La realidad con toda su plenitud de materia está llena de huecos. Inventar historias es un intento de completarla, como aquel niño que quería vaciar el mar con una concha en un agujero hecho en la arena.
Fenomenología
20.1.08
La realidad con toda su plenitud de materia está llena de huecos. Inventar historias es un intento de completarla, como aquel niño que quería vaciar el mar con una concha en un agujero hecho en la arena.
Lastres
19.1.08
En el beneficio común está la ganancia propia. Desprendidos de ciertas cargas de egoísmo la existencia se aliviana.
Ayuda
17.1.08
Consultó al sabio: «Maestro siento que por más labores que realice, mi vida me parece una tarea inútil».
El hombre lo miró fijamente y le reveló: «Es consecuencia de la misma inutilidad de la existencia».
Desasosegado por el descubrimiento preguntó: «qué puedo hacer».
Impávido el erudito le aconsejó: «Haz que lo inútil sea lo utilitario».
Impericia
16.1.08
El sufrimiento más que aturdir aclara las cosas. Los más lastimeros son aquellos que menos han padecido. La queja es sinónimo de desconocimiento del dolor.
Dieta
15.1.08
Cada vez que adelgazo mi pensamiento engordo mis prejuicios. A la ignorancia la alimentan los complejos.
Errantes
14.1.08
Somos caminante y camino. Nadie nos puede arrebatar el forzamiento de un destino entre el paso que pensamos dar y el que, definitivamente, damos.
Ergástulo
13.1.08
Una mente ágil en un cuerpo gastado. Ninguna prisión es tan segura a prueba de fugas.
Cuento en La libreta digital
Ángel González
12.1.08
Hoy ha muerto un poeta y me ha cogido en pijama. El desayuno con la muerte ha sido corto y he corrido a refugiarme en la biblioteca. La muerte siempre nos engaña con sus malas artes.
Muerte en el olvido
Yo sé que existo
porque tú me imaginas.
Soy alto porque tú me crees
alto, y limpio porque tú me miras
con buenos ojos,
con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo
y bondadoso.
Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie
lo sepa. Verán viva
mi carne, pero será otro hombre
-oscuro, torpe, malo- el que la habita…
de Ángel González
Leedor
11.1.08
Ávido lector devorador de libros, un día se confesó: «Estoy enterrado en millones de letras. Soy un sustrato de la literatura».
Etiquetas: cuentos diminutos
Aclaración
10.1.08
Si el lenguaje es fuente de malentendidos, la palabra debería ser una zona de desambiguación.
Figuración
9.1.08
Su prédica favorita era aquella que me repetía cada cierto tiempo: «Desconfía de quienes argumentan con insistencia lo maravillosa que es su vida en todos los aspectos. Lo más seguro es que tengan una gran necesidad de contar lo que no son para llenar su falta de realización».
Repetición
8.1.08
«Otra vida, quizás; sí. Y cometer los errores que no ha habido tiempo de consumar en esta». Epigrama leído en un mausoleo.
Juicioso
7.1.08
Mientras barajaba un mazo de cartas me confesó: «Nunca me han importado los detalles. Para conocer qué edad tienes o qué número de pie calzas siempre hay tiempo. Con las personas me ocurren como con las gambas, no me interesa el cuerpo sino lo que hay en su cabeza».
Desdentados
6.1.08
Los felinos no sobreviven a la pérdida de sus dientes. Los dentistas, en cambio, son un indicador social de la opulencia. La sociedad del bienestar nos acomoda hasta hacernos perder lo instintivo. Civilizados hallamos la causa del extravío humano.
Cuento en La libreta digital
Demasías
4.1.08
La Grecia clásica empleaba para definir la desmesura o la exageración en el exceso de confianza en uno mismo el término ‘hibris’. Cualidades de la ‘hibris’ son también la pereza y la impaciencia, frente a la mesura, la moderación y la sobriedad que proponía la moral griega. Parece una fórmula para colocarla en la solapa de estos días.
Esplín de invierno
3.1.08
Un cenicero lleno de colillas apagadas es una evocación del placer consumado. A cada paso dado estamos abocados a producir la melancolía que se extiende como una metástasis.
Última voluntad
2.1.08
Cuando especulamos sobre el final de la vida defendemos una solución rápida a cualquier otra opción. El escritor estadounidense Ambrose Bierce, antes de partir a Méjico en 1913 y ya septuagenario, explicaba en una carta enviada a sus familiares cuál era su elección vital: «Adiós. Si oyes que he sido colocado contra un muro de piedra mejicano y me han fusilado hasta convertirme en harapos, por favor, entiende que yo pienso que esa es una manera muy buena de salir de esta vida. Supera a la ancianidad, a la enfermedad, o a la caída por las escaleras de la bodega. Ser un gringo en Méjico, ¡ah, eso sí es eutanasia!».
Algodón dulce
1.1.08
El giro de azúcar coloreada formó, alrededor del palillo, un globo de algodón rosado. La niña creyó ser una devoradora de nubes de color rosicler.
Un cuarto de siglo más tarde se gana la vida de feria en feria. En el fondo no ha dejado de comer nubes por la boca de los niños a los que vende el azúcar hilado de su máquina. Ninguna ficción deja de existir mientras la alimentamos desde la voluntad de imaginar.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)