Revolución doméstica
6.5.14
Etiquetas: aforismo dialógico, Elena Poniatowska
Rebosados
3.5.14
Etiquetas: citas, Julio Cortázar
Recatados
2.5.14
Etiquetas: Erotion, personajes
Electores
1.5.14
Etiquetas: escritura
Charla retórica
29.4.14
Etiquetas: aforismo dialógico
Buscador
27.4.14
Etiquetas: cuentos diminutos
Amigos de letras
26.4.14
Etiquetas: citas, Haruki Murakami
Impasibles
25.4.14
Etiquetas: Cleantes, Esfero, personajes, Zenón de Citio
Espacios abiertos
24.4.14
Etiquetas: ágora, redes sociales
Libros vividos
23.4.14
Etiquetas: Cioran, Día del libro, Maupassant, Ralph Waldo Emerson
Ídolos vacíos
22.4.14
—Cuando me paré ante su tumba en Montparnasse, señor Eugène, pensé: que absurda es la muerte pero más absurda es la vida que nos hace contemplarla.
—Las ideologías nos separan; los sueños y la angustia nos unen.
—¿Un desamor entre lo utópico y lo existencial?
—Una idea es verdad cuando aún no se ha impuesto.
—Eso como pensar hacia el otro lado de donde gira el mundo.
—Pensar contra la corriente del tiempo es heroico; decirlo, una locura.
—Locos son los que imaginan.
—La libertad de la fantasía no es ninguna huida a la irrealidad; es creación y osadía.
—¿Eso incluye no saber qué se está contando?
—No tengo idea de lo que estoy escribiendo hasta que acabo. La creación artística es espontánea.
—Pero querrán saber
—¿Por qué la gente espera siempre que los autores contesten a preguntas? Soy autor porque deseo hacer preguntas. Si tuviera respuestas, sería político.
—Los políticos tampoco tienen respuestas. Sólo quieren poder.
—Nadie es dueño de la multitud aunque crea tenerla dominada.
Etiquetas: aforismo dialógico, Eugène Ionesco
Hechos
21.4.14
Etiquetas: aforismo
Agricultor verbal
20.4.14
Etiquetas: cuentos diminutos
Despellejar
19.4.14
El profesor
18.4.14
«Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo».