Lección de economía

21.4.15



—¿Es futuro económico ya está escrito, señor Galbraith?
—Si no piensas en tu porvenir, no lo tendrás.
—¿Y eso nos hará inmortales?
—Aunque todo lo demás falle, siempre podemos asegurarnos la inmortalidad cometiendo algún error espectacular.
—Entonces no podemos solucionar nada.
—Bajo el capitalismo, el hombre explota al hombre. Bajo el comunismo, es justo al contrario.
—Siempre nos movemos por dinero.
—El dinero es algo muy singular. Le da al hombre tanta alegría como el amor y tanta angustia como la muerte.
—¿Para qué acumular riqueza?
—Cuanto mayor la riqueza, más espesa la suciedad.
—¿Y de eso no se da cuenta la gente?
—Para manipular eficazmente a la gente, es necesario hacer creer a todos que nadie les manipula.



Conquista

20.4.15



En el fracaso está la resurrección del triunfo.



Encuentro

19.4.15



―Te has dado cuenta que la segunda vez que nos vemos en el ascensor―dijo él.
―Eso es que estamos en bucle —respondió ella.



Blindaje

18.4.15



Los seres humanos se acorazan en sus perjuicios, cuantos más se tengan mejor pertrechados se creen, más invulnerables se suponen. Por eso nunca más pertinente aquello que decía Nicholas Chamfort de que «cualquiera que haya destruido un prejuicio, un sólo prejuicio, es un bienhechor de la humanidad».



Catálisis

17.4.15



Aqueo de Eretria, poeta trágico griego, afirmó que «el dolor nos hace adultos. La muerte nos envejece». Dos hechos determinantes que nos acotan en el espacio de la existencia y nos transforman en lo que somos.



El monstruo

16.4.15



La escritura creativa es una lucha contra uno mismo y contra el mundo donde el fracaso está asegurado. El escritor Roberto Bolaño asegura que «la literatura se parece mucho a las peleas de los samuráis, pero un samurái no pelea contra otro samurái; pelea contra un monstruo. Generalmente sabe, además, que va a ser derrotado. Tiene el valor sabiendo previamente que va a ser derrotado, y salir a pelear: eso es la literatura». Y cuántas veces ese monstruo no termina por devorarnos.



Ubicaciones

15.4.15



¿El destino nos desplaza o estamos en el lugar donde nos hemos colocado nosotros mismos?



Verso libre

14.4.15



—Señor Tennyson, qué es mejor conocer o saber.
—El conocimiento viene, la sabiduría se queda.
—Para ser poeta le veo muy pragmático, ¿es feliz así?
—La felicidad no consiste en realizar nuestros ideales, sino en idealizar lo que realizamos.
—La felicidad es uno mismo.
—Yo soy una parte de todo aquello que he encontrado en mi camino.
—En el camino hay muchos tropiezos, más si se pone sentimiento.
—Es mejor haber amado y perdido que jamás haber amado.
—¿Lo puedo poner en duda?
—Hay más fe en una honrada duda, creedme, que en la mitad de las creencias.
—Pero el hombre ahoga el mundo en sus creencias.
—Nunca será tarde para buscar un mundo mejor y más nuevo, si en el empeño ponemos coraje y esperanza.
—La vida es un verso libre.
—Y este espíritu gris, ardiendo en deseo por seguir el conocimiento como una estrella que cae más allá del pensamiento humano.



Homenaje a Eduardo Galeano:




Derrotas

13.4.15



Vivir a pesar del desengaño que comporta vivir.



Narrativa personal

12.4.15



Era Sancho para unas cosas y Quijote para otras, y por eso su vida era una novela.



Discernimientos

11.4.15



Según Thomas Szasz «el pensamiento lúcido requiere más valor que inteligencia». Razonar de manera clara, en un mundo de ideas de ideas opacas, más que audacia requiere osadía.



Eximido

10.4.15



El filósofo pitagórico Aristeo de Crotona, proclamó que «la libertad consiste en tomar el máximo de decisiones que afectan a nuestras vidas». Uno es esclavo de sus indeterminaciones más que de sus hechos.



Escribidor

9.4.15



Isak Dinesen escribía un poco cada día «sin esperanza y sin desesperación». Así, como quien se desliza por un suave tobogán de tiempo dispuesto a caer tras un placentero viaje. Dos premisas, las de Dinesen, a tener en cuenta, porque quien nada espera es dueño de todo y quien no desespera es amo de su sosiego. Y es cuando la escritura se convierte en una compañera del camino.



Desquilibrios

8.4.15



¿Los extremos son vicios y la virtud está en medio?



El peso del vacío

7.4.15



—¿Y a usted señora Amiel Lapeyre qué le parece esto del enconamiento humano?
—El hombre no conoce al hombre; de ahí los conflictos que desgarran al mundo.
—Las personas nos desconocemos e ignoramos el modo de encontrar lo mejor de nosotros y del tiempo.
—Cuando la felicidad sale al paso, nunca lleva el hábito con que nosotros pensábamos encontrarla.
—¿Y esa ceguera que nos determina, no es parte de nuestra forma de ser?
—Yo, es una palabra muy pequeña para contener nuestro egoísmo que es tan grande.
—También es pequeña para contener tanto amor.
—El amor que llama al amor no oye muchas veces más que su propio eco.
—Ese eco es un saberse solo ante la nada. 
—Cuanto más vacío está un corazón, más pesa.



Pacificaciones

6.4.15



En el sosiego surge la calma pero lo doloroso es el camino hasta hallarla.



Turbulenta lectura

5.4.15



«La niña se acercó al hombre que leía en el parque y le dijo: señor no le va a gustar el final de esa novela. Y cómo lo sabes, ¿acaso no eres muy pequeña para haberla leído? —le respondió el hombre algo contrariado—. Es verdad —contestó la pequeña—, pero lo sé porque me escapé de ese libro».

La lectura de aquel pasaje la inquietó porque había soñado esa escena la noche anterior. Cerró el libro de golpe y lo no volvió a abrir. Al llegar a casa lo guardó en la biblioteca y se puso a escribir lo que le había ocurrido. Comenzó su relato desde su infancia cuando un hombre leía un libro en un parque.



Enfermedad mortal

4.4.15



César Vallejo escribió: «yo nací un día que Dios estuvo enfermo». Tuvo suerte, el día que nací yo ya estaba muerto.



Pasajeros

3.4.15



El poeta griego Antípatro de Sidón desde su vetustez señaló: «la herida de vida no es el tiempo que pasa, es que aquello que pasó no vuelve». Será que somos pasajeros de la nave que nos lleva a ninguna parte.



Inteligencias

2.4.15



Raymond Kurzweil, inventor y empresario estadounidense afirma que «cuando las computadoras igualen la capacidad de cálculo del cerebro humano, necesariamente lo superarán». ¿Habremos sucumbido entonces a las máquinas? ¿Nos doblegaremos ante tal progreso? Aunque lo más preocupante y que sí me inquieta no es eso. El punto de no retorno será cuando las máquinas habiten en nosotros y no sepamos qué parte de humanidad y de cíborg es la que decide, si se cumple la profecía de Kurzweil y «habrá seres humanos con minirrobots en el cerebro».