Libros vividos

23.4.14



Cada día es como un libro que toca leer. El de hoy es de una lectura extraña porque tiene salpicaduras de todos los días del año. Cioran decía que «un libro es un suicidio aplazado», donde la lectura se pospone día tras día, porque quizás, como señalaba Ralph Waldo Emerson, «el buen lector es el que hace el libro bueno», y no queremos una lectura al uso, no de ese libro que son nuestras vidas. Menos cuando somos sus propios autores, ya que según Maupassant «la originalidad del autor debe desaparecer en la originalidad del libro».



2 apostillas:

Juan Poz dijo...

La originalidad es pecado, como bien se sabe... Entre nosotros hay más escritores orinales que originales...

Joselu dijo...

¿Así que nuestra vida es un libro del que somos sus autores? Supongo que es una metáfora bienintencionada que supone que somos capaces de escribir el guion de nuestra vida, pero me temo que no. Que es la vida la que nos escribe a nosotros y que, como monigotes de trapo, vamos de un lado a otro creyéndonos como Augusto Pérez nivolesco que somos reales y que tenemos entidad. Quia.