Añoranzas

23.1.09


Lo conocí en un simposio de poetas nuevos en plena renovación de la realidad de los años ochenta. Juan Manuel Jódar era de un pueblecito de La Contraviesa, ahora no recuerdo cuál. Venía de trabajar la tierra y los versos y contaba a todo el mundo que tenía «muchas cosas por decir». Entre sus proyectos estaba escribir la tercera parte del Quijote como Avellaneda la segunda o como Menard, por más que Alonso Quijano para entonces estuviera más que muerto. Algo que para él no era un impedimento porque pensaba resucitarlo como un hijo natural de Dulcinea y juntarlo con los hijos de Sancho.


A veces me viene su imagen y me pregunto si emprendería tan ingente tarea.

3 apostillas:

Juan Poz dijo...

Por lo que cuentas, más lo vería yo capacitado para escribir los capítulos imposibles a que le animaba Sancho cuando le rogaba que se conviertiera en el pastor Quijótiz.Lo malo es que José Camón Aznar se le adelantó en 1969, ignoro con qué fortuna, aunque presumo que no mucha, a juzgar por su escasa presencia en la vida literaria.

Joselu dijo...

Yo caminé durante un invierno en las Alpujarras por todos los pueblecitos de la Contraviesa. Yo me alojaba en Los Bérchules y veía el perfil de la sierra en la lejanía. ¡Qué recuerdos me has traído con ese nombre que no había vuelto a escuchar! Ojalá que Juan Manuel Jódar haya desistido de ese magno proyecto! Retomar historias pasadas, si uno no es Pierre Menard, no puede traer sino fracasos.

Diamante dijo...

¿que sería de ese buen hombre?