―Señora, despeje la vía.
―El hombre es un ser escondido en sí mismo.
―A mí no me pagan por pensar sino para hacer un trabajo, ingrato a veces pero que hay que hacerlo.
―Es posible llegar a destruir un orden y establecer otro, con la consiguiente aureola revolucionaria, en nombre de una tendencia conservadora.
―Aunque una causa sea justa no se puede hacer lo que a uno le dé la gana porque el fin no justifica los medios.
―Quiero más una libertad peligrosa que una servidumbre tranquila.
―Cumplo órdenes gubernativas. Está usted ocupando un espacio público sin autorización.
―El corazón del hombre necesita creer algo, y cree mentiras cuando no encuentra verdades que creer.
―Mire ya estoy cansado de oír las mismas palabras que si pacifista que si defiendo mis derechos...
―Decir la verdad es imposible; o es nefanda o es inefable.
―La verdad es que hay una normativa vigente y hay que hacerla cumplir por el bien de todos.
― Si se hubiera de definir la democracia podría hacerse diciendo que es la sociedad en la cual no sólo es permitido, sino exigido, el ser persona.
―Por cierto, quién dijo que la vida tenía que ser justa.
― Las utopías nacen solamente dentro de aquellas culturas donde se encuentra claramente diseñada una edad feliz que desapareció.
―¿Quién es usted?
―La acción de preguntar supone la aparición de la conciencia.
―Identificación por favor.
―Me llamo María Zambrano.
15-M:«
Si os hacéis los suecos seremos como los griegos »
«Reconocer la pobreza no deshonra a un hombre, pero sí no hacer ningún esfuerzo para salir de ella.» Tucídides