—Buenos días señora.
Ejercitamiento
3.5.11
—Buenos días señora.
—Buenos tenga usted señor Joubert.
—Venía a por mi ropa.
—Ya está limpia y planchada. Por cierto, me he apuntado a un taller de escritura. ¿Algún consejo?
—Antes de emplear una palabra hermosa hazle un sitio.
—Y qué error no debo cometer a su juicio.
—Cuando se escribe con facilidad siempre se cree contar con más talento del que se tiene.
—¿Para ser escritor hay que tener mucha imaginación?
— Aquel que tiene imaginación, pero carece de conocimientos, tiene alas, pero no tiene pies.
—Entonces, según usted, qué es necesario para el logro de una destacada creación.
—Son buenas obras sólo aquellas que han sido durante mucho tiempo, si no trabajadas, al menos soñadas.
—Y de lecturas, qué me recomienda.
—En literatura nada vuelve tan imprudente y tan atrevido al intelecto como la ignorancia de los tiempos pasados y el desprecio por los libros antiguos.
—¿Se escribe para uno mismo?
—Incluso para el éxito momentáneo no basta que una obra sea escrita con los atractivos propios del tema: tiene también que ser escrita con los atractivos propios del lector.
—Me da su vale. Aquí tiene su ropa. La verdad es que después de todo lo que me ha dicho, no tengo nada claro.
—Cierra los ojos y verás.
Etiquetas: aforismo dialógico
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5 apostillas:
Joder con el Joubert.
Sabias palabras, vive Dios.
Eso va a ser que el tal Joubert, no se debió ganar la vida como escritor. O al menos no en vida.
Este ma' gustao, mire Ud. por donde Sr. Palomares.
Hoy, si tengo suerte y no lo ha pillado nadie, voy a ver si saco de la biblioteca un volumen titulado Moralistas franceses de relativamente reciente edición en el que se recogen obras de este mismo Joubert, La Rochefoucault, Vauvenarges y ahora no recuerdo quienes más... Si le tenía ganas, después de leer esto más aún.
Un saludo.
No sé por qué cuando leía el post, me ha venido inmediatamente la imagen de Jorge Luis Borges, un autor que escribía sintéticamente, con conocimiento inmenso de los libros pasados, de modo atractivo e imaginativo, y, además, sigue siendo un escritor de culto indiscutido.
"Quien quiera trabajar, descanse". Así comienza Juan de Zabaleta su magnífico libro "Errores celebrados" en los que se lee con placer y con provecho. Cae, su libro, dentro del genero aforismático y es, diría yo, de lectura obligada para los amantes del género.
Apuntarse a un Taller de escritura es una decisión absurda, desde mi desencajado punto de vista. El escritor se hace a traves de la lectura y el comentario, amén de la práctica constante, errática y titubeante.
"Quien quiera escribir, lea", me atrevería a remedar a Zabaleta.
Ningún placer semejante al de leer a alguien que ha leído con placer y provecho...
Cela decía que para escribir bastaba con tener algo que decir.
Aunque sigo prefiriendo lo que decía Azaña: Para guardar un secreto en España, lo mejor es escribir un libro.
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