—Tú prefieres el realismo mágico o el realismo sucio.
—El sucio —respondió sin vacilar.
—No le veo la gracia a limpiar los platos después de comer —argumentó el primer interlocutor.
—Yo tampoco a elegir emborracharse con metáforas de la realidad mientras friegas los restos de la comida.
—Márquez.
—Miller.
7 apostillas:
"Insoportable y tedioso este tu blog. o tu ataúd"....
Felices sueños... a todos.
En especial a ti Francisco.
"Insoportable y tedioso este tu blog. o tu ataúd"....
Felices sueños... a todos.
En especial a ti Francisco.
Realismo sucio, realismo mágico, ambos son interesantes porque alumbran zonas del ser humano y de la creación. Pero me quedo con Márquez; Miller, cuando lo leí hace veinticinco años, no logró interesarme. Un abrazo.
Como dice Joselu, cada uno aporta su cosa e incluso creo que alguien que se decante por el realismo sucio no podrá evitar el mágico y a la inversa
saludos
¿Se podrá decir que lo de Cioran era un realismo lacrimoso?
Pues yo sinceramente prefiero emborracharme mientras friego los restos de la comida. La cruda y sucia realidad me roba el sueño, y sin sueños no vivo.
Márquez. Sin dudar. Aunque, en realidad, la obra de Gabo, que a nosotros nos parece muy mágica, es muy real en Colombia y resto de paises vecinos. su arte es dotarla de ese punto fantástico que la convierte en casi irreal. Bs.
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