En el Sutra del Diamante se afirma que el mundo del ego es temporal. Limitación, pienso, prolongable a todo acontecimiento existencial y que, sin embargo, el budismo señala como un desprendimiento de carga mundana. Una sugerencia sobre que el desapego al yo gozaría de buena reputación en la eternidad. Y, contrariamente, un indicador de que una existencia sin egoísmo no es posible.
Veloz
6.4.08
En el Sutra del Diamante se afirma que el mundo del ego es temporal. Limitación, pienso, prolongable a todo acontecimiento existencial y que, sin embargo, el budismo señala como un desprendimiento de carga mundana. Una sugerencia sobre que el desapego al yo gozaría de buena reputación en la eternidad. Y, contrariamente, un indicador de que una existencia sin egoísmo no es posible.
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3 apostillas:
No lo veo así. Cuando el observador es lo observado, como dice esa gente, la única realidad es la eterna, dentro de ser una eternidad relativa a la fugacidad de cada individuo, de cada yo, que es bastante eternidad, pero no un absoluto; es eternidad de la especie, es dios deseante y deseado de Juan Ramón.
Por tanto, una fugacidad sin memoria personal es una eternidad que puede darse, es posible, es, asimismo, Juan Ramón.
Siento que quede tan enigmático, como aforístico -que no es mi estilo- pero es la única forma que he sabido usar para comentar tu entrada.
Saludos cordiales.
"Cesó todo y dejeme, dejando mi cuidado sobre las azucenas olvidado" es todo a lo que llego a poder concebir como olvido del yo y desapego del ego (me parece que no son nociones intercambiables).
Salu-dos y perdón por mi ignorancia.
Todos tenemos un poquito de ego guardado...para poder sobrevivir supongo.
Me gusto mucho el blog.
Bs.
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