Un cenicero lleno de colillas apagadas es una evocación del placer consumado. A cada paso dado estamos abocados a producir la melancolía que se extiende como una metástasis.
Esplín de invierno
3.1.08
Un cenicero lleno de colillas apagadas es una evocación del placer consumado. A cada paso dado estamos abocados a producir la melancolía que se extiende como una metástasis.
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7 apostillas:
Fíjate que yo empiezo ya a sentir melancolía por las navidades que se están a punto de acabar. La vida es una sucesión de melancolías.
una melancolía viene dada pour un estado de alegría previo... 50%melancolía 50%alegría, la mezcla perfecta
CELOS DE HUMO
Celos de humo tengo cuando fumas
y pasa por tus labios entreabiertos,
celos del violín si en el concierto
dices que es lo mejor de la orquestina.
Celos cuando la ola te atraviesa,
celos cuando te miran, sobre todo.
Tengo celos de mí por traicionarte,
tengo celos de Dios,
de ella,
del resto...
...¡Yo nunca tuve celos como éstos!
Gloria Fuertes.
Pues si, bendita melancolía que se expande como el gas...
Si mis placeres estuviesen consumados mi cenicero estaría vacío.
Saludos
Y no se cura... hasta la muerte. Qué plan...
Ceniza y huesos de aceituna. Eso queda de nosotros en la tumba.
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