte efecto.

Respuestas

21.2.05

Siempre termino por dar explicaciones a lo que no tiene respuesta. Ante el continuo interrogatorio a que me somete un interlocutor, finalizo con un argumento irracional de un acto concreto. Tal es su insistencia para quedar tranquilo consigo mismo.

El síndrome de Piter Punk

20.2.05

Me costó tanto dejar de ser niño que aún convalezco de ese trauma. Y sin embargo de niño todos queríamos ser mayores.

Grano de arena

19.2.05

Soy un minúsculo grano de arena en el universo de Internet como el 'grano de arena' de Wislawa Szymborska:

Lo llamamos grano de arena.
Pero él no se llama a sí mismo ni grano ni arena.
Prescinde de nombre
común, individual,
fugaz, duradero,
erróneo o adecuado.

Indiferente a nuestra mirada, al tacto.
No se siente ni visto ni tocado.

Mecánica cuántica

18.2.05

El deseo amplifica la realidad, agranda sus misterios.

Caminante

17.2.05

Soy un hombre que anda con las manos metidas en los bolsillos detrás de su sombra.

Función matemática

11.2.05

La vida es una suma de vacíos. El acierto una acumulación de fracasos.

IPE

1.2.05

Otro acróstico para los nuevos tiempos: Individuo permanentemente estresado.

Gimnasia

31.1.05

Trato de hacer de mi vida un sencillo ejercicio de voluntad.

Tiempo

24.1.05



Hoy he visto los rostros del tiempo y me han devuelto a mí hecho fragmentos.

Sueños

23.1.05

Cumplida una cierta edad, los sueños dejan de ser transparentes.

Entendimiento

22.1.05

Quien no sabe del mundo como es, no sabe nada.

Nacimientos

5.1.05





Si la poesía no nace, espontáneamente, como la hoja de un árbol, es mejor que no nazca de ningún modo.

Desmemoriados

4.1.05



No tienes que ser quien eres con tus curvas y tus aristas a pesar de lo que tiene que doler.



Confinados sin fin

3.1.05



A modo de un juego de muñecas rusas cada confinamiento nos encierra más adentro de nosotros mismos hasta desaparecer.




Musitaciones

2.1.05



Ante tanto fragor cotidiano, la delicada música del silencio y la calma.



Deseo

1.1.05



Aquí estoy innecesario como el sexo obligado de las moscas.



Cortazianas*

12.2.84

 



Apoyaba mi barbilla en el cañón del CETME mientras oía la radio por los auriculares. Era la última guardia del inacabable servicio militar cuando la noticia me sorprendió en la garita y me revoleó contra la pared. Fuera llovía con la mansitud que sólo puede hacerlo en Galicia, donde la acuosidad cae con tristísima delectación. Dentro de mí también empezó a lloviznar y no escampó en muchos días.

Aún de noche amanecería al poco y, entonces, el día tendería a empeorar dado el impactante espesuramiento del boletín informativo en mis oídos. Lentamente el paisaje urbano se metalizó de azul.

Al terminar fui a mojar las magdalenas en la tristeza de aquel desayuno antes de acercarme al barracón. En el cuerpo de armas aflojé el cinturón y dejé las municiones y el fusil en la armería igual que quien deja media alma en su camino. Al llegar la camareta estaba vacía, inoportuna e injuriosamente. Se me cuajaron los claros de los ojos como queriendo llorar, pero sin lagrimear y comencé a escuchar un murmullo de voces en la soledad de la sala. La luz saltaba desde la calle general Alesón queriéndose comer la húmeda penumbra. En el exterior, la mañana llúvida aceleraba su ritmo de vida urbana y escolares volantones caminaban hacia la escuela aferrados a sus madres.


En Argentina engrupir significa hacer creer una mentira. Eso quizás fue lo que pasó en el parte radiofónico del 12 de febrero de 1984, rumié pensante, entre tanto terminaba el retén de vigilancia. Su muerte tenía que ser una falacia porque los inmortales nunca desaparecen. Nosotros sí que morimos en el acontecer de nuestra funda existencial, lo mismo que gusanos de seda que abandonan su ovillo vital y se transforman en sueño alado. El belgicano continuaría con su gargarizar de erres, flaco y barbado auditor de jazz. Una fama y un cronopio marcharían, cogidos de la mano, a coleccionar heterogramas.

Años más tarde me senté sobre una fría lápida de mármol blanco que cubrían rosas marchitas en Montparnasse. Encendí un cigarrillo y decidí contarle lo mal que lo había pasado en aquella amanecida. Sé que me escuchó, no más.

 

*Según la Patafisica este febrero es un mes cortaziano