―Buenas. Usted siempre atento a lo que ocurre en el mundo, señor Miguel.
—Me distraen las noticias, cargadas de mucho ruido y pocas nueces, señora Beauvoir.
—Lo más escandaloso que tiene el escándalo es que uno se acostumbra.
—La costumbre es el problema.
—Es absolutamente imposible encarar problema humano alguno con una mente carente de prejuicios.
—Los adultos somos así.
—Un adulto es un niño inflado por la edad.
—En eso las mujeres han andado más finas.
—El problema de la mujer siempre ha sido un problema de hombres.
—Y de saber en quién fijarse.
—Me parecía que la tierra no hubiera sido habitable si no hubiese tenido a nadie a quien admirar.
—No obstante la hermosura embelesa.
—La belleza es aún más difícil de explicar que la felicidad.
—Eso sí que importa aunque no salga en los informativos.
—Las personas felices no tienen historia.
—A la felicidad no le quedan ya personas.
15-M:«
Roban los bancos, no los indigentes»