Matar a un marido

15.5.07


La imaginación popular ha desarrollado una serie de leyendas urbanas que no dejan de descubrir ciertos deseos frustrados. Entre otras está la de cargarse al marido, compañero durante muchos años, ahora enemigo con el que se comparte lecho. Entre las primeras noticias que escuché estaba la leyenda del huevo duro. Antes de ir a dormir la mujer le daba de cenar todas las noches dos huevos duros hasta que éste murió. Otra que escuché recientemente fue: si a tu marido quieres ver morir, dale hinojos en abril.

Métodos sutiles y caseros para quien quieran desprenderse de la pesada carga de una larga convivencia que se hace insoportable. En un opúsculo de 1872 titulado Arte para envenenar maridos se recomienda entre otros el clásico arsénico, poco fiable porque suele salir en la autopsias.

Más recientemente hay quien ha empleado unas gotas de anticongelante de sabor dulce mezcladas con el sirope de fresa. También el Haloperidol en gotas, un psicotrópico dotado de propiedades sedantes de gran potencia que suele administrarse para combatir la esquizofrenia, o aderezar la comida con Parathión, un pesticida prohibido.

Siempre se pude tener paciencia y matarlo de aburrimiento.

13 apostillas:

Anónimo dijo...

Es increíble lo que se puede llegar a soportar por el miedo a lo nuevo e incierto.

Muchas gracias por el comentario que dejó el otro día en mi blog, ni se imagina la ilusión que me hizo. Y gracias también por el enlace, porque me permite seguir disfrutando de su lucidez.

exLyda dijo...

Mmm... depende de la resistencia del otro, eso podría acabar en suicidio pasional (pero poco apasionado)involuntario.

Joselu dijo...

El método de comidas con abundantes (y suculentas) grasas saturadas para subir el colesterol también es bastante eficaz. La verdad es que da escalofríos sólo de pensarlo. Lo de matar de aburrimiento es asaz lento y se corre el peligro de que el marido busque diversiones por otro lado (aunque igual es una suerte).

Anónimo dijo...

¡¡Conio!! No des ideas....jajajaja.

Cervecerix dijo...

Puestos a matarlo, que busquen formas más originales, como por ejemplo comprarle una bufanda de mala calidad, a ver si paseando bajo la lluvia se encoge por el agua y estrangula al marido :-P

Anónimo dijo...

Pues, en Cuba-lugar donde nací-las mujeres no suelen ser tan sutiles o exquisitas en eso de cargarse a sus maridos.No sé por qué allí existe la costumbre de rociarlo con gasolina y prenderle fuego. Siempre me ha resultado curioso esa predilección de las cubanas por darle "candela" a sus maridos infieles o simplemente ranas.

Veva dijo...

Yo lo de los huevos duros no lo he entendido....

Joyce dijo...

Yo no quiero casarme!

Qué miedo...

Anónimo dijo...

Ha sido un placer pasear por tu blog arriba y abajo, es interesante y divertido, y no lo conocía.
Con respecto a los maridos, yo me he librado de uno... divorciandome! ya ves, a veces las soluciones mas sencillas son las mas eficaces. Un acierto el título del artículo.
Un saludo literario.

coco dijo...

O de un sartenazo en la cabeza.

coco dijo...

Yo quiero casarme con una mujer que me mate a polvos cuando se canse de mí.

Anónimo dijo...

Lo de dar candela al marido repetidamente infiel es algo que me estoy planteando, ya que no consigo quitarmelo de encima. Ni se divorcia ni me respeta. Así que como Cubana al fin lo quemo vivo seguro. Ya lo veréis en las noticias de Tele Madrid.

gaby dijo...

gabriela dice: con un poco de cianuro je je muere como la alimaña que es gordo forro