Deconstrucción del refranero

23.5.07



Cansado de ver la viga en el ojo ajeno, por fin llegó a ver la paja en el suyo propio. Ese día descubrió, además de la diferencia entre el acero y la farfolla, la otredad del mundo. Algo que le hizo discurrir que sin vigas ni pajas la realidad deja de tener consistencia.

5 apostillas:

Pareidolia dijo...

Si no hay nada mejor que andar con un espejo en la cara todo el día y no hablo del narcisismo precisamente, es para apartarse las legañas que atrapan la paja que incordia la visión...
Saludos

Anónimo dijo...

Sin comparación no hay referencia.

Besito.

la pequeña tortuga dijo...

¿qué es la realidad?

Joselu dijo...

"Sin vigas ni pajas la realidad deja de tener consistencia" Es tremendo pasearse por los blogs de los amigos. Uno podría esperar posts distendidos, un tanto superficiales, pero llevo una noche que ya, ya. Un poema de Nazim Hikmet, una despedida emotiva en Hola a los treinta que conoces, esta reflexión que no es trivial que tú propones. Pienso que continuamente nos asalta la enfermedad de la comparación. Soy mejor, soy peor que... Y es un grave error. Las comparaciones a la vez que odiosas son poco instructivas. Descubrir la viga o la paja en el ojo ajeno es una tentación y nos puede dar consistencia, pero no se trata de eso. Si quisiera algo, sería aprender a vivir con ligereza, sentirme aéreo.

Ex-compi dijo...

Jóder Paco, si es que ..., tienes razón, me salta en demasía, miramos al otro sin darnos cuenta que en el fondo es uno mismo en diferentes momentos.