Didáctica

27.2.05



Cuanto asisto a un entierro observo, no sin asombro, que quienes lo pueblan son gentes de avanzada edad que a la vez se despiden entre ellos como preparándose para el último viaje. La ausencia de niños y de jóvenes también es notoria. Lástima, porque se les priva del único aprendizaje esencial para la vida.

1 apostillas:

Pietro Αdante dijo...

Que mejor que aprenderlo en carne propia