Machado no pudo imaginar que el camino fueran las huellas y nada más. Las huellas digitales que dejamos ahora son algo más que un camino, parecen un rastro imperecedero más allá, incluso, de la muerte.
Huella digital
16.4.09
Machado no pudo imaginar que el camino fueran las huellas y nada más. Las huellas digitales que dejamos ahora son algo más que un camino, parecen un rastro imperecedero más allá, incluso, de la muerte.
Republicanos
14.4.09
—Qué hace un monarca en el día de la República.
—Se exilia a su torre de marfil.
—Pienso que enrocarse no es una solución.
—Seguramente, pero nunca verás a un rey levantar la bandera de lo igualitario. La soberanía reside en el linaje.
—¿Los reyes son sin igual?
—Sí porque no se puede renunciar a la sangre.
—Lo que no se puede es abdicar de los sueños.
Confinantes
13.4.09
«Conocer nuestros límites es un acto de superación de los límites», observa Cécile Rol. Como seres fronterizos que somos, descartamos nuestros límites como una forma de alcanzar la libertad sin libertad.
Estropicio
11.4.09
El daño no es perjudicial en sí por su acción sino por la irreparabilidad de su consecuencia.
El resucitado
10.4.09
Así lo llamaban porque tras acabar en un pelotón de fusilamiento en la Guerra Civil pudo despertarse cubierto por montón de cuerpos inermes. Nunca olvidaré su rostro ni sus ojos después de haberlo conocido. Tienen una extraña luz en los ojos las personas que han vencido a la muerte, una mirada como aquella de la que fue dotado Tiresias.
Monetizar
9.4.09
Blogger ha colocado en su escritorio la opción de poner publicidad en cada blog. Es un programa creado por Google para que aparezcan anuncios en las bitácoras. Dicen que dichos enlaces generarán ganancias.
Mucho me temo que llegará el día que esa publicidad tendrá un carácter obligatorio, más tarde habrá que pagar por el servicio y puede que, al final, hasta decidan prescindir de la herramienta. Estamos en sus manos.
En la parada del autobús
7.4.09
—No es este un mundo de deferencias sino de interferencias.
—La urbanidad tiene poco peso en nuestros días.
—Vivimos impactados por una lluvia de información fragmentada.
—Quizás tenga más que ver con el fraccionamiento de nuestras emociones.
—Y por eso percibamos la realidad de forma intermitente.
Felonía
6.4.09
«El silencio es el único amigo que jamás traiciona.» La sentencia, atribuida a Confucio, bien merece ser tenida en cuenta, más que por lo que dice sobre la amistad, por lo que expone de que la traición nunca la proporciona el enemigo.
Concierto de nada
5.4.09
Pasó una melodía y le arrancó el alma. Desde entonces un concierto de silencios corona su corazón.
Demiúrgica verbalidad
3.4.09
A Vaugelas se le debe la mayor parte del trabajo del léxico del primer diccionario de la Lengua Francesa elaborado en el siglo diecisiete. Estimado por el conocimiento de esta lengua y la exactitud de su discurso, defendió que las expresiones y las palabras debían de ser acogidas por su mejor uso social. Claude Favre de Vaugelas, además, dejó dicho que ningún gramático por eminente que fuera, ni el propio rey Luis XIV, podían permitirse la libertad de inventar palabras. Afortunado él, ha podido evitar el tormento de pasar por lugares como éste convertidos en un verdadero infierno de la gramática.
El sexto sentido
2.4.09
Poseer un sexto sentido es ser propietario de una experiencia sensorial que permite percibir la realidad de manera única. Es cuestión de tiempo que quien no la tenga sea ayudado por la tecnología a recibir esa meta información.
Materialidad
31.3.09
—Tú prefieres el realismo mágico o el realismo sucio.
—El sucio —respondió sin vacilar.
—No le veo la gracia a limpiar los platos después de comer —argumentó el primer interlocutor.
—Yo tampoco a elegir emborracharse con metáforas de la realidad mientras friegas los restos de la comida.
—Márquez.
—Miller.
Experiencia
30.3.09
«El pensador es feliz cuando ya no tiene opción», defiende François Zourabichvili. Lo entiendo, lo comparto, digo que soy feliz encerrado en la trampa de mi cerebro: no tengo otra expectativa.
Desperezada
29.3.09
Al despertar comprobó que esa noche había perdido su bostezo. Sus amaneceres, desde entonces, carecieron de fuerza para expulsar el hálito dañino de los malos sueños.
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