Etiquetas: condena, padecimiento, sistema, trampa
Escribimos para no dejar de ser quienes somos.
G. Deleuze:
«Quizá soy transparente y ya estoy solo sin saberlo...»
Thomas Szasz:
«Si tú hablas a Dios, estás rezando; si Dios te habla a ti, tienes esquizofrenia. Si los muertos te hablan, eres un espiritista; si tú hablas a los muertos, eres un esquizofrénico»
Marco Aurelio:
«Toma sin orgullo, abandona sin esfuerzo»
Albert Camus:
«La gente nunca está convencida de tus razones, de tu sinceridad, de tu seriedad o tus sufrimientos, salvo sí te mueres»
Charles Caleb Colton:
«Hasta que hayas muerto no esperes alabanzas limpias de envidia»
León Tolstoi:
«A un gran corazón, ninguna ingratitud lo cierra, ninguna indiferencia lo cansa»
Voltaire:
«La duda no es un estado demasiado agradable pero la certeza es un estado ridículo»
Mahmoud Al-Tahawi:
«La perfección es el pecado de los vanidosos. La torpeza la virtud de los indefensos»
Fénelon:
«Huye de los elogios, pero trata de merecerlos»
Antón Chéjov:
«Las obras de arte se dividen en dos categorías: las que me gustan y las que no me gustan. No conozco ningún otro criterio»
Bukowski:
«Que no te engañen, chico. La vida empieza a los sesenta»
5 apostillas:
Aquí si te doy la razón, el capitalismo debe caer para que podamos levantarnos todos juntos, de nuevo, y todos iguales, con las mismas posesiones, porque solo así dejaremos de sentirnos superiores unos a otros!!!
Para que una dictadura capitalista no pase a una Tiraní... dictadura proletaria, se necesita conciencia en el pueblo, comenzar a pensar por todos. Esas cabecillas de movimientos a veces olvidan sus raíces y el por qué están ahí. Sin ir más allá, España hace historia, póstumo a Egipto y Libia, y como siempre latinoamérica, aunque tarde... pronto dará la sorpresa.
Saludos Francisco.
Si, estamos condenados a padecerlo. Pero aun asi hay que seguir teniendo esperanza
No por "pensarse" ajeno al sistema se deja de pertenecer a él, de ser parte de él. Cada uno de nuestros actos, desde los más triviales hasta los trascendentales, tejen la red del sistema. Y no sé si quienes más extremadamente se enfrentan a él son los más beneficiados por él. Ocurre algo así como en los guiones de Hollywood: el malo puede acabar en 30 segundos con el protagonista, pero lo que no pueden es quedarse sin película, por lo que lo inverosímil permite continuar la historia, a pesar del ridículo de los guionistas, pero con la complacencia del ¿respetable? Dicho de otro modo, no es lo mismo ser un suversivo total en esta neoestrenada España de charanga y ppandereta, que un maricón en la dictadura castrista.
Me has chafado "la utopía" :(
Un abrazo utópico, Irma.-
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