Enigmas

16.1.09



Sánchez fue un artista que conocí en mi aprendizaje iniciático a la escritura. Bachiller incipiente y neófito componedor de poemas, me atrevía a mostrar mis versos iniciales en una tertulia semanal que congregaba, en el estudio de un pintor colega suyo, a gentes interesadas por la literatura, la pintura y la cultura.
Sánchez pintaba óleos donde seguía los pasos del surrealismo abstracto. A mí, entre emocionado y absorbente, me parecía un gran artista al igual que otros muchos personajes que allí se daban cita. Las reuniones servían como catarsis de ideas y de obras.
Fue al someter un poema mío a juicio de los tertulianos, como otras tantas noches de viernes, que me encontré con el comentario desconcertante de Sánchez. «Es mejor que no te diga lo que me parecen tus versos», vino a señalar.
No dijo ni bueno ni malo; ni bonito ni feo. La frase, en cambio, me acompañó durante muchos años cada vez que me enfrenté al poema terminado. Qué terrible sentencia no quiso pronunciar aquel hombre. Pensé en lo peor y nunca resolví el enigma.
Sánchez se ganó la vida con una tienda de pintura y murió de una enfermedad derivada de su profesión.
Quizás lo impronunciable de su comentario fue lo que desconocía.

9 apostillas:

Stultifer dijo...

Después de un minucioso estudio, STULTIFER te otorga el prestigioso galardón al MEJOR BLOG DEL DÍA correspondiente al viernes 16 de enero de 2009 en No sin mi cámara por los contenidos y matices. Visitanos y comenta con nosotros. Saludos cordiales.
Vamos, que nos ha gustado mucho y hemos querido acercarnos a ti.
Puedes colgar el Premio voluntariamente en tu blog.
Ya formas parte de la Orden del Stultifer de Oro.
Y si tienes una escalera, mándanosla y la publicamos inventándonos una historia.

franco dijo...

Interesante actitud la de Sánchez. Quizás sea la actitud más adecuada que pueda alguien tomar ante una obra. Enmudecer. Dejarla tal cual está. No empañar el vidrio a través del cual la vemos con historiales de elogio o paliza. Sin que el autor sepa cómo lo valoramos. Sin que la obra se resienta de palabras.

Joselu dijo...

Siempre es un compromiso opinar sobre algo escrito, más sobre un poema. A veces es mejor callar. Recuerdo que cuando tenía diecisiete o dieciocho años, yo escribía malos ripios realmente deplorables, pero tenía una novia a la que no se le ocurrió otra cosa que enviárselos a Josep Pla, escritor con el que su familia mantenía una vieja amistad. Afortunadamente Josep Pla no contestó. Ya me contestó el tiempo, supongo que es el mejor crítico.

/ dijo...

Felicitaciones por el pemio.

Un abrazo.

Juan Poz dijo...

No juzguéis y no seréis juzgados. El escritor que pide opinión busca, en realidad, asentimiento. Sigue siendo válida la afirmación de Luis Carrillo y Sotomayor. Ahora bien, es cierto que unos silencios nos duelen más que otros, y más, mucho más, a veces, que las palabras más descalificadoras.

BLQ dijo...

y has dejado de escribir poesía? si es así puede que tu mismo te respondieras, sino la guardas para tí y ya está bien pues a veces necesitamos disfrutar nosotros solos de lo que hacemos

Ana Isabel dijo...

Felicidades por el premio.
Ahora me han quedado ganas de leer esa poesía; ya no sigues escribiendo???

V a v o dijo...

parece que tenia razón: mejor fue que no te dijera lo que le parecian tus versos.

Ana Isabel dijo...

Ya lei algunos poemas, me encantan.