Cada vez que adelgazo mi pensamiento engordo mis prejuicios. A la ignorancia la alimentan los complejos.
Dieta
15.1.08
Cada vez que adelgazo mi pensamiento engordo mis prejuicios. A la ignorancia la alimentan los complejos.
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11 apostillas:
FINAL DE CUENTO
Final de cuento:
...y colorín colorado,
la gallina de los huevos de oro,
se convirtió en gallo.
G. fuertes
Me resisto a admitir eso de la transformación de la materia. Yo voto por que se destruya, al carajo.
y la propia ignorancia.
como la enorme araña que describió Tolkien en el Silmarillion, la cual debora todo transformándolo en oscuridad... cuando ya no quedo nada se deboró a si misma. La ignorancia i las pocas ganas de salir de ella es un mosntruo que nos debora
Creo, no lo sé, -me atrevo a afirmar tan pocas cosas- que nunca ha habido un pensamiento tan adelgazado como el de la época que nos envuelve; y en consonancia, crecen los prejuicios y los complejos. Pero vete a saber.
Supongo que sería muy evidente acudir a la raíz de las palabras.
Los prejuicios son el sustituto del conocimiento. Más cómodos, generados por la opinión desinformada o interesada, y con aceptación social inmediata, ya que de ahí provienen.
Para el juicio hacen faltas elementos, que se adquieren mediante la experiencia o el aprendizaje.
Y aunque me cuesta creerlo, el que Paco pueda sentirse así, pensándolo bien yo tengo que reconocer que también llevo encima mi carga de comodidad y prejuicios.
amigo francisco
¿por qué siempre es usté tan certero con las palabras?
tengo
una especie de cochina envidia.
y de verdá
discúlpeme
yo sólo venía a felicitarle el año.
un abrazo.
l
e
s
i
g
o
Eres sabio.
Besos.
Vaya que sí. Ignoro por qué lo decía.
Vaya que sí. Ignoro por qué lo decía.
Un buen aforismo!
Tampoco es conveniente engordar mucho el pensamiento, que luego sobrevienen las cefaleas.
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